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Mientras el salario no alcanza…El kirchnerismo y la oposición se aumentan las dietasMientras el gobierno del PJ kirchnerista quiere fijar un techo del 20% en las paritarias y pide “responsabilidad” en los reclamos salariales, se acaba de concretar un aumento en las dietas de senadores y diputados nacionales llevando sus ingresos a casi 50.000 pesos. Además, los parlamentarios que viven en el interior cobrarán 5600 por desarraigo (¿“desarraigo” de qué?) y 40 tramos de transporte aéreo y terrestre que pueden canjear por pesos. Como si fuera “todo por el mismo precio”, el presupuesto de ambas cámaras subió un 40% para este año, dinero para que los políticos patronales hagan campaña tranquilos en un año electoral con plata que paga el pueblo. El kirchnerismo en boca del vicepresidente “Amado” Boudou defendió la repudiable medida. ¡Después se queja de que lo silben en los actos! O Kicillof, que reprobó ser escrachado, cuando en Uruguay tiene inversiones inmobiliarias en dólares, billete que le niegan a cualquier persona aunque sea para resguardarse de la terrible inflación. Mostrando hechos inéditos que se están dando en el gobierno kirchnerista -como lo son el repudio público a sus funcionarios- lo cual prueba la caída en la popularidad de la presidenta desde aquel 54% que logró en las pasadas elecciones.
El aumento de las dietas se acordó con todos los bloques parlamentarios, involucrando no solo al kirchnerismo, sino al resto de las líneas internas del PJ, la UCR, el PRO, el FAP (ver apoyo de la diputada Donda) y demás partidos patronales. Esto quiere decir que sus “diferencias” son archivadas cuando se trata de gozar de privilegios, mientras todos están decididos a llevar a cabo un ajuste, tanto nacional (en manos de la presidenta Cristina Kirchner), como en las provincias donde gobiernan los Scioli, De la Sota, Macri y el partido de Binner. Es que las desaveniencias entre estos políticos, en épocas de crisis, no pasan alrededor de qué medidas de fondo adoptar para que a la misma la paguen quienes la provocaron, es decir, los grandes empresarios, multinacionales, terratenientes y el imperialismo. Si no, en cómo seguir descargando sus consecuencias sobre las espaldas del pueblo trabajador. ¿O acaso el gobernador Scioli no comparte la misma política de techo salarial que quiere imponer el kirchnerismo? (ver página 3). ¿O acaso el gobierno nacional no aumentó el transporte y las tarifas de gas y luz, mientras los gobernadores “opositores” vienen haciendo lo mismo en el interior? ¿Qué diferencia hay entre el ferrocarril Sarmiento comandado por el kirchnerista Randazzo al que le sacaron frecuencias y el servicio de noche, con la política que va a implementar Macri en los subtes disminuyendo vagones o llevando el boleto a 3,50? Gobierno y opositores se “pelean” por la inflación. ¡Pero ninguno habla de imponer precios máximos, eliminar el IVA de la canasta familiar o aplicar la Ley de Abastecimiento para apuntar contra los monopolios formadores de precios!
El gobierno enarbola un doble discurso diciendo que está contra las “corporaciones” y que combate a los fondos buitre. Pero viene pagando puntualmente la deuda externa con los dólares de las reservas del Banco Central, el Nación y el Anses. ¿Usted vio a Alfonsín, a De Narváez o a De la Sota decir que no hay que pagar más esa deuda usurera para que ese dinero vaya a los jubilados o a un plan de viviendas populares para reactivar la economía? No. Lo mismo pasa con las mineras y privatizadas. Cristina le deja las manos libres para que hagan fabulosas ganancias y profundicen el saqueo a Monsanto, la Barrick, petroleras inglesas, las telefónicas privatizadas igual que el ferrocarril como Metrovías (Roggio), Ferrovías- Romero o los Urquía. ¿Alguien de la oposición dice que hay que expulsar a estos pulpos y reestatizar los servicios esenciales? Por supuesto que no. Lo mismo pasa con los derechos democráticos. Fueron los cacerolazos los que frenaron por ahora los intentos re-reeleccionistas de Cristina Kirchner, no las declaraciones formales de los políticos opositores que usan el intento kirchnerista para hablar de “diálogo” o “respeto a las leyes”, cuando son los primeros en vulnerar derechos fundamentales del pueblo trabajador.
