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Escribe:
José Castillo
¿100% a los legisladores y “techo salarial” para los trabajadores?
Cristina quiere imponer un máximo de 18% en la negociación salarial. Diputados y senadores “se votaron” 100% de aumento. Moyano critica, pero no llama a ninguna acción unificada
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Vergonzoso. No cabe otro adjetivo. Después de largas explicaciones acerca de que “no hay plata para seguir sosteniendo los subsidios” y el comienzo del tarifazo en danza. Después de pedirle “responsabilidad” a los gremios fijando un techo para las paritarias que no cubre ni de lejos el aumento del costo de vida de 2011. Después de todo esto… diputados y senadores encabezados por la mayoría oficialista se aumentaron a sí mismos sus ingresos, hasta llegar a los 35.000 pesos. ¡Encima “explican” que es lo que necesitan para vivir “dignamente”!
Las paritarias de 2012
El gobierno arrancó la discusión intentando fijar un piso del 18%. Luego tuvo que recular e ir al demagógico “ni techo ni piso”. Claro que, en donde tiene incidencia directa, como en la paritaria nacional docente, insiste con el 18%. Pero fue mucho más lo que se perdió de poder adquisitivo por la inflación de 2011 (como mínimo un 25% a nivel general). Encima aumentaron las tarifas y se viene el del transporte. Hoy es muy difícil discutir un simple porcentaje. Veamos.
Millones de trabajadores en negro ni siquiera cobran el salario mínimo, vital y móvil que marca la ley, ante la vista gorda del Ministerio de Trabajo. Otros están tercerizados, recibiendo apenas por encima del mínimo y en condiciones de precarización absoluta. Para todos ellos, cualquier “porcentaje” arranca tan abajo que ni siquiera les permitiría alcanzar lo que se necesita para vivir. Y en el caso de los asalariados que cobran un poco más, ven cómo cualquier porcentaje salarial que se negocie les será comido por el impuesto a las Ganancias, cuyo piso ya -increíblemente- está en el costo de la canasta familiar. Un estudio indica que haría falta un aumento salarial de entre un 80 y 100% para recuperar todo lo perdido por este concepto.
Por eso, en este mar de cifras, porcentajes, aumentos que desaparecerán descontados como “ganancias”, trabajadores que dejarán de cobrar el salario familiar y tercerizados fuera de convenio, se impone una consigna: todo trabajador debe ganar un salario que le permita acceder a la canasta familiar. Los trabajadores del Indec han calculado una canasta básica con un costo de 5.500 pesos. Ademys la fijó para la Ciudad de Buenos Aires en 7.000 pesos. Obviamente, en el sur del país, ese monto es sustancialmente mayor. Pero hay una realidad incontrastable: la inmensísima mayoría de los trabajadores no ganan esas cifras.
Hace falta un plan de lucha nacional unificado
El 31 de enero, la CGT-Moyano le envió una carta a la presidenta donde enumeraba sus reclamos: suba del mínimo no imponible de ganancias, eliminación del tope para cobrar salario familiar, combate al trabajo en negro y la tercerización. Y en un reportaje televisivo posterior, Moyano agregó: “nadie duda que están tratando de bajar los porcentajes de suba salarial. ¿De qué paritaria libre me hablan?”. Claro que inmediatamente completó: “descarto un paro general, no hay motivos por ahora”.
Aquí está el quid de la cuestión. Más allá de las profundas diferencias que tengamos con Moyano, todos sus reclamos tienen que ver con la realidad de la clase trabajadora. Pero no se trata de seguir “haciendo declaraciones”. Hay que salir a dar una pelea unificada. No puede ser que cada gremio reclame por su lado. Hay que impedir que se divida al movimiento obrero en esta pulseada.
Está planteada la lucha por un aumento salarial de emergencia para que ningún trabajador gane menos que la canasta familiar. Y por incrementos salariales “reales”, de bolsillo, para que todos los que están por arriba de ese monto no lo pierdan por la inflación del año pasado o por la que se viene con el tarifazo. Nada de eso se obtendrá con pirotecnia verbal, sino poniendo sobre la mesa todo el poder de movilización de los trabajadores.
Por eso exigimos a la CGT Moyano que pase de los dichos a los hechos. Que convoque a un plan de lucha nacional previamente debatido en la base por un aumento de emergencia para todos los trabajadores del país. Mientras impulsamos asambleas y cuerpos de delegados para decidir cuánto pedir y qué medidas de lucha adoptar.
¿Cuánto tiene que ganar un diputado?
Nuestra diputada de Córdoba, Liliana Olivero, hace años que ha presentado un proyecto de ley provincial disponiendo que todo legislador gane lo mismo que una directora de escuela con 20 años de antigüedad. Por supuesto, los partidos patronales siempre le votaron en contra.
A pesar de ello, Liliana cobra ese monto. Al resto de su dieta lo destina para apoyar las luchas y para nuestro partido, ya que Izquierda Socialista no recibe aportes de empresarios ni banqueros.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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