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¡Salario… más que mínimo!Finalmente el salario mínimo subió de $2.300 a $2.875. Una clara miseria. Encima, el aumento es en dos cuotas: 16% en septiembre y 9% en febrero de 2013. Según el artículo 116 de la Ley de Contrato de Trabajo el salario mínimo vital debería garantizarle al trabajador “alimentación adecuada, vivienda digna, educación, vestuario, asistencia sanitaria, transporte y esparcimiento, vacaciones y previsión.” ¡Esto no se logra con los ridículos 2.875 pesos! Cifra que no alcanza para cubrir la canasta de pobreza que da el propio INDEK. Recordemos que una familia tipo para vivir dignamente (matrimonio y dos hijos) debe percibir como mínimo 6.500 pesos, el valor de la verdadera canasta familiar que, por supuesto, no mide el organismo oficial. A pesar de esta “suba”, el salario mínimo actual tiene menos poder adquisitivo que el percibido en 2006. La presidenta ha dicho que el mínimo es el más alto de Latinoamérica. Lo mismo señaló el abogado de las patronales, Funes de Rioja. ¿Qué coincidencia, no? Es que ambos (gobierno y patronales), con el acompañamiento, por supuesto, de la CGT oficial -representada en la reunión en el Consejo por el burócrata de la UOCRA y buchón de la dictadura, Gerardo Martínez- y Yasky, hablan en la misma sintonía, cuando se sabe que con ese monto no se puede vivir. Es lo mismo que el chiste del INDEK, de que se puede comer con 6 pesos por día. Según reveló la Junta Interna de ATEIndec, esa falsedad surge porque Guillermo Moreno computa el kilo de pan a $3,90 (no los 12 pesos reales), la leche a 2,60 (cuando en los supermercados está a 5,50 pesos) y el asado a 12,70 (versus los 35 de las góndolas). El mismo organismo que dice que en Chaco casi no hay desocupados. El aumento, a su vez, sólo comprenderá a 150 mil trabajadores. Y será de “referencia” para los trabajadores en negro. Lo cierto es que tanto el salario mínimo como el promedio de lo que perciben los trabajadores en el país, siguen representando salarios de pobreza. Moyano cuestionó la reunión del Consejo del Salario diciendo: “El último acuerdo no fue un acuerdo, fue una imposición. ¿Qué circo vamos a ir a hacer? El Gobierno siempre hace parodias. Que lo den por decreto y punto. No hacemos la pantomima de reunirnos con el Estado y los empresarios”. Hay que reclamarle, entonces, que implemente un plan de lucha nacional para lograr salarios dignos para todos los trabajadores del país. |
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