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¿Justicia para todos?Para tapar las terribles consecuencias del temporal y sus responsabilidades, y seguir adelante con la ofensiva por lograr una justicia complaciente que avale sus políticas, Cristina lanzó seis proyectos de ley que, dijo, permitirían “democratizar la justicia”. Con un auditorio colmado por los “aplaudidores” de siempre y lejos del mal trago que le propinaron las demandas de los vecinos de Tolosa, la presidenta habló de lograr una “justicia para todos”. De los proyectos presentados, hay uno que propone aumentar los miembros del Consejo de la Magistratura de 13 a 19. Éstos pasarían a ser elegidos por el voto de las primarias (PASO) y candidateados en las listas de los distintos partidos. Así, lo que pretende el kirchnerismo es darle al gobierno de turno la mayoría de sus miembros (seis electos, más los que pone el gobierno y las mayorías parlamentarias de las que ahora goza el kirchnerismo con sus aliados), lo que le permitiría promover y destituir los jueces de acuerdo a su conveniencia. El kirchnerismo aprovechó los ecos del Argentinazo de 2001 para lavarle la cara a la Corte Suprema, argumentando que habíamos logrado una justicia “independiente”. Pero esta justicia ya no le sirve, como pudo verse en algunos fallos que le fueron hostiles, como las cautelares que frenaron la implementación de la ley de Medios. Por eso buscan impulsar estos cambios. Que los jueces fallan casi siempre a favor de grandes empresarios, multinacionales, ricos y corruptos no es novedad. Por eso es necesario cambiar de raíz. En primer lugar, habría que echar a todos los jueces que vienen de la dictadura. Segundo, los jueces deberían ser elegidos por el pueblo mediante el voto popular. Hay que poner fin a sus cargos vitalicios y promover la revocabilidad de sus mandatos ante indicios de parcialidad o corrupción. Los jueces deberían cobrar sueldos al valor de la canasta familiar. Además, habría que implementar juicios por jurados populares como establece el artículo 118 de la Constitución Nacional para los juicios penales -pese a que no se aplica-, extendiendo esa metodología al resto de los fueros. No es eso lo que busca Cristina, sino jueces que avalen sus políticas capitalistas y escondan sus escandalosos casos de corrupción. Por eso rechazamos sus anuncios. |
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