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1º de marzo de 1972Hace 40 años nacía Avanzada SocialistaEl semanario comenzó a publicarse como órgano del PSA (secretaría Coral), hasta que en diciembre de 1972 obtuvo la personería nacional el PST (Partido Socialista de los Trabajadores). Fue el vocero de la pelea por la independencia de clase, por un gobierno obrero y popular y el socialismo. Desde sus páginas se apoyaron las uchas contra la dictadura de Lanusse y los gobiernos peronistas. Fue prohibido en marzo de 1976.
El Cordobazo, en mayo de 1969, hirió de muerte a la dictadura de Onganía. Marcó el inicio de un ascenso obrero y popular que solo logró quebrar el golpe genocida de 1976. El sucesor, Levingston, poco duro. Y asumió el general Lanusse, quien, junto a los radicales, se dispuso a negociar directamente con Juan Domingo Perón, exiliado en Madrid. Buscaban una salida política electoral para frenar el ascenso. Se llamó el Gran Acuerdo Nacional (GAN). Peronismo, radicalismo y militares a fines de 1971 comenzarían la convocatoria a elecciones nacionales. Una unidad revolucionaria A mediados de 1971 comenzó un intercambio entre los trotskistas del PRT (Partido Revolucionario de los Trabajadores) – La Verdad, encabezados por Nahuel Moreno, y la Secretaria Coral del PSA (Partido Socialista Argentino). El dirigente socialista Juan Carlos Coral editaba un periódico llamado “Los de Abajo”. En la zona sur del Gran Buenos Aires sus seguidores repartieron un volante donde se convocaba a la formación de “un frente revolucionario”. El equipo de militantes del PRT-La Verdad de la Peugeot lo recibe e informa a la dirección nacional. Rápidamente, a través del dirigente del PS de Berazategui, se concreta una reunión entre Coral y los dirigentes del PRT La Verdad Nahuel Moreno y Arturo Gómez. En las discusiones fueron surgiendo profundas e inmediatas coincidencias programáticas y políticas, y se puso en marcha el llamado a un polo obrero y socialista para construir el partido revolucionario. En diciembre de 1972, obtenida la personería electoral, se fundó el PST (ver recuadro de Juan Carlos Coral). Avanzada Socialista fue el vocero de esas posturas clasistas y revolucionarias. Recordando el primer número Vale la pena recordar algunos de los artículos del primer número, aparecido el 1º de marzo, porque ya expresaba lo que 40 años después nos dice Juan Carlos Coral (ver recuadro): Avanzada “cumplió cabalmente todas las funciones tradicionalmente asignadas al periódico de un Partido revolucionario”. Con su permanente enfoque de independencia de clase, llamaba desde la tapa a enfrentar el acuerdo burgués que desarrollaban Perón, Balbín y Lanusse. Y en un segundo plano denunciaba también al ENA (Encuentro Nacional de los Argentinos), un “rejunte” del PC-pro Moscú con políticos burgueses de segunda línea. El Comité Central Confederal de la CGT, que encabezaba José Rucci, había convocado burocráticamente a un paro de 48 horas, para dar una válvula de escape al creciente malestar de los trabajadores ante la desocupación y la miseria salarial. El PSA llamaba a parar esos días, pero sumaba la exigencia de un plan de lucha, dada la poca eficacia de una medida aislada. Y levantaba una serie de puntos, dando una perspectiva clasista y revolucionaria a la lucha obrera. Se denunciaba la represión, reclamando la libertad de todos los presos políticos, así como la carestía y la desocupación. Se denunciaba a la burocracia sindical, exigiendo un congreso de bases de la CGT y un plan de lucha. Y entre varias consignas “contra la dictadura de la burguesía industrial, monopolista y terrateniente”, se llamaba a luchar por un gobierno obrero y popular. El mismo periódico informaba que se había volanteado fábricas, bancos y otros lugares de trabajo para apoyar el paro, y se habían pegado 5.000 afiches. Respecto del Confederal, se criticaba a los dirigentes del peronismo “combativo”, el cordobés Atilio López de UTA Córdoba y Julio Guillán de Foetra, por hacerle el juego a la cúpula de la burocracia y