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Editorial
Las dos Argentinas
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Hay “fotos” que ahorran un montón de palabras. En este caso, para mostrar que hay dos Argentinas. Una, la de Cristina, donde los empresarios y banqueros hacen fortunas. La otra, donde conviven millones de trabajadores y demás sectores populares con salarios y jubilaciones de pobreza. Empezando a sentir el rigor del ajuste, en algunos casos con represión, como en Córdoba y en Salta.
La semana pasada se llevó a cabo la reunión anual con empresarios estadounidenses, en el famoso Council of the Américas, fundado por Rockefeller en 1965. Estaban, además, Eunekian, el petrolero Bulgheroni, José Luis Manzano (antes menemista, ahora kirchnerista, quien dijo “en tres años la Argentina es Texas”), Rattazzi de la Fiat, directivos del ingenio Ledesma, entre otros. Y disertaron funcionarios del gobierno.
En un doble discurso recargado, el kirchnerismo sigue hablando “contra las corporaciones”. Pero la ministra de Industria, Débora Giorgi, les dijo a la crema de explotadores yanquis: “El que invierte puede estar confiado y seguro de que esta economía sólida y en crecimiento le va a brindar el rédito y las satisfacciones que todo hombre de negocios pretende” (Página12, 24/8). Miguel Galuccio, el titular de YPF, agregó: “Les digo que están bienvenidos a trabajar en este país… créanme que voy a defender su inversión… y a conseguir rentabilidad para los accionistas”. ¿A quién se refería? A las petroleras estadounidenses Chevrón y Exxon. La primera ganó 13.681 millones de dólares en la primera mitad de 2012. Gallucio agregó: “nosotros queremos ser socios con una compañía de esta talla mundial”. El gobierno le quiere dar la explotación de las reservas de Vaca Muerta, la perla energética descubierta el año pasado con una superficie de 30.000 kilómetros cuadrados, una gigantesca formación de hidrocarburos no convencionales.
A todo esto, la Bolsa informaba que en el primer semestre del año los bancos obtuvieron ganancias record. 8.845 millones de pesos, un 37% más que en el mismo período del año pasado. ¡Está claro! ¡Este gobierno redistribuye la riqueza para los de arriba! Y si a esto le agregamos que la presidenta anunció una obra en el Sheraton hotel acompañada por el espía de los militares, Gerardo Martínez de la UOCRA, la panorámica es inigualable. Gobierno, empresarios y burócratas a sus anchas, en un país hecho a su medida.
La otra Argentina que está dejando este “modelo virtuoso”, en cambio, es muy distinta. Allí viven trabajadores y jubilados con ingresos de pobreza, que incluso pagan impuestos; no se paga a todos los trabajadores las asignaciones familiares; los planes sociales son miserables y se empieza a sentir el ajuste. Empezaron los cierres de empresas (el Swift de Venado Tuerto despidió a los últimos 17 operarios de más de 500 que tenía, y cerró) y siguen las suspensiones (como IVECO de Córdoba, el sponsor de Fútbol para Todos). Hasta el propio INDEK reconoce que bajó la cifra de ocupados. Es la Argentina del ajuste. Lo que Cristina quiere encubrir.
El ajuste empezó más de lleno en las provincias. Con palos y balas de goma. Como en Córdoba, de la mano del “opositor” De la Sota. Cristina y el gobernador se lanzan fuegos cruzados, pero el ajuste es de ambos. Igual al que quisieron aplicar en la provincia de Buenos Aires con el desdoblamiento del aguinaldo: Cristina se lo exigió a Scioli, y Scioli cumplió. Los dos fueron responsables. Se podrá decir “son provincias gobernadas por opositores al kirchnerismo”. ¿Y Salta? ¿No gobierna allí el kirchnerista Urtubey? El mismo que acaba de reprimir a obreros del azúcar en Orán por reclamar contra los despidos y la superexplotación patronal.
Lo mismo pasó en Capital. Cristina contra Macri, Macri contra Cristina. ¡Pero a los trabajadores del subte ninguno les solucionó el problema después de 10 días de paro! ¡Ninguno de ellos les da el aumento que les corresponde, mientras Macri y Cristina defienden a Metrovías que se queda con subsidios millonarios y dice que no tiene para los sueldos!
