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Editorial
Lo que no se dice por cadena nacional
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Ocurrió el domingo pasado en el partido Boca-Argentinos Juniors. Al momento de salir la hinchada local -y ante la larga espera para que primero lo haga la visitante por seguridad- alguien le gritó a los custodios policiales: “Déjenme salir que tengo que ver a Cristina en cadena nacional”. La parcialidad estalló en risas. Una muestra que en vastos sectores populares, si bien en esta oportunidad se expresó en chiste, la presidente empieza a impacientar. Cristina llegó al extremo de brindar un discurso en diferido justo en hora pico, a las 22, cuando se emiten programas muy vistos. La audiencia bajó de 53 puntos a 20. Algo insólito que sólo puede superar el chavismo.
“Las cadenas nacionales son legales”, justificó la primera mandataria, para embestir contra la otra cadena, la “del miedo y del desánimo”, que encarnan los medios opositores.
Lo que no es “legal” -y forma parte de su doble discurso-, es el uso abusivo de los medios para mostrar que el gobierno estaría combatiendo los grandes males sociales y a la derecha, cuando la realidad muestra lo opuesto. O que otorga derechos democráticos como quiere hacer creer con el llamado “voto joven”, cuando su objetivo es avanzar en su cruzada rereeleccionista.
Sin ir más lejos, veamos la noticia aparecida en el diario oficialista Página12 del pasado domingo. El gobierno reconoció que expertos estadounidenses en Seguridad Nacional capacitarán a personal del Ministerio de Defensa para control de disturbios y antiterrorismo con el uso de las Fuerzas Armadas Argentinas. Intervendrían el Brigadier Mayor (R) Richard Goetze, un veterano de los bombardeos sobre Vietnam, y Anne McGee, coronela de la Fuerza Aérea que preparó y coordinó todas las Ordenes de Despliegue del Pentágono “en apoyo de operaciones en Afganistán e Irak”. Todo bajo este gobierno auto titulado “progresista”.
Lo que tampoco sale en la cadena nacional oficial “del entusiasmo”, es que después de expropiar el 51% a Repsol, el gobierno prepara en YPF un aumento de las naftas (se dice del 40%) y acaba de contratar a la multinacional inglesa British Petroleum para importar gas. La misma que nos roba el petróleo de Malvinas.
Otra muestra la dio la reunión de gobernadores mineros, todos kirchneristas, la semana pasada, en defensa de la “actividad minera”. Estaban los de Salta, San Juan y La Rioja, junto al secretario de Minería, Jorge Mayoral, además de representantes de Chubut, Neuquén, Santa Cruz, Mendoza, Jujuy y Catamarca. La Barrick y minera Alumbrera, felices.
También la presidente reconoció la génesis del cepo cambiario. Dijo que el gobierno necesita de los dólares para pagar la deuda externa del cupón atado al PBI que vence a fin de año por 3.500 millones de dólares. Plata que la presidente podría destinar para construir viviendas, escuelas, hospitales, o aumentar los salarios de estatales y docentes, haciendo un compromiso público, esta vez sí, por cadena nacional.
A todo esto siguen sin resolverse los graves problemas sociales. Hubo un nuevo muerto en Jujuy tras la pelea por un pedazo de tierra. Se sigue viajando como animales en el ferrocarril Sarmiento, mucho peor que antes de la masacre de Once, según denuncia el Cuerpo de Delegados ferroviario. En medio crece el déficit fiscal y el gobierno hace todo lo posible para rascar las ollas. A eso obedece el 15% de aumento en las compras con tarjetas en el exterior. O los sermones de Cristina contra los gobernadores, acusándolos de mal administrar las provincias, cuando lo que existe es un ajuste que aplica tanto el gobierno nacional (no pago de las asignaciones familiares o el impuesto al salario –Ganancias-), como los gobernadores, bajo el apriete de la Nación.
El gobernador Peralta de Santa Cruz denuncia un plan de desestabilización del gobierno nacional, pero pide clemencia para endeudarse y “convencer” a los trabajadores de que se les paguen sus salarios con bonos, mientras no toca a los grandes empresarios, petroleras y mineras de esa provincia kirchnerista. Lo mismo hace De la Sota en Córdoba. Posa como “rebelde” ante la coparticipación federal, pero ajusta a los jubilados. Scioli desdobló el aguinaldo argumentando la asfixia de Cristina. Y luego fue la misma presidente quien aflojó algo de dinero, para que el malhumor no siguiera invadiendo a ambos.
Cristina y los gobernadores se acusan entre ellos, pero todos coinciden en que la crisis la paguen los trabajadores y el pueblo, no los capitalistas. Sus peleas radican en quién asume el costo político del ajuste y en sus reacomodamientos electoralistas, no porque tengan “dos modelos distintos”. Todos defienden un mismo modelo en beneficio de Techint, Chevrón, la Barrick, banqueros, cerealeras, automotrices y demás multinacionales. No hay que dejarse engañar.
Lo peor, es que la inflación sigue haciendo estragos. Ya nos tuvimos que bancar que el INDEC diga que se puede comer con 6 pesos. ¡Pero no se puede permitir que se siga haciendo apología de dicha mentira como lo hizo recientemente el gobernador kirchnerista Gioja de San Juan! Acaba de decir que en su provincia “se come por seis pesos”. Y agregó, “aunque esa persona no se va a llenar”. ¡Caradura! El mismo que le entrega todo el oro a la Barrick defiende que una madre embarazada, un trabajador o un niño se alimenten con esa miseria.
Hay una encuesta que midió la “pobreza subjetiva”, es decir, la gente que “se siente pobre” porque no le alcanza el dinero para cubrir sus necesidades básicas. Y dio 74%. No es para menos.
Mientras hay menos consumo y desaceleración de la economía, los precios siguen por las nubes. Hubo suspensiones con reducción salarial como en la Renault de Córdoba y otros lugares. Es decir, los males populares continúan.
Ante esto, Hugo Moyano y su CGT, después del paro exitoso con movilización a Plaza de Mayo del pasado 27 de junio, no dio ninguna continuidad a la lucha. Solo hizo una marcha testimonial al INADI donde ni siquiera fue el propio Moyano. Hará una marcha antes de fin de mes a tribunales para pedir se investigue la muerte de Rucci, ocurrida en los ´70. Y está juntando firmas para el pago de las asignaciones familiares a todos los trabajadores. Dice que en octubre haría una marcha al Congreso, para reclamar una ley que contemple aquel pedido y la baja del mínimo no imponible de Ganancias. Pero las conquistas la vamos a lograr con lucha y movilización.
A su vez, Moyano se reunió con la UCR, ya lo había hecho anteriormente con Binner, Duhalde y la Federación Agraria, entre otros sectores. Y muestra simpatía por Scioli y De la Sota. Pero de la mano de estos políticos patronales no habrá salida para el pueblo trabajador.
Es necesario reclamar a Moyano y a la CGT un plan de lucha nacional discutido y debatido en la base. Sumando a la CTA Micheli. Para que se cumplan los reclamos que se llevó en junio a la plaza histórica. Y que apoye las luchas en curso. Para ello hay que impulsar asambleas y Cuerpos de Delegados con mandato. Apoyando al nuevo sindicalismo que se presentó con la Bordó contra la Verde de Pedraza en las elecciones ferroviarias (ver páginas centrales). A la oposición en las elecciones docentes en ATEN Neuquén. A la lista alternativa Obrero Gris en el sindicato Ceramista. Mientras llamamos a enfrentar el modelo kirchnerista y a la oposición patronal, construyendo Izquierda Socialista como parte del Frente de Izquierda.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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