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Escribe:
Juan Carlos Giordano
Sobreseen al maquinista…
¡Cárcel a Jaime, Schiavi y a los Cirigliano!
El juez estuvo obligado a sobreseer al maquinista. Pero dejó en la impunidad a los funcionarios del gobierno, quienes siguen en libertad, igual que los empresarios de TBA, la familia Cirigliano.
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Momento en que el maquinista Marcos Córdoba es rescatado del tren |
El juez Bonadío dio el veredicto. La lucha popular impuso que las culpas no recayeran sobre el maquinista Marcos Córdoba. Desde un primer momento, tanto el gobierno (a través del ex secretario de Transporte Schiavi) como la empresa TBA, señalaron como culpable al motorman diciendo que estaba borracho, venía hablando por teléfono y, luego, que era epiléptico. Pero Córdoba dijo que no andaban los frenos y no hubo prueba que demostrara lo contrario. Los ferroviarios del Sarmiento, en el mismo momento en que ayudaban a sacar los cuerpos de las víctimas de los hierros, como lo hizo la delegada Mónica Schlotthauer, tuvieron que salir al cruce de estas mentiras. Fue el Cuerpo de Delegados del Sarmiento encabezado por el “Pollo” Sobrero el que desde un primer momento asumió la defensa sindical y mediática del trabajador. Que Córdoba haya sido sobreseído es un triunfo. Pero el resto de la resolución judicial es funcional al gobierno.
Primero, porque procesó a Jaime y Schiavi por “incumplimiento de los deberes de funcionario público”, un delito menor por el cual nunca irán presos. Y porque no les atribuyen culpas en la masacre, cuando eran ellos quienes les daban subsidios millonarios a los Cirigliano (TBA) y tenían que controlarlo. Una clara resolución a favor del kircherismo, para absolverlo de cualquier culpa en el hecho. Recordemos que Bonadío lo había aceptado como querellante al gobierno (cuando no era víctima, sino uno de los responsables) y tuvo que retroceder.
A su vez, el juez procesó a los dueños de TBA (Cirigliano) por “asociación ilícita”. Un delito importante. Pero determinó que esa asociación delictiva fue entre sus empresas para beneficiarse mediante una “cadena de la felicidad”, como el mismo magistrado dijo. Es decir, que gastaba los millones que le daba el gobierno en subsidios del Estado para engrosar sus ganancias patronales, no en el ferrocarril. ¿Pero dónde quedó la asociación ilícita que hubo entre Cirigliano, los funcionarios del gobierno y los burócratas sindicales que el mismo Bonadío denunció como parte de una “trilogía siniestra” entre ellos? Puro doble discurso. ¡Encima, Cirigliano, Schiavi y Jaime siguen en libertad! Lo cual fue apelado por el fiscal. Una verdadera burla para los familiares de las víctimas y todos aquellos que sufren a diario un servicio deplorable. “Es vergonzoso que a ocho meses de la tragedia los trenes continúen en las mismas condiciones deplorables”, señalaron los familiares en su crítico documento leído en el acto de Once.
Lo peor es que el gobierno “nacional y popular”, a través del ministro Randazzo, ha querido sacar provecho de este fallo diciendo que todos los males del ferrocarril son “culpa del menemismo”. Pero el kirchnerismo es quien siguió adelante con las privatizaciones menemistas. Es cierto que TBA fue favorecida con la concesión-privatización del Sarmiento y del Mitre con Menem, pero la familia Kirchner vino manteniendo esa política de los años ´90 hasta el día de hoy, beneficiando a TBA hasta la masacre, y ahora a las patronales que puso en reemplazo, con fondos millonarios.
El gobierno estuvo obligado a echar a TBA por la lucha de los ferroviarios y el repudio popular ante la masacre. Pero le dio la explotación del Sarmiento y el Mitre a sus empresarios amigos, quienes formaban parte de la UGOFE, patronal responsable en el crimen de Mariano Ferreyra por dar licencia a la patota de la Verde del Roca para que actuara.
A su vez, la burocracia de la Unión Ferroviaria días antes del crimen había participado del acto sindical en la cancha de River en apoyo a Cristina. Y hoy Pedraza es parte de la CGT Balcarce, funcional al oficialismo. Esto desmiente a Randazzo de que el kirchnerismo no es continuidad, en estos aspectos, del menemismo. En resúmen: se dio un paso al lograr eximir de culpa al maquinista. Pero quedan dos reclamos por los cuales hay que seguir luchando. Uno, que vayan a la cárcel todos los responsables de los 51 muertos y más de 700 heridos: Jaime, Schiavi, Sícaro (de la CNRTquien fue sobreseído), Antonio Luna (de la Fraternidad-subsecretario de Transporte cuando fue la masacre) y los Cirigliano. Todos tienen que ir tras las rejas junto al asesino Pedraza, autor intelectual del crimen de Mariano Ferreyra. También hay que rematarles sus bienes para reparar el daño material y moral a los familiares de las víctimas, obligando al gobierno a que ponga la plata necesaria para tal fin. A su vez, hay que sacarle la concesión del Sarmiento y el Mitre a Metrovías y Ferrovías, y reestatizar todo el ferrocarril para ponerlo a funcionar bajo gestión y control de los trabajadores ferroviarios y usuarios. Única forma de evitar más masacres y poder prestar un servicio seguro, eficiente y accesible para las amplias mayorías populares.
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