A todo esto, los políticos patronales empezaron la pelea electoral. No resuelven los problemas sociales y encima su preocupación pasa por cómo posicionarse para las legislativas del año que viene, trampolín para las presidenciales de 2015. Pero el desgaste los abarca a todos. Bajó la popularidad de Cristina. También la de Scioli y Macri. Una franja popular empieza a señalarlos como responsables de todo lo que ocurre. Aunque Cristina lidera las encuestas, tiene un gran problema. Es la única con popularidad que puede darle continuidad al peronismo kirchnerista, pero para ello tiene que reformar la Constitución para que habilite la re-reelección, un obstáculo que no parece fácil de sortear. “Cristina eterna”, es la consigna que barajan sectores kirchneristas. Por otra parte, Scioli habla de que “trabaja mucho”, pero ya adelantó sus aspiraciones presidenciales. “Trabaja” para los votos. Macri fue a visitar a De la Sota para acordar un espacio contra la relección y mostrarse como “tolerantes y unidos”, mientras el peronista cordobés reprimía a los estatales en la calle. Y Binner ya dijo que quiere unirse con los radicales. ¡Pero todos aceptan las reglas de juego! ¡Todos, a su manera, quieren seguir gobernando para las multinacionales y el imperialismo, pactando con la burocracia sindical, mientras los problemas de fondo siguen!
Ante esto, se da pelea. Están en conflicto los docentes de varias provincias. En Córdoba se está enfrentando el ajuste delasotista. En Salta seguía el corte de los obreros reprimidos. La policía de Chubut se auto acuarteló pidiendo aumento de salario. Los docentes universitarios están parando por salario y contra los despidos (ver página 9). Los trabajadores del subte amagan con volver a parar si no les dan respuesta. En 17 provincias hay impuestazos. Hay riesgo de “rebelión fiscal”, reconoció Osvaldo Cornide, presidente de la CAME (Confederación Argentina de la Mediana Empresa).
l gobernador de Chubut, ante el paro policial sancionó a los agentes para evitar, dijo, la “dragonización de los conflictos”. Se refería a los Dragones, que salieron a pelear meses atrás por fuera de la burocracia, porque cobran la mitad que un petrolero haciendo el mismo trabajo. Y si no hay más expresiones de lucha es porque la burocracia sindical no convoca. No vamos a hablar de la CGT Balcarce, que se le vino abajo Caló y anda en busca de un referente que lidere el apoyo al gobierno. Tampoco de la CTA Yasky, en quienes se apoya el oficialismo para tener un coro de aduladores del modelo. Tenemos que hablar de la CGT Moyano.
El camionero rompió con el gobierno, realizó un paro y marcha el 27 de junio, pero no delineó ninguna otra medida de acción. Embiste duramente contra Cristina. Habló en estos días de que con su “sintonía fina” encubre un ajuste, parecido al de la Alianza de los 90. Y denunció que, para el kirchnerismo, “sos esclavo o sos enemigo”. En el medio se reunió con Duhalde, y se postula para azuzar el espacio peronista anti kirchnerista. También se reunió con Bussi de la Federación Agraria. Habla de juntar firmas por las asignaciones familiares. Y dio el portazo al Consejo del Salario Mínimo. Pero en estos meses, mientras se dio la rebelión de docentes y estatales bonaerenses, o ahora, la lucha contra el ajuste en Córdoba, su CGT no hizo nada. ¡Hay que exigir a la CGT Moyano que le de continuidad a la jornada de junio! Ya pasaron dos meses y no hubo ninguna otra medida nacional. Moyano tampoco está llamando a preparar ningún plan de lucha. Se habló de una marcha junto a la CTA Micheli y la FAA para exigir lo mismo que se reclamó en Plaza de Mayo. Pero no pasa de trascendidos.
Sin depositar ninguna confianza en Moyano, llamamos a los trabajadores a exigirle un plan de lucha nacional. Mientras apoyamos los reclamos en curso. La Argentina de los de abajo tiene que salir al cruce de las ganancias patronales y de los políticos que las fomentan para imponer su propia agenda. Basta de salarios de pobreza. ¡Salarios igual a la canasta familiar! No al impuesto al salario (Ganancias). ¡Asignaciones familiares para todos! No a los despidos y suspensiones. ¡No al ajuste! Plata para salario, trabajo, salud, educación y vivienda, no para la deuda. Entre otras medidas. Es decir, pelear por un plan económico al servicio de las mayorías populares. Para que sea la Argentina de los ricos la que pague las consecuencias de la crisis capitalista, no los trabajadores.
Dando también pelea en el terreno político. Enfrentando al Frente para la Victoria y a las distintas variantes del peronismo- PJ, a la UCR, PRO, FAP y a la centroizquierda. El Frente de Izquierda, del cual nuestro partido es integrante y promotor, es una alternativa para todos aquellos trabajadores y jóvenes que consideran que con la unidad de la izquierda podemos ir forjando una herramienta política que enfrente el ajuste capitalista y a las distintas variantes patronales. Izquierda Socialista llama a sumarse para dar juntos esta pelea.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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