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Igual que Cristina…Peronistas y radicales ajustan en CórdobaDe la Sota y Cristina Kirchner se pelean en las alturas. Incluso con reclamos ante la justicia. Pero eso no impide que ante las primeras consecuencias de la crisis mundial del capitalismo, provocada por patrones y especuladores de toda laya, acuerden siempre en hacérsela pagar a los trabajadores y los sectores populares. Los demás partidos patronales los imitan o acompañan allí donde gobiernan.
La presidenta y el gobernador están “furiosamente enfrentados” por sus candidaturas para el 2015. La televisión lo reflejó esta semana en la fábrica Renault, cuando la ministra Débora Giorgi se fue del acto de presentación de un nuevo modelo, luego que De la Sota en su discurso le reclamara más dialogo al gobierno nacional y coincidiera con la eliminación del impuesto al trabajo. Pero esas diferencias se transforman en coincidencias a la hora de decidir cómo enfrentar las consecuencias en nuestro país de la crisis mundial. Y en el caso del mandatario cordobés, las ocasionadas por esa crisis y por el no envío de fondos de la nación a una provincia endeuda en 21.000 millones de pesos y que el año próximo debe afrontar pagos totales por 1.600 millones de pesos en concepto de capital más intereses, a pesar de la moratoria de la deuda con la nación hasta diciembre de 2013. El 90% de ella es en dólares a un tipo de cambio de $5,10. Ante la grave situación, ambos aplican una misma receta. Ajustan a trabajadores y sectores populares con impuestazos, tarifazos, aumentos de salarios y jubilaciones por debajo de la inflación. También con presupuestos subvaluados para utilizar los fondos excedentes en el clientelismo político o en prebendas a los empresarios amigos, donde -además- reducen gastos en salud, educación, obras y viviendas. Por eso con la nueva ley previsional de De la Sota, los jubilados cordobeses perciben aumentos muy inferiores al 82 % y lo cobran medio año después que los activos. Así se ahorra 900 millones de pesos. Además impuso la “tasa vial”, por la cual las naftas y GNC son 30 y 40 centavos por litro más caras que en el resto del país. Así recaudará alrededor de 517 millones de pesos. Y prepara para fin de año un nuevo aumento del inmobiliario urbano y de las tarifas de luz, peajes y agua. Esto se refleja en el presupuesto que hará votar en la Unicameral, calculado sobre la base de la “pauta nacional”. Es decir: Inflación 10,8%, crecimiento de la economía 4,5% anual, aumento salarial 12% y un dólar a $5,10; prevé un aumento promedio del impuesto inmobiliario urbano del 30%, que representa un incremento de recaudación de 350 millones de pesos. Además la alícuota de ingresos brutos (que se traslada a los precios) pasará del 4 al 5%. También figura la autorización para endeudamiento de corto plazo por 800 millones de pesos. El ajuste radical Pero esto no lo hace solo el peronismo. El radical Mestre, que dirige la intendencia y controla el Consejo Deliberante de la Capital cordobesa -con la excusa del estado en que quedó ésta luego del paso de Luis Juez y Giacomino-, también dibuja el presupuesto municipal, mientras aumenta tasas, impuestos y llevará el boleto de colectivo a 4,50 pesos. Además, propone cobrarle un sobreimpuesto a todos los frentistas que tengan entrada de garajes. Esta doble imposición se suma a la sobretasa que ya cargó en la boleta de agua para “futuras” obras de cloacas. ¿Por qué pueden ajustar? Peronistas y radicales han avanzado en estas medidas porque la burocracia sindical en general y la de los gremios estatales en particular han concretado una traición tras otra en estos últimos años. Ésta sigue dirigiendo las luchas, no por falta de voluntad y decisión para pelear de la base, sino producto de la falta de una dirección alternativa, debido a la división de la vanguardia, que provoca confusión y debilidad a la hora de enfrentarla. Esta unidad para derrotar a la burocracia es imprescindible lograrla en las luchas y en las elecciones sindicales, a partir de agrupaciones y listas amplias de oposición, para empezar a construir un polo unitario, combativo y con plena democracia sindical. Un polo, como tantas veces ha demostrado ser y lo ratificó en el último paro general de la CGT-CTA, el Cuerpo de Delegados del Ferrocarril Sarmiento en Buenos Aires y la lista Bordó. Siempre en el marco de seguir construyendo el Frente de Izquierda, poniendo la banca de nuestra diputada Liliana Olivero al servicio de las luchas y de una alternativa política de izquierda, ante las distintas variantes patronales de la provincia. |
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