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Escribe:
Mercedes Petit
Fue la primera petrolera estatal en el capitalismo
A 90 años de la fundación de YPF
El 3 de junio de 1922 el presidente radical Hipólito Yrigoyen creó por decreto al Dirección Nacional de Yacimiento Pretroliferos Fiscales (YPF). Entre 1998/2012, Menem y luego los Kirchner la entregaron por completa a manos privadas. Desde su fundación ha sido una de las principales empresas del país.
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Primer pozo petrolero en Comodoro Rivadavia. Arriba: General Ingeniero Enrique Mosconi. Abajo: Presidente Hipólito Yrigoyen |
El petróleo se conoce y utiliza desde tiempos inmemoriales. En el siglo XIX, cuando dominaba el carbón, hidrocarburos superficiales permitieron por ejemplo la utilización del kerosene. Al desarrollarse desde fines del siglo XIX la época de los monopolios, un nuevo protagonista energético se instaló en el centro de la escena. El petróleo será el “oro negro” de la economía capitalista imperialista.
Una Argentina moderna
La Argentina a comienzos del siglo XX era un país que ocupaba lugares destacados en la economía de la época. Disponía de una muy extensa red ferroviaria. Estaba entre los primeros exportadores del mundo, por su producción agroganadera. En 1908 hubo una cosecha récord. En 1913 se inauguró la primera línea de subterráneos en Buenos Aires. Distintos sectores de la burguesía nacional apostaban a lograr un desarrollo capitalista avanzado. Este proyecto estaba desde su nacimiento atravesado -y dificultado- por la dependencia del imperialismo inglés y luego por la creciente presión del yanqui.
Nuestra historia petrolera fue parte desde sus inicios de estas contradicciones. En 1907 se descubrió petróleo en Comodoro Rivadavia. El presidente conservador José Figueroa Alcorta decretó la creación de una Reserva estatal sobre los pozos.
Rápidamente aparecieron los monopolios imperialistas, quienes lograron instalar los primeros surtidores de combustible en la capital. Roque Sáenz Peña creó en 1912 la Dirección General de Explotación de Petróleo de Comodoro Rivadavia, para regular las actividades de las empresas extranjeras. Ya en 1911 se había hecho presente la Standard Oil (ver recuadro). En 1913, el ingeniero Luis Huergo denunció las maniobras de la petrolera de Rockefeller tendientes a impedir la explotación estatal. Ya se instalaba también la Shell (anglo-holandesa).
En 1916 asumió la presidencia el radical Hipólito Yrigoyen. Poco antes, en febrero, la primera perforación en Plaza Huincul inauguró la participación del Estado en la búsqueda y explotación del vital recurso.
Yacimientos Petrolíferos Fiscales
En las vísperas de finalizar su mandato, en junio de 1922, Yrigoyen creó YPF. Fue la primera empresa petrolera estatal fundada en un país capitalista. La Francia imperialista lo hizo en 1924. Sólo en la URSS, fundada en 1917 gracias al triunfo de la primera revolución socialista obrera y campesina, el petróleo y todos los recursos naturales pertenecían exclusivamente al pueblo soviético.
Con su óptica de dirigente burgués, Yrigoyen ubicó la necesidad del Estado de disponer de la riqueza petrolera para utilizarla en el desarrollo capitalista del país. Por eso formuló aquellos lineamientos de su política energética que proponían, por “exigencias del interés de la Nación”, poner “en manos del Estado el dominio efectivo de los yacimientos petrolíferos y confiriéndole el monopolio de su explotación y comercialización”.
En octubre de 1922 el radical Marcelo Torcuato de Alvear puso al frente de YPF al general ingeniero Enrique Mosconi. Bajo su conducción, que se extendió hasta 1930, la empresa tuvo un gran desarrollo, y se extendió a todo el país.
Durante sus ocho años de gestión, Mosconi logró casi triplicar la producción de petróleo. En 1925 inauguró la destilería de La Plata, una de las diez más grandes del momento. De todos modos, el país estaba lejos del autoabastecimiento y seguía teniendo gran peso la actividad de las petroleras extranjeras. Por aquellos años, Getulio Vargas fundaba la Petrobrás, en Bolivia nacía YPFB, y en México, Lázaro Cárdenas, a fines de los treinta, nacionalizaría su petróleo.
Regreso y caída de Yrigoyen
Cuando asumió la segunda presidencia, en 1928, Yrigoyen intentó avanzar hacia la nacionalización de la industria del petróleo y hacer una YPF monopólica. El 28 de septiembre de 1928 se aprobó un proyecto de ley que declaraba el monopolio estatal del petróleo en cuanto a exploración, explotación y transporte, sin incluir la venta e importación. Los choques con las petroleras extranjeras, en primer lugar la Standard Oil, se agudizaron. El principal foco de conflicto se daba en los yacimientos de Orán, en Salta.
