El Socialista

El Socialista es una publicación de Izquierda Socialista

Compartir esta nota en

Escribe:

José Castillo

El “congelamiento” de precios no les sirve a los trabajadores

¿Cómo se combate la inflación?

Guillermo Moreno anunció un acuerdo con las cadenas de supermercados fijando un “congelamiento” de precios para la canasta familiar. Pero ni siquiera permitió que se publiquen las listas de esos productos. Muchos ya empezaron a “desaparecer” de las góndolas. Sólo se trata de un anuncio rimbombante para frenar los reclamos salariales.

El “congelamiento” de precios, que no es tal, tiene por objetivo frenar los reclamos salariales

El “congelamiento” de precios, que no es tal, tiene por objetivo frenar los reclamos salariales

Hace apenas quince días Cristina había afirmado que los controles de precios no servían para nada, y que cada uno era “responsable” de la inflación porque no “caminaba los negocios” y buscaba mejores precios. Ahora, Guillermo Moreno, sosteniendo implícitamente todo lo contrario, lanzó un “congelamiento” por 60 días. La medida brilla por su improvisación y falta de seriedad: fue un acuerdo “de palabra”, casi secreto, con los principales hipermercados y los representantes de los supermercados chinos, a la que luego se anunció que se “sumaban” algunas cadenas de ventas de electrodomésticos. Incluso varios de los propios firmantes se cubrieron diciendo que la medida era “insuficiente” y que no la podrían garantizar porque no incluía a los formadores de precios mayoristas y al conjunto de los proveedores. La frutilla del postre la puso el gobierno “prohibiendo” a los supermercados publicar las listas de precios “congelados” en los diarios de Capital y Gran Buenos Aires. Uno podría preguntarse, volviendo por un instante a los dichos de Cristina de quince días atrás: si cada uno es “responsable” de no convalidar aumentos por encima de lo establecido, ¿cómo lo va a hacer si ni siquiera tiene una “lista” de esos precios?

Casi inmediatamente se dio el hecho cantado: los productos de mayor consumo popular, que se habían difundido como ejemplo de precios máximos, “volaron” inmediatamente de las góndolas. El azúcar y el aceite a los valores “oficiales” establecidos desaparecieron como por arte de magia, dando paso al fantasma del desabastecimiento. Al mismo tiempo, descaradamente, las mismas empresas ya empiezan a alertar sobre el aumentazo que va a haber “el día 61”.

Estas medidas, llamadas a “fracasar” casi antes de ser puestas en práctica, no son ningún intento serio para frenar la inflación. El gobierno viene convalidando aumentos de tarifas y servicios públicos, así como “autorizando” incrementos a los mismos formadores de precios desde hace meses. Este anuncio está en la misma línea que el absolutamente irrisorio incremento del 20% en el piso del impuesto a las ganancias sobre el salario de semanas atrás. En todos los casos se trata de ir tendiendo un “cerco”, apretando para que los reajustes salariales a discutir en las paritarias no pasen del techo del 20%. Se trata de una “santa alianza” entre el gobierno y las patronales para que los trabajadores nos tengamos que “comer” la inflación del año pasado (25,6% según las consultoras, más del 40% si vemos los productos de la canasta familiar) más la ola de aumentos de enero y febrero (arriba de otro 3%).

¿“Nunca se pudo”?

La falta de seriedad en estas medidas, el hecho de que no se piense sancionar a nadie si incumple el “congelamiento” y el desabastecimiento casi al día siguiente del anuncio cayó como anillo al dedo para que varios economistas de la oposición patronal salieran a decir que “los controles de precios nunca sirvieron”, que “cuando se implementaron todo terminó en estallidos de precios e hiperinflación” y otras afirmaciones similares. Muchos mencionaron que así se llegó al “Rodrigazo” de 1975. Nosotros somos claros: los controles de precios no sirvieron porque nunca se controló de verdad nada, porque siempre fueron una excusa para, como contrapartida, congelar salarios, y porque siempre se permitió el mercado negro y el desabastecimiento sin sancionar a los grandes pulpos que lucraban con eso. En síntesis, porque siempre fueron parte de planes de ajuste donde perdían los trabajadores.

Es posible parar la inflación. Sólo hace falta voluntad política y decisión de afectar de verdad los intereses de los que ganan millonadas formando precios. Se trata de tomar medidas de fondo como las que explicamos en esta misma página. Pero no nos tenemos que dejar confundir: todo esto es una puesta en escena para que las paritarias no rompan el techo del 20% de aumento. ¡Ya perdimos demasiado! Hay que seguir peleando por aumentos reales, que lleven los salarios al valor de la canasta familiar, indexables por la inflación mensual y por la eliminación del impuesto al salario.


