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Escribe:
Juan Carlos Giordano
Cristina con jeques, príncipes y empresarios
La presidenta está de gira con Guillermo Moreno y 200 empresarios por los Emiratos Arabes, Indonesia y Vietnam. Se reunió con príncipes y califas que vienen gobernando por tiempo indeterminado. Y anunció inversiones salvadoras. ¿El “modelo” kirchnerista está al servicio del pueblo trabajador o de las ganancias capitalistas?
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Alojada en el hotel más caro del mundo -3.600 dólares la noche, de mármol, onix y oro-, la presidenta Cristina Kirchner pasa estas horas en Abu Dhabi, la capital de Emiratos Arabes, gobernada por hombres que se reeligen a dedo y para siempre. El presidente emiratí ocupa el cargo desde que murió su padre (2004), tras gobernar durante 33 años.
Acompañan a la mandataria el secretario de Comercio Guillermo Moreno (que oficia de “ministro de Economía”, patotero e interventor del Indek) y 200 empresarios, entre ellos Marcos Britos (Banco Macro), Electroingeniería, Adidas, Bunge Argentina, London Supply (aeropuertos de la Patagonia que cobran tasa de embarque por vuelos de cabotaje) y representantes de la Cámara de Importadores, entre otros llamados “burgueses K”, apadrinados por la presidenta para hacer negocios.
Ante la crisis capitalista, el gobierno busca desesperadamente conquistar mercados para sus patronales y banqueros. Y anuncia fabulosas inversiones, como si los capitales extranjeros fueran nuestra tabla de salvación. Nunca lo fueron, ni antes, ni mucho menos ahora en medio de la peor crisis capitalista mundial. Hacer campaña diciendo que los fondos de inversión van a venir al país en beneficio del pueblo trabajador es una tomada de pelo. El mismo verso que aquel cuento chino de Néstor Kirchner, anunciando años atrás una inversión de la dictadura china por 20.000 millones de dólares, que nunca llegó. Y lo que llegó fue para el saqueo (como en petróleo) y la corrupción.
Cristina se reunió con el presidente del mayor fondo de inversión mundial que maneja 627.000 millones de dólares (ADIA), 25% del cual financia obras en países emergentes. Pero ese dinero está puesto al servicio de “inversiones en los mercados internacionales, acciones, bienes raíces y fondos de inversión”, es decir, de la especulación y negocios capitalistas, no de la producción. Fondo que ya está presente en el país, en las terminales del Puerto Río de la Plata y cadenas hoteleras. Anunciándose negocios en ganadería, agricultura, minería y energía.
“Somos absolutamente complementarios con la Argentina”, dicen los jeques árabes. Lo mismo repite el gobierno. El “complemento” consiste en venderles alimentos (materias primas) a cambio de inversiones saqueadoras. Como hacen las petroleras o las mineras (ver en esta misma página).
“La Argentina no busca clientes, sino socios”, dijo Cristina. Es decir, asociarse con capitales internacionales que solo buscan ganancias sin riesgo. Capitales que vienen siendo beneficiados con eximiciones de impuestos y otros privilegios.
La Fragata, la “soberanía” y la deuda
Bajo un público K traído de varios puntos del país, al recibir a la Fragata Libertad Cristina quiso recuperar la iniciativa política hablando de “soberanía”. Dijo: “Desde el año 2005 venimos haciendo honor a esa deuda con nuestro propio trabajo y esfuerzo, sin pedir un solo peso a nadie… en estos años en que hemos honrado la deuda que otros contrajeron… Quería decirles que precisamente este año que ha transcurrido en esta fenomenal crisis global la Argentina ha pagado de deuda más de 11.000 millones de dólares. El último vencimiento, el de diciembre, cupón de crecimiento por más de 3.500 millones, constituye el pago a tenedores privados más importante del año 2001 a la fecha”. Una clara pieza probatoria de que el peronismo kirchnerista es dependencia y pagos puntuales de una deuda contraída por la dictadura y reconocida por los sucesivos gobiernos, que sólo nos ha traído hambre, pobreza y dependencia. Y que Argentina sigue adelante con el modelo capitalista que inauguró la dictadura y luego continuaron Menem y la Alianza (siendo una semicolonia capitalista puesta al servicio de las ganancias de las multinacionales y del imperialismo).
La presidenta también fustigó a los fondos buitre, pero ya tiene todo preparado para reabrirles el canje si así lo dispone la justicia estadounidense.
