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Masacre en Once“El Estado debe atender las necesidades de las víctimas y sobrevivientes”La masacre de TBA golpea a toda la sociedad. Pero a los familiares de Cromañón nos llega hasta el alma. Se reviven situaciones tremendas. La búsqueda desesperada de familiares en hospitales y morgues, la falta de listados, de información, de contención, la terrible noticia del familiar muerto. La ausencia del Estado, la borrada del gobierno, culpar al maquinista (como culpaban a nuestros pibes y a la bengala), tratar de salvar a los empresarios y funcionarios políticos corruptos, los que permitieron el choque y las muertes. Encima, al día siguiente quisieron aprovechar para tirar el santuario, símbolo de la lucha contra la impunidad de Cromañón y hasta deslizaron que por nosotros podría haber más muertos porque las ambulancias debían dar una vuelta. ¡Caraduras! Macri, sin avergonzarse, hace un acto “felicitando” a los rescatistas, sin siquiera esperar que las familias lloren sus muertos y se descubre, pocas horas después, que el pibe Lucas todavía estaba aplastado entre el tercer y cuarto vagón y no lo habían visto. Cristina está desaparecida, como en Cromañón se borró Néstor. Schiavi dice ridiculeces insostenibles, como decía Ibarra. Cirigliano dice que el tren funcionaba “aceptablemente”, como decía Chabán. Y ninguno está preocupado por las víctimas y sobrevivientes. En este Cromañón ferroviario, donde Schiavi es Ibarra y Cirigliano es Chabán, la única salida para que haya justicia por los muertos es con la movilización popular. Hay que exigir, además, que el Estado se haga cargo de los tratamientos médicos y psicológicos de los familiares de las víctimas y sobrevivientes. Que haya ayudas a las familias que perdieron su sostén. Y, lo decimos nuevamente, sin justicia habrá nuevas masacres evitables. |
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