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Angelica Lagunas
Angélica Lagunas
Minoría Aten Capital y de la Fucsia

No al acuerdo de cúpulas en Aten

¡Unidad para derrotar a Sapag y a la Celeste!

Desde la Agrupación Fucsia impulsamos la unidad de las 10 seccionales opositoras que vienen enfrentando el ajuste de Sapag y las traiciones de la burocracia Celeste provincial. Llamamos a integrar listas unitarias y sin hegemonismos para las próximas elecciones de Aten que se realizarán en octubre. Lamentablemente, esta necesidad de todos los docentes neuquinos de construir listas unitarias se ha puesto en peligro. Un sector de la oposición selló un acuerdo de cúpulas dejando afuera a nuestra agrupación y a otros sectores. Llamamos a rever esa política y a trabajar por la unidad sin hegemonismos de ninguna agrupación.

El próximo 7 de septiembre vence el plazo para presentar las listas. Nuestra agrupación, la Fucsia, desde hace dos meses viene llamando a la unidad para desplazar a la Celeste -aliada del gobierno nacional y provincial-, que conduce en la provincia. Unidad que planteamos esencialmente entre las conducciones de las 10 seccionales y agrupaciones opositoras. Pero el sábado 4 de agosto se realizó un encuentro de casi toda la oposición en Zapala, del cual participamos, y allí se selló un acuerdo del cual fuimos excluidos.

En vez de abrir allí la discusión democrática para dar pasos en la conformación de las listas, se nos informó, a libro cerrado, que nuestra agrupación tenía que aceptar un acuerdo previo que ya habían acordado entre distintas agrupaciones, donde se le otorgaba la hegemonía de la Naranja, actual conducción de Capital, para que encabece en Provincia y también en Capital. Y quien no estuviera de acuerdo, que se retirara. Es decir, un ultimátum -del cual fueron parte PO y PTS (ver nota abajo)-, al cual nos opusimos tajantemente. Ya que para ganarle a la Celeste hay que lograr mantener una verdadera unidad y equilibrio entre todos los que venimos luchando juntos, sin hegemonismos. No corresponde, por lo tanto, que la Naranja encabece en la provincia y también en Capital.

De esta forma están dejando de lado a nuestra agrupación que en estos años ha sido parte fundamental de las peleas que se dieron, con recorridas permanentes de las escuelas, sin ninguna licencia gremial, dando respuesta a las necesidades de los compañeros de las escuelas. Más aún, cuando un frente encabezado por la Fucsia y Angélica Lagunas en las elecciones pasadas en Capital estuvo a sólo 22 votos de ganar.

Además, como parte de esta realidad de la lucha en estos dos años, somos quienes venimos promoviendo públicamente, hace casi dos meses, que Daniel Huth (Naranja) encabece el frente provincial y que Angélica Lagunas lo haga en Capital. A favor de esto ya se han pronunciado centenares de docentes a través de un petitorio que hicimos circular en este tiempo. Pero nada de esto les interesó y una vez más le dan la espalda a la base.

Luego de que nos pidieron que nos retiremos, ya que no aceptábamos lo que habían acordado, se supo que de los 13 cargos a ocupar en la provincia, 7 le fueron otorgados a la Naranja. Además de la Fucsia, tampoco están en el frente provincial una parte importante de otras agrupaciones, como un sector de la Índigo, la Púrpura, la Gris, la directiva de seccional Senillosa y parte de la directiva de Plottier.

La noticia ha caído muy mal entre los docentes. Al enterarse de ello, son muchos los compañeros que ya repudian este accionar y se pronuncian por una unidad sin excluir a nadie. En conclusión, se conformó un frente provincial completamente debilitado, parcial y para nada unitario, lo que favorece a la Celeste. Llamamos a que se revea y a hacer los máximos esfuerzos hasta el último día del plazo de presentación de las listas para lograr la unidad sin hegemonía.

¡Que resuelvan los docentes!

En la seccional Capital acordaron una lista en la que también encabeza la Naranja. No se puede aceptar este acuerdo divisionista, más aún cuando somos los únicos que venimos proponiendo que, en caso de diferencias sobre las candidaturas, decidan los docentes. Desde el 1º de julio, a través de un volante público, señalamos: “Si en las reuniones no se avanza en un criterio pluralista para la seccional Capital, proponemos, fieles a nuestro método de consulta con la base, que sean los trabajadores de la educación en cada establecimiento los que decidan en una elección interna quién tiene que ordenar la lista unitaria entre los distintos candidatos que postulen las agrupaciones y así estaría garantizada la unidad.” O sea, rechazaron una vez más que la base decida.

