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Escribe:
Yoel Rojo
De la Sota
Un gobernador acorralado por la crisis y las luchas
El gobernador De la Sota quiere ser presidente en 2015, pero gobierna una provincia que entre el PJ, la UCR y el juecismo la han casi fundido. Para obtener recursos ajusta a jubilados y trabajadores, mientras sigue dándoles concesiones a las patronales. Ante esto, los dirigentes sindicales “hacen” que luchan, mientras las bases movidas por la bronca contra los gobiernos nacional y provincial se movilizan para derrotar el ajuste y la represión. Para ganar hay que imponer un plan de lucha desde las bases.
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La policía reprime mientras De la Sota y Macri se reunían con fines electoralistas |
De la Sota está acorralado por el enorme endeudamiento provincial, sus aspiraciones presidenciales para el 2015 y las movilizaciones y paros. Por eso en el término de 15 días ha embestido dos veces contra el gobierno nacional, reclamándole vía la Corte Suprema los 1.040 millones que le adeuda la ANSES por el déficit de la Caja de Jubilaciones provincial y ahora va por la devolución del 15% de la coparticipación, que le retiene la Nación. Pero además, esta semana se sacó la foto con Macri, que estuvo en Córdoba. Sabiendo que todo esto enfurece a la presidenta.
¿Por qué lo hace? Porque no tiene otra salida, ni tiene más tiempo para seguir dilatando su “rebelión”. La deuda provincial ya llega a los 21.000 millones de pesos, el equivalente a todo su presupuesto anual, y entre capital e intereses este año debe desembolsar 3.962 millones.
Corre el riesgo de no poder seguir pagando puntualmente los salarios y esto sería mortal para sus aspiraciones de ser candidato a presidente. También sabe que ésta es una larga pelea judicial de resultado incierto, por eso decidió ajustar a los jubilados provinciales, que cobrarán sus aumentos seis meses después que los activos, con lo que espera “ahorrar” unos 240 millones de pesos anuales. También intenta ajustar a los trabajadores y sectores populares con una tasa que aumenta el litro de las naftas entre 20 y 40 centavos y el GNC en 15 centavos. Con esto recaudaría otros 700 millones. Si es que logra imponerlo, porque empieza a haber llamados por radios y redes sociales para rechazarlo, el gobierno nacional se dispone a vetarlo por temor a que lo utilicen otras provincias y el sindicato petrolero ya le declaró un paro de 24 horas, porque hay 80 estaciones de servicio en las fronteras provinciales que podrían quebrar.
El rol de la burocracia sindical
El robo a los jubilados se combina con la bronca por los bajos salarios y es lo que ha presionado a la burocracia de los gremios estatales para que resuelvan en reuniones de cúpulas un “plan de lucha de largo alcance”, porque supuestamente esta lucha es larga. Así han implementado marchas donde algún gremio convoca a paro y los otros marchan con sus “cuerpos orgánicos”. Su verdadero objetivo es desgastar a la base con movilizaciones intrascendentes para terminar llevando esta lucha a la vía muerta. Confiando esta vez en la justicia, con el pedido de inconstitucionalidad de la ley votada por el PJ. En la reforma previsional de 2008 terminaron juntando 50 mil firmas para una consulta popular que jamás se realizó. Pero esta vez juegan con fuego.
Para ganar, la base debe participar y decidir
El verdadero problema que existe hoy es que, por la falta de una dirección alternativa a esta burocracia sindical, todavía no hay una verdadera participación organizada de la base para superarlos e imponer un verdadero plan de lucha. Hasta ahora, la base se moviliza por la bronca al gobierno nacional que exige la “armonización” de las jubilaciones (una encuesta del 15 de agosto muestra que el 74% de los cordobeses desaprueba a Cristina Kirchner) y por supuesto contra De la Sota, que lejos de ajustar a la gran patronal, sigue otorgándoles concesiones -como a los Calls Centers, a los que les prorrogó la eximición de todos los impuestos por otros 10 años.
Hay que impulsar asambleas en los lugares de trabajo para exigir un plan de lucha que comience con un paro provincial y medidas progresivas votadas por un plenario provincial de todos los delegados estatales con mandatos de base, y desde allí convocar a toda la población para derrotar este ajuste.
La “armonización” de Cristina es ajuste
Sobre la reforma previsional aprobada por De la Sota, entrevistamos a nuestra legisladora Liliana Olivero para que nos diga qué es la “armonización” de Cristina. Esto nos dijo.
El sistema previsional de Córdoba tiene diferencias importantes con el nacional. En este sentido, “armonizar” significa adoptar el criterio nacional, modificando diversos aspectos.
En primer lugar, los trabajadores estatales de Córdoba (administrativos, salud, educación, bancarios, empresa de energía, judiciales, legislativos y municipales) realizamos un aporte personal del 18% -a diferencia del aporte nacional que es del 11%-, mientras la contribución patronal es del 22% -siendo del 14% promedio en el nacional. Otra diferencia es que el haber jubilatorio inicial en Córdoba se calcula en base al 82% del promedio salarial de los últimos cuatro años, mientras que a nivel nacional se toman los últimos 10 años (Cristina vetó el 82%). En tercer lugar, el aumento salarial que se otorga a los 180.000 activos aportantes a la Caja de la Provincia lo percibían los 90.000 pasivos en forma inmediata. Los jubilados nacionales, en cambio, perciben el aumento de sus haberes dos veces al año, según una fórmula matemática de caprichosa interpretación.
La última reforma de De la Sota, votada entre gallos y medianoche el 8 de agosto, establece que todo aumento otorgado a los activos, los jubilados lo cobrarán ahora seis meses después, pulverizando el 82% móvil a causa de la inflación. Es por ello que en Córdoba estatales y jubilados están luchando.
Desde hace 10 años, Unión Por Córdoba (PJ cordobés) viene “armonizando” con la Nación, pasando la edad jubilatoria de 58 años para los hombres y 55 para las mujeres a 65 y 60 respectivamente, conforme el sistema nacional. Y el cálculo inicial, que antes se hacía tomando como base el último salario, hoy se calcula en base al promedio de los últimos cuatro años, perdiéndose así el cargo testigo, que es la mejor forma de mantener la movilidad jubilatoria.
Es decir, el peronismo cordobés ya viene ajustando. Pero Cristina pide más ajuste: llevar a 10 años el cálculo del haber jubilatorio y terminar con los aumentos automáticos, liquidando el 82% móvil para siempre.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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