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Moyano: “El PJ es una cáscara vacía”¿Hay un “verdadero” peronismo?El titular de la CGT, después de apoyar al kirchnerismo durante años, ha roto con él. Dice que Cristina Kirchner no representa al “verdadero” peronismo, mientras elogia a Scioli u otras variantes del PJ. Los trabajadores: ¿tienen que elegir entre distintos sectores de la interna peronista o construir una alternativa de izquierda al servicio de sus propios intereses?
Cuando Moyano renunció como autoridad del PJ bonaerense dio el portazo con un fuerte mensaje: “El PJ es una cáscara vacía”. Hasta días antes había sido parte de ese partido patronal y en todos estos años puso a la CGT al servicio de apoyar al gobierno kirchnerista. En grandes actos pidió el voto por Cristina Kirchner, movilizó a favor del gobierno en el conflicto del campo, se sumó a la campaña “Clarín miente” y pactó con el gobierno techos salariales. Cobijado bajo el ala de Néstor Kirchner, logró un importante poder sindical, privilegios y prebendas. Su sindicato creció al ritmo del ascendente transporte automotor ante el desguace del ferrocarril en los años ´90. Sólo cuando se empezaron a ver más nítidamente las consecuencias de la crisis mundial, la amenaza de perder ciertos privilegios como las Obras Sociales y los aprietes gubernamentales para disciplinar cada vez más a los dirigentes en apoyo al “modelo”, Moyano empezó a criticar al gobierno. Con el paro y marcha del pasado miércoles, la ruptura con el gobierno no tiene marcha atrás. Moyano no es ajeno a la interna del PJ. Recordemos que en 2003, antes de pactar con los Kirchner, le dio apoyo electoral a los Rodríguez Saá. Y hace poco apoyó como candidato a Boudou en la interna kirchnerista de Capital, a quien consideró como el “candidato del movimiento obrero”. Cuando Scioli anunció recientemente que se podría presentar a presidente en 2015 dijo que la idea le había gustado. Sus críticas al kirchnerismo diciendo que “no representa al verdadero peronismo” llevan al siguiente interrogante. ¿Quién representa al “verdadero” peronismo? ¿Scioli o algún otro personaje del PJ, como apunta Moyano? Muchos trabajadores ven bien las embestidas del titular de la CGT contra la presidenta. Y nuestro partido apoyó junto a miles de trabajadores la jornada de lucha del miércoles pasado y llamamos a seguirla con un plan de lucha nacional. Pero somos claros: Moyano rompe con el kirchnerismo pero llama a los trabajadores a seguir siendo parte de alguna variante patronal peronista, que tarde o temprano los defraudará. No hay que olvidarse que el peronismo -salvo en el 45, cuando por circunstancias excepcionales otorgó ciertas conquistas a la clase obrera-, en los años ´70 gobernó con Isabel y López Rega, y posteriormente remató el patrimonio nacional y la entrega del país con Menem. Ex presidente que fue apoyado por todos los políticos que ahora Moyano elogió o elogia: el ex presidente Néstor Kirchner y Cristina, quienes avalaron el remate de YPF; Duhalde, quien fue vicepresidente de Menem; y Scioli, diputado menemista, luego secretario de Deportes entre 2001 y 2003, y hoy funcional al kirchnerismo, aunque con roces. Que Moyano haya avalado a Boudou (un neoliberal de cuna ucedeísta) muestra a las claras que, como líder sindical, su proyecto político es seguir poniendo a la clase obrera como furgón de cola de alguna variante patronal. El peronismo fue y es un movimiento nacionalista cuya teoría es la conciliación de clases. Es decir, hacerle creer a la clase obrera que conviviendo con los patrones se puede salvar. Cuando la realidad muestra lo contrario. Es lo mismo que señala Cristina Kirchner, diciendo que su “modelo” capitalista virtuoso consiste en que, “si les va bien a los patrones, también les va a ir bien a los trabajadores”. Lo cierto es que los grandes empresarios y multinacionales se llevan la mayor tajada de la torta, mientras los de abajo sólo las migajas. Llamamos a los trabajadores a no dejarse engañar. El PJ y el peronismo, en cualquiera de sus variantes, seguirá gobernando para los grandes empresarios, multinacionales y el imperialismo. Por eso hay que bregar por la independencia de clase, para que los trabajadores confíen en sus propias fuerzas, elaboren su propio programa de lucha y de gobierno y construyan una herramienta política al servicio de sus propios intereses. Lo mismo en el terreno sindical. Hay que luchar por sindicatos autónomos del gobierno y del Estado, al servicio de las luchas y que practiquen la democracia sindical. Nuestro partido da pelea por esas banderas. Impulsando el sindicalismo combativo y dando pasos en la unidad de la izquierda. Por eso impulsamos el Frente de Izquierda, tratando de empalmar y lograr el acompañamiento de los trabajadores y demás sectores populares para que se desprendan de esa cáscara vacía que es el PJ -o cualquier variante peronista-, con el objetivo de imponer su propio gobierno, el de las amplias mayorías populares. Para “combatir al capital” en serio, imponiendo un plan obrero y popular que resuelva los graves problemas de fondo que nos han dejado los sucesivos gobiernos patronales a lo largo de décadas. |
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Ante la fractura de la CGTFortalezcamos al sindicalismo combativo Todo hace suponer que se concretará la fractura de la CGT. Mientras el moyanismo continúa con los preparativos para el congreso del 12 de julio en el que se renovarán las autoridades, el otro sector, conformado por los “gordos” y los “independientes”, afín al gobierno, ha impugnado la convocatoria aguardando que el Ministerio de Trabajo haga lugar a la misma. De concretarse la división habrá una CGT opositora encabezada por Moyano y otra más alineada al gobierno, la cual aún no tiene referente, aunque suena para presidirla Antonio Caló de la UOM. Esto se suma a la ya fracturada CTA (Micheli y Yasky). Para completar, hay otro sector, aunque minoritario, encabezado por el gastronómico Luis Barrionuevo, que pendula entre posiciones antimoyanistas y antikirchneristas. Una atomización de las cúpulas sindicales pocas veces vista, que el gobierno usará para intentar debilitar los reclamos del movimiento obrero. Se trata de realineamientos burocráticos, ajenos a los intereses de los trabajadores. Y si hipotéticamente se llevara a cabo la elección de la conducción de la CGT, sería sin participación de las bases. El kirchnerismo intenta desplazar y aislar a Moyano apoyándose en un armado heterogéneo con centro en la burocracia que fue puntal en las privatizaciones y entrega de los años ´90 con su complicidad, aunque la misma no sea aún una clara burocracia de recambio. La participación del Ministerio de Trabajo en la interna de la CGT (como lo vino haciendo hasta ahora en la vida de los sindicatos con el visto bueno de Moyano) es la mejor prueba de la intromisión estatal del gobierno para torcer una disputa sindical a su favor, buscando posicionar a un sector que le permita hacer pasar su política de ajuste contra los trabajadores. Todos estos sectores de la burocracia defienden sus propios intereses de casta. Si bien hay que hacer unidad de acción con cualquiera de ellos para defender un reclamo justo -como lo hicimos este 27 de junio-, no apoyamos a ninguno de ellos. Es necesario seguir apostando a la construcción de una nueva dirección del movimiento obrero, democrática y de lucha. Apoyando al sindicalismo combativo y apostando al desarrollo de las experiencias antiburocráticas y combativas que hoy existen, y las que surjan. |
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