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InflaciónCristina culpa al puebloAnte el constante aumento de precios la presidenta Cristina Fernández dijo que hay que dejarle de comprar a quienes aumenten (hacerles un “vacío”) y a caminar para encontrar buenos precios. “¿Me querés cobrar esto? No te lo compro, guardátelo y comételo”, dijo. Como si esto fuera la solución. Cristina difunde una falsa idea, dando a entender que si no se le compra un producto a un empresario estará obligado a bajar su precio. Puso de ejemplo cuando Néstor Kirchner lanzó el boicot contra la Shell. ¿Significó que esa multinacional mermara los precios y dejara de ganar? Para nada. Los precios no bajan o suben porque se consuma más o menos, sino que dependen de la voluntad de los monopolios formadores de precios. ¿Por qué? Porque a los precios los fijan en forma monopólica un puñado de empresarios y multinacionales. Cualquier análisis por sector muestra que una, dos, o a lo sumo tres grandes firmas concentran la inmensa mayoría de los productos que se ofrecen en cada rubro. ¿Alguien tiene dudas que si sólo hay dos empresas controlando todo el mercado de gaseosas no es “el libre juego de la oferta y la demanda” el que fije los precios, sino la decisión monopólica de esas firmas? Lo mismo podemos decir de los lácteos, los artículos de limpieza y otros productos. También están monopolizadas las redes de comercialización, donde cada vez más un grupo reducido de grandes hipermercados concentran las bocas de expendio minoristas. Por otra parte, le preguntamos a la señora presidente. ¿Cómo se hace para “no comprar” un viaje en colectivo o en subte? Si no tenés plata para el boleto fuiste, no viajás. ¿Y la Ley de abastecimiento? Cristina agregó: “Si no te defendés vos, no te defiende nadie”. ¡Reconociendo que su gobierno “nacional y popular” no está para defender a las amas de casa de la suba de precios! Pero el gobierno (que controla el Estado) tiene poderosas herramientas para enfrentar la inflación. No lo hace, porque no tiene ninguna decisión política para ello. Al revés. En vez de combatir la inflación, la viene fogoneando, acordando con los empresarios aumento de precios; subiendo las tarifas del transporte, agua luz e impuestos y tasas municipales junto a gobernadores e intendentes; o diciendo -como ahora Guillermo Moreno- que el dólar oficial llegará a 6 pesos este año (devaluación del 20% en beneficio de los exportadores y en perjuicio de los salarios). ¿Por qué no impone precios máximos y pone en práctica la Ley de Abastecimiento que autoriza a multar, clausurar, encarcelar y hasta expropiar a aquel que viole un control de precios o acapare mercaderías para producir faltantes? No se trata de salir a perseguir al pequeño comerciante, sino hacer caer todo el peso de la ley sobre las grandes cadenas de supermercados y frigoríficos, los que terminan definiendo los precios para el resto de los establecimientos. Cristina dijo, además, “que obligar a acordar precios no sirve” ya que no dan resultado porque los comerciantes no los respetan, ya sea vendiendo por encima de esos valores o acaparando y haciendo “desaparecer” los productos de las góndolas. Pero nunca un gobierno en la historia del país se jugó a fondo para frenar la escalada de precios tomando medidas de fondo contra las grandes patronales que los forman. En todo caso siempre se hicieron pactos supuestamente “para frenar precios y salarios”, con lo cual, los que siempre terminaron perdiendo fueron los salarios. Nunca se aplicó mano dura contra los formadores de precios por la propia esencia de estos gobiernos patronales: tanto en dictadura, como con la UCR y el PJ, los grandes beneficiarios han sido los capitalistas, no los trabajadores. Medidas contra la inflación Para combatir a la inflación no van las recetas de la presidenta al mejor estilo Lita de Lázzari. La salida pasa por tomar medidas de emergencia y de fondo. 1-Imponer precios máximos y su congelamiento para todos los productos de la canasta familiar. Esto significa definir un precio para un artículo el cual debe ser rigurosamente respetado, otorgándole la potestad de control a las organizaciones de trabajadores y consumidores. 2-Eliminación del IVA de la canasta familiar, lo que permitiría la reducción inmediata de un 21% en el precio de esos bienes. 3-Implementación de la Ley de Abastecimiento bajo apercibimiento de expropiar a los monopolios formadores de precios, ya se trate de exportadoras de granos, empresas agroalimenticias o cadenas de hipermercados. 4-¡Basta de índices truchos! Terminar ya con la intervención del INDEC, restableciendo en sus puestos a los técnicos desplazados y recalculando todos los indicadores desde el momento del comienzo de la intervención. 5-Aumento inmediato de salarios (jubilaciones y planes sociales) al valor de la canasta familiar, que ya supera los 7.000 pesos. J.C.G. |
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