no reclamar el plan de lucha. Se informaba de un paro de dos horas de las internas clasistas del Banco Nación, Caja de Ahorro y Banade, y la furia de la Asociación Bancaria, que pretendía una “comisión investigadora” para sancionarlas. En un reportaje, el dirigente trotskista y obrero Mateo Fossa, que falleció al año siguiente (ver El Socialista Nº34), se sumaba al llamado a la formación del polo obrero y socialista. Y no podía faltar el tema internacional. Se reseñaba el viaje del presidente Nixon a Pekin, para reunirse con Mao Tse Tung, denunciando la larga historia de capitulaciones de la burocracia del Partido Comunista Chino. En marzo de 1976, luego de ciento ochenta dos números, cuando el PST fue proscripto por la dictadura, y pasó a la clandestinidad, dejó de publicarse. |
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Fidelidad con los principios Por su fidelidad a los principios doctrinarios, por la coherencia de su línea política, por la intransigencia de su prédica, por la decisión y el valor con que asumió todos los riesgos, cuando se escriba la historia de la prensa obrera en la Argentina Avanzada Socialista estará, sin duda, en los primeros planos del periodismo militante. Cumplió cabalmente todas las funciones tradicionalmente asignadas al periódico de un Partido revolucionario: fue instrumento de agitación y propaganda, expresión de los principales episodios de la lucha de clases y una herramienta organizativa formidable que contribuyó en la desarrollo de ese embrión de partido socialista de masas que fue el Partido Socialista de los Trabajadores. En uno de los períodos más críticos de la historia nacional y hasta su clausura por la dictadura militar, nuestra prensa representó un punto de referencia inconmovible dentro de un clima de infinitas confusiones que se propagaron con el gobierno de Cámpora, el retorno de Perón con Isabel y López Rega y las desviaciones vanguardistas de la guerrilla de izquierda. Desde su aparición en 1972 hasta la clausura por la dictadura militar Avanzada apareció cada semana apoyando y promoviendo las luchas de los trabajadores de todo el país, desde las grandes fábricas del Gran Buenos Aires hasta los muelles de Puerto Vilelas en el Chaco y desde las provincias patagónicas hasta los pueblos de las provincias del Norte. Por entonces, sectores de la burguesía y sus voceros agitaban la falsa dicotomía de un capitalismo salvaje frente a un capitalismo con “responsabilidad social”, esa diferenciación maliciosa entre capitalismo “productivo” bueno y el malo, “financiero y especulativo”. Esas trampas que pretenden esconder la agonía de un sistema que ya no tiene respuestas para sus contradicciones internas. Los esclavos no luchaban y morían para humanizar la esclavitud, sino para abolirla. La lucha anticapitalista, la lucha por abolir el capitalismo devenido depredador y suicida es lo que define nuestra identidad socialista. La definición clasista que sostenía el semanario, era imprescindible ante esos “izquierdistas” que descubrían por todas partes a supuestos burgueses progresistas, precursores de los “progres” contemporáneos, tan de moda en nuestros días. Se sentían seducidos por economistas “progresistas” como Gelbard, políticos “progresistas” como Solano Lima y hasta militares “progresistas y sanmartinianos” como Lanusse y ¡Videla! La prédica de Avanzada giró en torno a una consigna inequívoca: “Por un gobierno de trabajadores. Sin patrones, sin militares, sin burócratas sindicales”. Leer textos con 40 años de antigüedad y poderlos suscribir íntegramente no es un hecho para nada habitual. No es una casualidad ni un “milagro”, sino el resultado de la fidelidad con los principios y del compromiso con la militancia. Al exaltar la memoria de esa entrañable herramienta de la lucha de clases que fue Avanzada, rendimos homenaje en primer lugar a esos militantes, sacrificados hasta el heroísmo, que hicieron posible el embrión de un Partido Socialista de masas: el glorioso PST. |
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