Desde Izquierda Socialista decimos que hay otra alternativa política para los trabajadores y el pueblo, que es el Frente de Izquierda (FIT). El FIT, que además integran PO, PTS y distintas agrupaciones de la izquierda, es la alternativa al falso progresismo pregonado por el kirchnerismo -que hoy está más claro que es sinónimo de ajuste y saqueo-. A las distintas variantes dentro del PJ (como De la Sota, Scioli, Massa). Y al resto de la oposición patronal. Desde la centroderecha de Macri o De Narváez, a la denominada centroizquierda de Binner y Solanas. Denunciando que Binner prepara otra Alianza al fomentar un acuerdo con la UCR (con la cual viene gobernando Rosario desde hace décadas). Y Proyecto Sur que, en boca de su máximo dirigente, dijo “no descartar nada”, lo que incluye pactar con los radicales para “enfrentar tanto al kirchnerismo como al macrismo”, como si la UCR de Alfonsín no representara un pasado al servicio del FMI y la impunidad, con la Obediencia Debida y el Punto Final. En primer lugar, el Frente de Izquierda propone luchar por el salario y demás reivindicaciones obreras y populares. Y por imponer un programa económico al servicio de las grandes mayorías. Para recuperar el petróleo, el gas, el ferrocarril y demás empresas y servicios esenciales rematados con el menemismo con las privatizaciones, planteando claramente luchar por la reestatización bajo control, gestión y administración de trabajadores y usuarios. Llamando a rebelarse contra los banqueros internacionales dejando de pagar la deuda externa, para volcar esos fondos en salario, jubilaciones, más presupuestos en salud y educación y solucionar el grave déficit habitacional con un plan de viviendas populares y un plan de obras públicas. Para que se nacionalice la banca y el comercio exterior, logrando que el dinero que generan los trabajadores argentinos se quede en el país y los alimentos de primera necesidad lleguen a las mesas populares a precios accesibles, entre otras medidas de fondo. Para seguir dando esa pelea en las calles y llevarla a las elecciones de este año, el FIT se tiene que preparar. Postulando sus propuestas y precandidatos, con Jorge Altamira, Christian Castillo, José Castillo, Néstor Pitrola, Liliana Olivero, Juan Carlos Giordano, entre tantos otros luchadores socialistas. Para vencer los intentos proscriptivos en las internas abiertas. Para llamar a meter diputados de izquierda que se jueguen en las luchas y lleven la voz de los trabajadores al parlamento. Victoria Donda (FAP): “El aumento es corr ecto”El aumento de los sueldos de diputados y senadores es re pudiable por d onde se lo mire. Al respecto la diputada del FAP, Victoria Donda, dijo: “ Es una d ecis i ón co rrec ta porque está en la misma escala de la mejora lograda por los trabajadores parlamentarios el año pasado” (Agencia DYN). El pez por la boca muere. L a izqu i er da no t ien e diputados nacionales. Pero sí en las provincias. Nuestra legislad ora de Córd oba Liliana Ol ivero , por ejemplo, pro pu so e n l a l eg is l a tu r a cordobesa un proyecto de ley para que todos los diputados provinciales ganen lo mismo que una directora de escuela con diez años de antigüedad. Por supuesto, ni peronistas, ni radicales, ni juecistas apoyaron. No obstante ello, Olivero cobra ese monto de su dieta y el resto lo destina para apoyar la s luchas y co nstruir una a lter na tiva p olít i ca d e los trabajadores y la unidad de la izquierda, en este caso, como diputada de Izquierda Socialista en el FIT. Nada que ver con los políticos patronales -incluída la centroizquierda-, ¿verdad? |
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