Las frases en el mismo acto tales como: “también decía el general San Martín que vamos a pelear, y cuando no tengamos nada pelearemos en pelotas como nuestros hermanos los indios”, no hace más que confirmar que la política oficial transcurre por un carril opuesto. Precisamente si Argentina dejó de ser colonia es porque se rebeló contra los Reyes de España combatiendo en todos los terrenos a los conquistadores, al revés de lo que hace el kirchnerismo.
Hay que tomar medidas de fondo
En vez de “asociarse” con capitales extranjeros, poniendo a la Argentina al servicio de negocios capitalistas y seguir pagando una deuda usurera, para enfrentar la crisis mundial y las secuelas nefastas de este “virtuoso modelo patronal” hacen falta medidas opuestas a las que aplica el gobierno (y los gobernadores “opositores”). Hay que dejar de pagar la deuda externa para invertir en salarios, jubilaciones, trabajo, salud, educación y viviendas. Hay que nacionalizar la banca y el comercio exterior. Hay que reestatizar todas las empresas privatizadas. Y cobrar un fuerte impuesto a las multinacionales, bancos y pooles de siembra en el camino de expropiarlos, para volcar esos enormes fondos y recursos al servicio de solucionar los graves problemas sociales, entre otras medidas. Como parte de un plan alternativo obrero y popular que vendrá de la mano de una gran lucha nacional por liberarnos de los capitales que nos saquean y expolian. Combatiendo al capitalismo y tomando medidas socialistas. Propuestas por las cuales el Frente de Izquierda llama a luchar contra todas las variantes que ofrecen los políticos patronales.
Acto por la Fragata Libertad: El más puro clientelismo K
Es conocido el manejo clientelar que hace el gobierno de la estructura del Estado para engrosar la concurrencia a sus actos. El operativo montado para el acto en la recepción de la Fragata Libertad en Mar del Plata superó todos los récords.
Desde temprano, el propio 9 de enero, varios ómnibus de larga distancia aparecieron estacionados frente a distintas reparticiones estatales para “facilitar” la participación de los trabajadores en la ciudad feliz.
El caso más emblemático fue el del INDEC, donde se vio al propio director del organismo, Norberto Itzcovich, en horas tempranas “supervisando”, lista en mano, que los empleados llenaran los micros. A quienes concurrieron se les dio una vianda elaborada en el propio organismo y asueto al día siguiente.
También los sindicatos oficialistas tuvieron que recurrir al clientelismo para llenar los colectivos. Así es como desde la burocracia de la lista celeste de CTERA se ofrecían cuatro días en Mar del Plata con todo pago a quienes nutrieran sus columnas en la movilización oficialista. ¡Una vergüenza!
Las mineras de pic-nic
El secretario de Minería Jorge Mayoral se reunió este lunes en Vancouver, Canadá, (centro minero mundial) con multinacionales del sector, anunciando que “invertirán” 20.000 millones de dólares este año en el país. Las mismas mineras que según el Banco Central obtuvieron en 2010 una tasa de ganancia del 40%, la más alta entre las empresas extranjeras radicadas en Argentina.
Mayoral se reunió con la Barrick (que explota Veladero y Pascua-Lama), Toyota y Mitsubishi (extraen litio en Jujuy), Panamerican Silver (que actúa en Santa Cruz), Yamana Gold, la suiza Xstrata (Bajo de la Alumbrera), entre otras. También se reunió con el Royal Bank, quien financia las inversiones canadienses. Hasta el oficialista Página12 de este martes 15 tuvo que reconocer que estas multinacionales hacen grandes negocios con el saqueo de nuestros minerales, “un recurso no renovable y escaso en el mundo”. Y que el gobierno encara este anuncio cuando poblaciones enteras rechazan la megaminería.
Cristina y las petroleras: Se profundiza el saqueo
En la primera resolución del año del Ministerio de Economía, el gobierno kirchnerista entregó millones de dólares de recaudación a las multinacionales petroleras. Durante los últimos años las petroleras obtenían una ganancia de US$ 42 por barril exportado: desde el 3 de enero de este año ganarán por el mismo barril US$ 70.
El cambio radica en “quitar” las compensaciones a las exportaciones de petróleo que se adicionaban a los US$ 42 cobrados por barril, aumentando sus ganancias fijas en un 60%. La única condición es que el valor internacional del barril supere los US$ 80, algo que se viene cumpliendo (salvo escasos momentos) desde 2008.
Su precio actual ronda los US$ 94, es decir que de cada barril que se extrae del país las multinacionales se llevan el 75% de su valor. Ese dinero va a sostener a las casas centrales que operan en los países imperialistas (como Chevrón en EEUU), para sostener sus ganancias ante la crisis capitalista mundial. Mientras el gobierno sigue usando la expropiación parcial de YPF para encubrir que sigue el saqueo de nuestro petróleo.
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