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La masacre de Once en riesgo de quedar impune
El juez federal Claudio Bonadío dispuso unificar en cuatro las querellas por la masacre de Once. En breve dictaría los procesamientos. Lo que está claro es que uno de los procesados sería el maquinista Marcos Antonio Córdoba. ¿Qué culpa puede tener si los frenos no funcionaban? Sin embargo, el hilo se corta por lo más fino. También serían procesados algunos directivos de TBA y funcionarios del Estado que estaban a cargo de controlar el servicio y los subsidios a la empresa, pero por delitos menores, como estrago culposo y malversación de subsidios a la ex línea Sarmiento. Según Bonadío, “se realizó una utilización impropia del material rodante, la infraestructura, el personal y los aportes del Estado nacional para prestar un servicio que no fue ni seguro ni eficiente” (ídem). ¡En base a eso deberían estar todos presos! El propio fical había dicho que hubo complicidad criminal. Pero el Código Penal deja a resguardo a estos asesinos y a los ladrones de guante blanco. Lo que ocurrió en Once no fue un accidente por “negligencia”. Fue una masacre. Sobran pruebas de que, a sabiendas de los riesgos, los empresarios no hicieron nada ante el servicio desastroso ni invirtieron un peso de los fabulosos subsidios que fueron a engordar sus ganancias. Los funcionarios del gobierno son cómplices (incluyendo a Luna de la Fraternidad, funcionario de la secretaría de Transporte). ¡Que la masacre de Once no quede impune! ¡Cárcel inmediata a los verdaderos responsables de los 51 muertos y más de 700 heridos: toda la patronal de TBA y los funcionarios del gobierno! |
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