|
||
|
||
Compartir esta nota en
|
||
Escribe: |
Plan de lucha para romper el techo salarialLa discusión salarial se adelantó este año. Con dificultades, el gobierno busca fijar un techo del 20%. Es necesario un plan de lucha para lograr un aumento de emergencia. Con una CGT oficial debilitada, el gobierno busca contener los reclamos salariales. Para lograr fijar un techo del 20%, recientemente realizó dos anuncios. Primero, la suba del mínimo no imponible del impuesto a las Ganancias de un 20%. Una cifra que muy lejos está de resolver el problema, ya que cualquier aumento que ronde ese porcentaje se verá nuevamente entrampado en este impuesto. Y, peor aún, al no modificar las escalas, muchos de quienes actualmente pagan Ganancias pasarán a integrar una categoría superior. El otro anuncio fue el acuerdo con los supermercadistas para “congelar” los precios durante dos meses. Medida que, como demostramos en las páginas centrales, es totalmente ineficaz frente a la actual escalada inflacionaria. Con esto, el gobierno busca disciplinar las paritarias y convencer a sus aliados para que fijen un aumento anual de no más del 20%. Sin embargo, ni los alcahuetes de la CGT Balcarce se mostraron satisfechos con estas medidas. Los más entusiastas fueron, en cambio, los empresarios. De Mendiguren, titular de la UIA, dijo que esto ayudaría a “moderar” los reclamos salariales. Más claro, agua. El 20%, un techo enclenque Este año arrancó movido. Como nunca antes, el gobierno se jugó a preparar el terreno antes de que comience el año. Aún así, acaba de sufrir un pequeño traspié con el gremio de los Aceiteros, quienes consiguieron un aumento que, de acuerdo a la categoría, oscila entre el 22 y el 25% y una suma fija de $5.850. El gobierno, sin embargo, se juega a utilizar la paritaria docente como testigo para ponerle un listón a la discusión salarial. Los docentes reclaman un 30%, lo que les permitiría llevar el piso salarial a los $3.650. El gobierno, en cambio, ofreció inicialmente un miserable 17% y se rumorea que, ante la amenaza de un inicio de clases conflictivo, podría llegar a ofrecer un 22%, cifra completamente insuficiente. La mayoría de los gremios, sin embargo, anunciaron que no van a acordar por debajo del 25%. Incluso aquellos que se encuentran encolumnados detrás del gobierno. Oscar Lescano, titular de Luz y Fuerza y referente de la CGT Balcarce, ratificó el pedido de un 27% e incluso amagó con un “plan de lucha”. Roberto Fernández, de la UTA, también anunció que exigirán un aumento del 25% y una reapertura de la discusión salarial en julio, para establecer el avance inflacionario, además de exigir que los precios se congelen por un año. La Alimentación, un 30%. Estos pedidos, que se replican en el resto de los gremios, ponen en jaque el plan del gobierno, ya que no sólo superan ampliamente el techo del 20, sino que cuestionan su intento de no homologar ningún tipo de acuerdo inferior a un año. Esta situación llevó incluso a acrecentar el rumor de una reunificación de la CGT. Lescano señaló que el gobierno con sus medidas los estaba “obligando” a unirse y Moyano tomó el guante y respondió al guiño diciendo que había “predisposición”. Plan de lucha para conseguir el aumento Que el gobierno tenga dificultades para imponer un aumento inferior al 20% no significa que, por sí solas, las paritarias decanten en una situación ampliamente favorable para los trabajadores. Es necesario un nuevo paro de 24 o 36 horas y un plan de lucha nacional para perforar el techo, imponer paritarias libres y conquistar los reclamos que se expresaron en las jornadas de lucha anteriores, como el fin del impuesto al salario y la universalización de las asignaciones familiares. Aunque cada vez más ofensivos contra el gobierno, Moyano y Micheli continúan postergando la posibilidad de convocar a un verdadero plan de lucha, dándole aire al gobierno y las patronales. En la última reunión conjunta anunciaron dos movilizaciones en marzo, por paritarias libres al Ministerio de Trabajo y por la universalización de las asignaciones al Congreso. Sin embargo, descartaron por ahora la posibilidad de un paro. Moyano, Micheli y Barrionuevo parecen moverse en función de sus planes electorales y no de las necesidades de los trabajadores. Mientras que el líder camionero prepara el lanzamiento de su propio partido, Micheli podría postularse por el FAP y Barrionuevo ya anunció su candidatura a diputado en las listas de De la Sota, el gobernador cordobés. Es necesario retomar la experiencia de la jornada del 20 de noviembre pasado, convocando a un nuevo paro general como parte de un plan de lucha nacional, exigiendo un inmediato aumento salarial de emergencia para el conjunto de los trabajadores (estén en blanco o en negro) que lleve el salario al costo de la canasta familiar, que ya ronda los $8.000. Y que incorpore el reclamo de paritarias libres, sin techos salariales. Para eso es necesario impulsar asambleas en todos los lugares de trabajo y plenarios de delegados en todos los gremios, oficialistas y opositores, para que los trabajadores tomen el reclamo en sus manos. |
|
Escribe: |
Scioli también quiere un techo del 20%El gobernador del PJ de provincia de Buenos Aires se la tira de ser un político “que hace, que está al lado de la gente, que pone el cuerpo en el día a día”. ¡Pero en el presupuesto 2013 no previó ningún aumento para los trabajadores del Estado provincial! ¡Ninguno! Ahora dice que necesita que lo asistan con plata para pagar los aumentos que se determinen en las paritarias. Y sostiene que los mismos no tienen que superar el 20% (igual que Cristina), amenazando, caso contrario, que los pagará en comodísimas cuotas. Recordemos cuando quiso desdoblar el aguinaldo en cuatro cuotas, ajuste que fue evitado con paros y movilizaciones que obligaron al gobierno nacional a poner la plata. La provincia tiene un rojo de 20.000 millones de pesos. Scioli está pidiendo la escupidera para que el gobierno nacional le afloje 12.000 millones adicionales para hacer frente a los aumentos a los estatales (Clarín, 7/1). Mientras, por supuesto, está en total acuerdo con el gobierno nacional en el ofrecimiento del miserable 17% en las paritarias docentes. En la provincia de Scioli los proveedores del Estado cobran con bonos y la obra pública está parada. La semana pasada se realizó en el Hospital de Niños de La Plata -el mayor centro de derivación de la provincia- un abrazo por falta de insumos. ¿Qué hace Scioli? Se limita a pedir más coparticipación mientras, junto al gobierno nacional, sigue subsidiando a la escuela privada (ver caso Tribilín, página 8) y no le aplica ningún impuesto a las multinacionales y en especial a los terratenientes ganaderos que existen en la provincia. Eso sí, juega al fútbol, organiza festivales de verano y recorre la provincia para juntar votos. ATE provincia ha fijado un paro para el próximo 25 de febrero por salario, contra la política de ajuste de Scioli. Está claro: Scioli no es salida para el pueblo trabajador. Ni en el día a día, ni para las próximas elecciones. |
|
|
||
Izquierda Socialista en Internet: |
||