Aun sin ser monopólica, la pujanza de YPF, que llegó a tener 2.300 surtidores en todo el país, permitió que el gobierno dispusiera una importante rebaja en el precio de los combustibles. En esos momentos, en la Argentina se vendía la nafta más barata del mundo.
La presencia de la petrolera estatal en zonas desprotegidas y pequeños pueblos ya se había transformado en un factor de desarrollo en distintas provincias, como Santa Cruz, Chubut, Nequén, y Salta. El 30 de diciembre de 1929 se fundó el Instituto del Petróleo, dirigido por Ricardo Rojas, rector de la UBA. A comienzos de 1930 Mosconi comenzó a negociar un acuerdo con la petrolera soviética estatal Yuyamtorg (con la cual había relaciones desde 1926), que permitiría pagar el petróleo con cueros, lanas, ovinos y otros productos locales.
En la primera semana de setiembre de 1930 debía comenzar a tratarse en el Congreso ese acuerdo con la URSS y la nacionalización total del petróleo. El 6 de setiembre, los generales José Félix Uriburu y Agustín P. Justo encabezaban el primer golpe militar de nuestra historia. La oligarquía y los sectores más reaccionarios de la patronal y las Fuerzas Armadas ya no estaban dispuestos a tolerar a un gobierno elegidos por el voto popular (aún sin las mujeres...). En últimas, su gran objetivo era liquidar al movimiento obrero organizado y toda organización popular progresista -encarnada entonces en el radicalismo yrigoyenista.
Desde entonces se acuñó la frase “ese olor a petróleo”. La Standard Oil había sido uno de los motores del golpe contra Yrigoyen, y tenía la esperanza de desplazar a su rival inglesa la Shell, que tenía muchos menos roces con el gobierno. Pero ocurrió lo contrario. Fueron desplazados los sectores proyanquis, y la Argentina se transformó en semicolonia directa del imperio británico. Se redujeron al mínimo las importaciones e inversiones yanquis. Fue obligada a retirarse la Standard Oil, copó el rubro petrolero la Shell Mex, e YPF fue obligada a funcionar como un apéndice de este monopolio inglés.
A 90 años de su fundación, luego de los sucesivos gobiernos radicales, peronistas y militares, sigue planteada la lucha por lograr una YPF 100% estatal, monopólica y controlada por sus trabajadores.
* Véanse, entre otros: Nahuel Moreno: Método de interpretación de la historia argentina; Mario Rappaport: Historia económica, política y social de la Argentina; Milcíades Peña: Masas, caudillos y elites (La dependencia argentina de Irigoyen a Perón); Felipe Pigna: Los mitos de la historia argentina – 3.
Rockefeller, Lenin y el imperialismo
Ante un ejercicio de asociación de las palabras, al escuchar “petróleo” un marxista seguramente diría “Rockefeller, Standard Oil, monopolio”.
En su célebre texto de 1917, El imperialismo, etapa superior del capitalismo, Lenin presentó una documentada radiografía del fenómeno de la concentración de la producción y los monopolios que fueron dominando la economía capitalista mundial entre 1880 y el comienzo del siglo XX. En cada ítem, reaparece un mismo protagonista: John D. Rockefeller (1839-1937). Menciona a la Standard Oil, fundada en 1900, como ejemplo de monopolios que “asegura beneficios gigantescos”, en “unidades técnicas de producción de proporciones inmensas”. Hablando del sistema bancario, en la primera potencia económica mundial, Estados Unidos, menciona que dominan dos grandes bancos, Uno es de Morgan, el otro, de Rockefeller. Estudiando el reparto del mundo entre los monopolios, señala que la Standard Oil es una de las dos empresas que dominan entonces el mercado en 1905. Respecto de la yanqui, señaló que pretendía “apoderarse de todo”, en pugna con alemanes, ingleses y holandeses. Esa voracidad llevó a las grandes potencias imperialistas a provocar la carnicería de la Primera Guerra imperialista mundial de 1914.
El nombre de los Rockefeller no solo quedó asociado al golpe contra Irigoyen. También fue uno de los bandos de la sangrienta guerra fraticida entre Bolivia y Paraguay pocos años después. También estuvieron apretando a Perón en vísperas de su caída, con su firme voluntad de retomar el saqueo de nuestras riquezas. La familia actualmente sigue teniendo buena parte del mercado mundial, con Exxon Mobil, Chevron y otras, que también actúan hoy en el saqueo de Argentina.
Charla debate: YPF ¿Sociedad Anónima o 100% estatal?
Habla: Juan Carlos Giordano
Miércoles 30/5, 19 hs
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