El
Socialista es una publicación de Izquierda Socialista
Editorial
¿Los que reclaman son de “derecha”?
El gobierno de Cristina Kirchner atravesó una serie de tropiezos en las últimas semanas. Salvo el triunfo de Chávez, no ha tenido nada para festejar. Está claro que su iniciativa política se ha opacado. El malhumor social abarca a más capas de la sociedad.
Su paso desafortunado por la Universidad de Harvard, el mantenimiento del cepo al dólar -mientras el gabinete amarroca en billetes verdes-, la defensa irrestricta del deplorable Guillermo Moreno, las frases tipo “si en Argentina existiera una inflación del 25% estallaría todo” o las declaraciones del ministro Alak, diciendo que el secuestro del testigo Alfonso Severo tuvo que ver con Clarín y la Ley de Medios, son desbarranques que dejan expuesta a la figura presidencial ante millones, como que miente y vive en un mundo de fantasías. Donde hasta se puede jactar de postularse para la re-relección, mientras los graves problemas de fondo siguen sin solución.
Por si faltaba algo, se dio el papelón internacional con la suspensión del partido Argentina- Brasil por la “pinchadura de un cable”, según dijo el gobernador kirchnerista Capitanich, mientras De Vido y Kicillof hacen esfuerzos sobrehumanos para decir que hemos superado la crisis energética.
Esto ha generado un cuadro distinto al de meses atrás: por primera vez desde las elecciones pasadas la imagen negativa de la señora presidenta supera a la positiva. Algo que empezaron a decir algunas encuestas y se palpa en la calle. El gobierno creyó -parafraseando al Raúl Alfonsín de los años 80- que con el 54% de los votos “se come, se cura y se educa”. Pero no es así.
Desde el cacerolazo hay un momento distinto, donde la predisposición a reclamar ha crecido. La rebelión de sectores rasos de la Prefectura y Gendarmería ha develado que hay un ajuste en curso. Y que los pagos en negro y la precarización laboral tienen como responsable al gobierno nacional, el mayor empleador en negro.
Así como el crimen de Mariano Ferreyra deschavó el negocio mafioso de la tercerización laboral, el reclamo de la base de las fuerzas de seguridad puso en el tapete este flagelo que abarca a gran parte de trabajadores estatales, docentes y de la salud. Hay 40.000 empleados estatales nacionales en negro, sin contar los provinciales y municipales. Mientras el gobierno hace campaña “por el trabajo registrado”, desde que asumió el kirchnerismo hay un millón de nuevos empleados del Estado que cobran en esa condición. Y por la crisis, en el último trimestre, 72.000 trabajadores en blanco fueron despedidos.
El gobierno se vino jactando que en Europa se ajusta y acá no. Pero los recortes y el impuesto al salario, los pagos en negro, las apelaciones a las sentencias para no actualizar las jubilaciones, el no pago a todos de las asignaciones familiares o los aumentos de 0% en algunas provincias, como le están haciendo a los docentes de Santa Cruz, indica que hay un ajuste nacional que también aplican los gobernadores. Sean K, o anti K. En esto coinciden todos. Tanto los oficialistas como los “opositores”, como el cordobés De la Sota, el derechista Macri o el centroizquierdista del FAP de Santa Fe, Antonio Bonfati.
El gobierno -acompañado por algunos partidos de izquierda, lamentablemente- ha montado una campaña sucia diciendo que todo aquel que protesta o reclama es de derecha, desestabilizador o quiere un golpe. Para concluir que la única tabla de salvación es el “progresismo” encarnado en el peronismo kirchnerista. Esto intenta confundir a sectores de trabajadores y jóvenes, para convencerlos a que no reclamen y apoyen al gobierno. Pero no lo están logrando. Una prueba es que este miércoles hubo una nueva marcha de trabajadores a Plaza de Mayo, otra importante movilización que logró la aparición del testigo Severo cuyo secuestro demuestra que las patotas sindicales siguen en la impunidad apañadas por este gobierno, los secundarios toman colegios, pelean los maestros bonaerenses y de otras provincias y millones cuestionan las medidas autoritarias del gobierno.
Los trabajadores piden que no les roben el salario, la clase media se expresó contra la re-reelección, los sectores bajos de las fuerzas de seguridad que no les recorten los salarios a la mitad. ¿Qué hay de derecha en estos reclamos?
Más bien, es el gobierno el que convive con ella. ¿Quién si no está gobernando para los banqueros y multinacionales? ¿Acaso no es el kirchnerismo quién está pagando puntualmente la deuda externa al imperialismo con el verso de que nos estamos desendeudando? ¿Quien criminaliza la protesta social y votó la Ley Antiterrorista sino el oficialismo? ¿Y la entrega del oro a la Barrick, el petróleo y el gas a la Chevrón y el pacto con los Gordos de la CGT, no es propiciado por la propia presidenta?
No hay que dejarse engañar. El mayor espacio para reclamar tiene que ser aprovechado por los trabajadores y demás sectores populares para imponer sus propios reclamos. Y brindar una salida de fondo, económica y política. Primero, apoyando las luchas en curso. Por eso paramos y marchamos este miércoles a Plaza de Mayo reclamando un paro nacional y plan de lucha. Segundo, levantando un programa obrero y popular alternativo, tanto al “modelo” del gobierno nacional, como a las falsas opciones de los Macri, Alfonsín, De la Sota, Bonfati, Binner o Pino Solanas. Que plantee la reestatización de todas las privatizadas, la suspensión de los pagos de la deuda externa para volcar esos fondos a salario, vivienda, trabajo, salud y educación, la nacionalización de la banca y el comercio exterior, entre otras. Tercero, postulando una alternativa política con el Frente de Izquierda, contra todas las variantes patronales y de la centroizquierda. Para ello llamamos a fortalecer Izquierda Socialista.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
Izquierda Socialista en Internet:
www.izquierdasocialista.org.ar
- www.nahuelmoreno.org
- www.uit-ci.org
El Socialista Registro de propiedad
intelectual: Nº 596282.
Director: Juan Carlos Giordano. Hipólito Yrigoyen 1115 Capital Federal