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Lo que faltaba
Suspensiones y aguinaldos diferidos
Mientras Cristina fue a San Luis a hablar de los “cerditos”, se rió al presentar la muñeca “mini Cristina” que se cotiza en el mercado a 65 pesos, envió al patético Guillermo Moreno con 300 empresarios a Azerbaiján para intentar cambiar alimentos por petróleo y volvió a anunciar el soterramiento del Sarmiento con fondos estatales mientras le sigue dejando el negocio privatizador de los ferrocarriles a empresarios amigos de TBA, los efectos de la crisis los sigue descargando sobre las espaldas del pueblo trabajador.
La presidenta se negó a subir el mínimo no imponible de Ganancias aduciendo que “es para cuidar las cuentas públicas”, señalando que estamos en una crisis “casi igual a la que se vivió después de la caída de Lehman Brothers” (Clarín, 27/7). Quiere decir que, ante la crisis, los que tienen que pagar el plato, según el “relato” oficial, son los trabajadores. Todo esto mientras el gobierno sigue comprando todos los dólares que andan dando vuelta para pagar la deuda externa a esos mismos banqueros y usureros internacionales que provocaron la crisis mundial. ¿En qué quedamos? Aunque en su discurso diga lo contrario, con su “modelo” se siguen salvando los grandes empresarios, multinacionales y bancos. Es decir, las famosas “corporaciones” contra las que despotrica de palabra el kirchnerismo.
Del lado de los trabajadores ya se empiezan a sentir las consecuencias: suspensiones, despidos, pedidos de quiebras y cierres de empresas, eliminación de horas extras, salarios y aguinaldos diferidos. Hay 50.000 trabajadores afectados por ello. Mientras, la inflación se sigue comiendo los salarios. Cristina contó que cuando le dijo a otros presidentes del mundo que en Argentina los salarios aumentan un 20%, estos le contestaron “no lo podemos creer”. Claro. Lo que no les dijo es que la inflación de este año va a ser del 30%, con lo cual, los que siguen perdiendo son los ingresos populares. Años atrás se rebajaba el sueldo en forma directa, hoy se hace “de otra forma”, no a la “europea”, sino a la argentina, aunque con el mismo resultado.
A esto hay que sumarle los estragos de la inflación. Y en esto el gobierno es vanguardia. Moreno acaba de autorizar a empresas líderes subas en la leche y otros artículos de primera necesidad. Subieron las tarifas de taxis, los cigarrillos y dele que va. Un dato grafica todo: la Asignación por Hijo ya fue pulverizada por el brutal costo de vida.
En el discurso previo al paro y marcha de la CGT, Cristina arremetió contra los que luchan: son “desestabilizadores y destituyentes”. El canciller Timerman dijo “hay intereses que quieren voltear a la presidenta”. ¡Se referían al paro de la CGT, a los tercerizados de Cerro Dragón y a todos los reclamos obreros y populares! Una clara política represiva y de criminalización de la protesta.
Ante el paro camionero, el gobierno envió a la Gendarmería, le impuso una multa al sindicato y formuló una denuncia penal a Pablo y Hugo Moyano. El gobernador de Chubut le quiere quitar la personería (es una mutual) a los denominados Dragones porque pelean contra la multinacional petrolera Pan American Energy (de capitales ingleses y chino-argentinos). El gobierno nacional les envió la Gendarmería para cuidar “un yacimiento multimillonario”, según reconoció la propia presidenta, donde murieron en un accidente varios de sus integrantes. “Es una burla que Cristina nos responsabilice a nosotros de esas muertes… en vez de haber activado al Ministerio de Seguridad debió haber activado al de Trabajo para resolver el conflicto”, contestó Dickinson, vocero de los trabajadores. A su vez, el ministerio tomó parte en la interna de la CGT. ¿Qué tiene que hacer Tomada en las disputas sindicales? Llevar agua al molino del gobierno. Terciando para tener en una CGT dirigentes dóciles y genuflexos que idolatren al “modelo”.
Y como el gobierno no resuelve los problemas de fondo, envió las Fuerzas Armadas a los barrios para “contención social”, es decir, para un amedrentamiento represivo en vez de combatir la marginalidad y pobreza. Que hay complicidad con el delito entre quienes gobiernan, la policía y la justicia lo prueba el estallido del pueblo de Cañuelas contra esa mafia, que explotó, víctima de la inseguridad.
Los trabajadores y demás sectores populares tienen que seguir luchando. Exigiendo a la CGT Moyano que se de continuidad en un plan de lucha nacional. Bregar por un sindicalismo combativo. Y pelear por otro “modelo”. Que libere de impuesto al salario y elimine el IVA de la canasta familiar, mientras se imponen fuertes impuestos a las grandes fortunas, multinacionales, bancos y terratenientes. Que se deje de poner plata para las privatizadas, reestatizándolas a todas ellas bajo control de trabajadores y usuarios, para poder recuperar el patrimonio nacional. Hay que nacionalizar la banca y el comercio exterior para controlar el dinero que producen los trabajadores y evitar la fuga de capitales. Suspender inmediatamente los pagos de la deuda externa -dinero que va a los bolsillos de quienes provocaron la crisis capitalista mundial-, destinando esos fondos a salario, jubilaciones, vivienda, trabajo, salud y educación. Sólo de esta manera habrá un “modelo” al servicio de los trabajadores, opuesto al “modelo” kirchnerista destinado a que la crisis la paguen los trabajadores, no sus verdaderos responsables.
Gran Peña el 9 de Julio
12:30 hs. Club Deportivo Paraguayo
Piedras 1676-San Telmo • Capital •
Habrá lentejeada, buffet y grupos musicales
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