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Escribe:
Francisco Moreira
Siria
Rebeldes toman aeropuerto militar en Aleppo
Milicianos conquistaron aeropuerto militar cerca de la ciudad de Aleppo. Es un golpe estratégico de los rebeldes en la lucha por liquidar el régimen genocida de Al Assad. El régimen bombardea los territorios controlados por el Ejército Sirio Libre. Hay más de 60 mil muertos en dos años de lucha. Hay que redoblar la solidaridad internacional con la revolución
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Los rebeldes avanzan mientras una versión indica que el dictador Assad pasa la mayor parte del tiempo en un barco de guerra del Mediterráneo, bajo custodia rusa (versión dario saudí Al Watan, reproducido por Clarín del 15/01/2013) |
A pesar de controlar gran parte de las provincias del este y del norte del país, así como varios barrios de Damasco, los rebeldes sirios no habían sido capaces de protegerse de los incesantes ataques del régimen con helicópteros y aviones. Así, por ejemplo, el régimen bombardeó la Universidad de Alepo, dejando el saldo de 80 muertos y 160 heridos el primer día de clases de este año. Ahora, los rebeldes aseguran haber tomado el aeropuerto militar de Taftanaf, desde el que despegaban los helicópteros. La base, situada en la provincia de Idlib, en el noroeste, era un importante centro de suministro y transporte para las fuerzas del régimen. Se trata de la captura más importante de una base desde el comienzo de la revolución, hace 22 meses.
Acorralado, Al Assad expuso un plan de paz, que incluye la celebración de una conferencia nacional entre las partes en conflicto, un referendo sobre una nueva Constitución, la convocatoria de elecciones parlamentarias y la formación de un nuevo Gobierno. Esto, mientras declara que seguirá la lucha contra los “grupos terroristas”.
La ONU debió reconocer que hay más de 60.000 muertos bajo la represión del régimen desde el comienzo de la revolución. Agencias de noticias alternativas afirman que hay más de 200 mil personas arrestadas, más de 30 mil personas detenidas, 65 mil desaparecidos, 2,5 millones de personas desplazadas y unos 300 mil refugiados en los países vecinos.
Sin embargo, el pueblo sirio no se retira de las calles, de las universidades y de los lugares de trabajo. Sigue luchando contra el régimen genocida.
El imperialismo no logra encausar el proceso
Las grandes potencias imperialistas no quieren que se hunda el régimen de Assad. Éste les ha permitido estabilizar las fronteras con Israel y ha colaborado repetidamente en “la guerra contra el terrorismo”, así como en las guerras contra Irak en 1991. Pero ante el avance de la revolución debieron crear en Doha, el 11 de noviembre de 2012, la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS), bajo la égida de Qatar, Arabia Saudita y Estados Unidos. En ese marco, los primeros días de enero en Ginebra, representantes de Rusia y Estados Unidos se reunieron con el enviado especial de la ONU y la Liga Árabe, Lakhdar Brahimi. Allí discutieron una salida que les permita preservar sus intereses en el país y la región manteniendo la estructura de la dictadura, pero sin Al Assad. Sin embargo, una vez más, producto del avance del proceso revolucionario, las potencias imperialistas no lograron llegar a ningún acuerdo certero.
La revolución continúa
La revolución Siria surgió como consecuencia de la crisis económica mundial. Es un capítulo más de las revoluciones árabes que estallaron en 2010. En Siria hay una revolución contra la dictadura de la familia Al Assad y contra sus políticas neoliberales, alentadas por el FMI y el Banco Mundial. La falta de trabajo llega al 25% (55% para los menores de 30 años) y los salarios no alcanzan la inflación, que se elevó al 17% anual desde 2008. El porcentaje de sirios que viven bajo el umbral de pobreza llegó al 33% en 2010, según cifras oficiales. En la agricultura, millares de campesinos del noreste sufren la privatización de la tierra debido a la sequía, desde 2008, provocada por la intensificación de la explotación intensiva de contratistas multinacionales y la perforación ilegal de pozos. A esta realidad hay que sumar la brutal represión al que somete Al Assad a su pueblo. Por eso, los protagonistas de la revolución son los campesinos empobrecidos, los trabajadores y los estudiantes universitarios. La principal forma de organización son los Comités de Coordinación Popular en los pueblos, barrios, ciudades y regiones. Estos comités son la verdadera punta de lanza de la movilización popular. Por su parte, el Ejército Sirio Libre, con sus distintas corrientes internas, representa al pueblo que se defiende contra la represión y es el que ha permitido la continuación de la resistencia, que en los primeros días de este año ha logrado un triunfo estratégico con la toma del aeropuerto militar de Taftanaf. Por eso, vaya todo nuestro apoyo al pueblo rebelde. Llamando a los trabajadores, jóvenes y demás sectores populares del mundo a seguir movilizados por terminar con la dictadura de Al Assad.
Declaración UIT-CI/CEI: “En respuesta a la carta abierta de la izquierda revolucionaria siria”
Transcribimos a continuación la declaración de la Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI) y del Comité de Enlace Internacional (FO Turquía, LI Estado español): “Recibimos con emoción vuestro llamamiento desde Damasco, en el corazón de la revolución popular contra el régimen dictatorial, neoliberal y asesino de Bashar al-Assad. Como hicimos ante las revoluciones en Túnez, Egipto, Libia, Yemen y Bahrein, expresamos nuestro apoyo incondicional al pueblo sirio en su lucha contra este régimen de terror, contra el que las masas se revelaron para poner fin a la represión y la miseria. Consideramos un deber de toda organización que se llame revolucionaria ponerse al lado de esta lucha.
Los protagonistas de la revolución siria son los campesinos empobrecidos, los trabajadores y los estudiantes universitarios que con su impresionante movilización están pagando un precio muy caro en su combate desigual contra este régimen sanguinario. Denunciamos desde estas líneas a los defensores del “socialismo del siglo XXI”, Chávez y Castro y los partidos estalinistas, que apoyan a Al-Assad caracterizándole como “antiimperialista” o “antisionista”. También rechazamos toda forma de intervención imperialista como el rol del CNS y de los gobiernos de Turquía o Qatar, que buscan una “salida negociada” y no el triunfo de la revolución siria. Creemos que apoyar a la revolución siria o estar en frente de ella es una línea divisora en el movimiento de la izquierda revolucionaria y sabemos muy bien de qué lado debemos estar.
Vuestro papel como organización revolucionaria en este proceso es vital para conseguir la derrota del régimen y la construcción de una nueva Siria para los trabajadores Queremos ofreceros todo el apoyo que os podamos brindar desde nuestras humildes fuerzas. Esperamos que nos hagan llegar propuestas para intentar concretar ese apoyo. Saludos revolucionarios”.
Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.
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