Necesitamos más que nunca una conducción bien unitaria y representativa. Por eso reafirmamos la necesidad de derrotar esta política hegemónica de la Naranja (encima debilitada porque se dividió públicamente) y sus aliados. Llamamos a todas las agrupaciones opositoras a rever este atropello a la unidad, al pluralismo y a la democracia sindical. A echar atrás el acuerdo antipluralista y antidemocrático acordado en Zapala y dar pasos en la unidad sin hegemonismos. Y como siempre hacemos, convocamos a todos los trabajadores de la educación a que tomen este debate en sus manos.


El bochorno de PO

Las distintas reuniones realizadas entre seccionales opositoras y agrupaciones para debatir la necesidad de construir un frente contra la Celeste pusieron blanco sobre negro lo que cada agrupación tenía en mente y los tejes y manejes que se iban realizando. Tal es así, que cuando planteamos la necesidad de hacer un frente contra la Celeste pero sin la hegemonía que pretendía la Naranja, la agrupación Marrón de Tribuna Docente (PO) rechazó este enfoque, dejando de defender incluso el papel protagónico que cumplimos como minoría de Capital, imponiendo a la Naranja métodos y políticas que no quería. No nos aceptaron ninguna reunión para debatir una declaración conjunta. En cambio, apuraron lazos y acuerdos con la Naranja, con un sector minoritario de la Índigo (PSTU) y con la Agrupación Rosa de Pillado (centristas) para repartirse los cargos. Así fue explícitamente expresado por Daniel Huth, de la Naranja, en la reunión clave del 4 de agosto en la ciudad de Zapala, donde detalló que el acuerdo significaba que la Naranja encabezaba en la lista provincial y también en Capital, y que nuestra agrupación Fucsia era excluida de los cargos provinciales y relegada al segundo lugar en Capital. PO apoyó esta maniobra antidemocrática y antipluralista, debilitando conscientemente la lucha contra la Celeste a cambio de tener algún cargo provincial y seccional que lo saque de su decadencia como corriente docente.


EL PTS tiene que explicar sus giros de 180º

La agrupación Negra del PTS se dedicó a denunciar con volantes y acusaciones durante estos dos últimos años que la “Burocracia Naranja”, junto con la Minoría de Aten Capital, frenaba la lucha, no organizaba a la base, no ponía en pie las tradiciones combativas de este sindicato y, por ende, no servía para responder a las necesidades de los trabajadores. Y continuamente llamaban a poner en pie un bloque clasista para desde allí formar un frente al servicio de recuperar Aten.

En la elección de 2010, el PTS, en una actitud divisionista, con el argumento de que no iba a permitir que la Fucsia encabece la lista, armó la suya propia, más que testimonial, ya que no alcanzó los 80 votos en Capital, impidiendo de esa manera que el frente encabezado por la Fucsia perdiera la seccional ante la Naranja por apenas veinte votos. Dos años después, el PTS mantiene su política sectaria contra la Fucsia, pero esta vez sumándose al trencito de la hegemonía Naranja. O sea, en veinticuatro horas, sus miles de volantes, discursos y acusaciones a la Naranja se transformaron en lo opuesto. ¿A cambio de fortalecer un frente anticeleste y democrático? ¡No! Sólo a cambio de tener un cargo en la seccional Capital. El décimo.

Tanto PO como PTS se negaron a nuestra propuesta de apelar a un mecanismo democrático de designación de los candidatos con la realización de una interna abierta para que sea la base, con su voto, quien definiera el orden de los candidatos de cada agrupación. En realidad, PO y PTS, entre el sectarismo y el oportunismo, prefieren entregarle la hegemonía a los que ellos mismos llaman burocracia con tal de que nuestra agrupación no ocupe el lugar que los docentes reconocen para nuestros dirigentes y nuestra acción gremial. En definitiva, se oponen a eso porque tenemos diferencias fundamentales en el modelo sindical. El nuestro, un modelo democrático para que la base decida; el de ellos, que prioriza el acuerdo secreto en reuniones cerradas, antes que hacer participar a la base.


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