Nuestras propuestas

• Precios máximos y congelamiento de precios para los productos básicos. Estos precios deben ser publicados, con obligatoriedad de exponerlos en carteleras en todos los comercios. Debe haber un único precio por cada producto. En el caso de que el producto no se encuentre en la góndola, el similar de calidad superior debe ser vendido al valor de ese precio máximo (por ejemplo, si hay un valor para la leche común y ésta se agota, la leche de valor superior -fortificada- debe venderse al precio de la común)

• Eliminación del IVA de la canasta familiar. Lo que implicaría la reducción inmediata de un 21% en el precio de los bienes que la conforman.

• Aplicación rigurosa de la Ley de Abastecimiento N° 20680. La misma autoriza a multar, clausurar e incluso expropiar a aquellos que violen los precios máximos, desabastezcan o generen mercado negro. Utilización de todo el peso de esta ley contra los grandes monopolios formadores de precios, en particular los exportadores de granos, empresas agroalimentarias y cadenas de hipermercados.

• Terminar con la intervención al Indec y sus índices truchos. Por un verdadero recálculo de la inflación, restableciendo en sus puestos a los técnicos desplazados por la intervención.

• Aumento de salarios y jubilaciones al valor de la canasta familiar. La cual, al día de hoy, asciende a alrededor de los 8.000 pesos según fuentes sindicales. Y reajuste automático de acuerdo al índice real de incremento del costo de vida.


Un ataque directo a los trabajadores: Devaluación del 46,5% en Venezuela

Demostrando que toda su retórica de “gobierno popular” y “socialismo del siglo XXI” no es más que una envoltura discursiva para sus políticas al servicio de los capitalistas, el gobierno chavista de Nicolás Maduro anunció, aprovechando que se venía el feriado de carnaval, una durísima devaluación del bolívar. Inmediatamente la medida desató una suba en cadena de los precios, empeorando la ya fortísima inflación venezolana que se viene comiendo el salario de los trabajadores. El anuncio se realizó después de semanas en las que el gobierno se la pasó “desmintiendo” los rumores de ajuste y devaluación.

A continuación, reproducimos un extracto de la página web de la izquierda independiente y no chavista (publicada el 8/2/13 en laclase.info): “Al mejor estilo de los gobiernos adeco-copeyanos de la IV República, en víspera de carnaval, el ministro de Planificación y Finanzas, Jorge Giordani, acompañado de Nelson Merentes, presidente del Banco Central de Venezuela, acaban de anunciarle al país una nueva devaluación del 46,5% de la moneda nacional con respecto al dólar, pasando de Bs4,30 a Bs6,30 […]. Como es apenas obvio, la decisión de desvalorizar la moneda representa un golpe brutal contra el salario de los trabajadores, mientras que la inflación, el desabastecimiento y la especulación terminan licuando los magros ingresos del pueblo venezolano.

[…] El gobierno del Presidente Chávez y de sus sucesores Nicolás Maduro y Diosdado Cabello que tanto se autoproclaman como luchadores revolucionarios e impulsores del socialismo, nuevamente han quedado al descubierto. Cuando las papas queman, recurren a las más burdas medidas capitalistas para hacer que el pueblo trabajador sea quien pague los desaciertos de una política económica que ha estado al servicio de las economías de países capitalistas emergentes como China, Rusia, India, Brasil, Irán y de sus multinacionales.

Lo delicado de la situación económica del país también se hace evidente con los anuncios sobre inflación y abastecimiento de productos básicos. La inflación que en diciembre de 2012 fue de 3,5%, durante enero casi se mantuvo, llegando a 3,3%; mientras que el indicador de escasez se ubicó en 20,4% y el de la diversidad de productos disminuyó casi en un 40%, lo que hace presagiar que lo que viene será peor, si se tiene en cuenta que este gobierno sigue sobreviviendo gracias a la renta petrolera y de una economía de puertos que nos ha condenado a importar casi el 70% de los alimentos y bienes manufacturados que consume la población”.


Te pedimos un aporte para seguir apoyando las luchas de los trabajadores.

IS

Izquierda Socialista en Internet:
www.izquierdasocialista.org.ar - www.nahuelmoreno.org - www.uit-ci.org
El Socialista Registro de propiedad intelectual: Nº 596282.
Director: Juan Carlos Giordano. Hipólito Yrigoyen 1115 Capital Federal

- Tel.:(+54) 11-4381-4240