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Socialista es una publicación de Izquierda Socialista
Escribe:
Angélica Lagunas
Comisión Directiva ATEN-Capital por la minoría
Neuquén: un balance necesario
¿Por qué se perdió la huelga de ATEN?
El dictado de clases debía comenzar el lunes 25 de febrero, pero para un sector de la docencia recién comenzó el jueves 25 de abril. En esos dos meses estuvieron de huelga y volvieron a trabajar sin nada. ¿Por qué esta derrota si salieron a pelear con una nueva conducción autodenominada combativa y clasista?
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Los trabajadores tienen que sacar las importantes conclusiones que dejó esta huelga |
En diciembre el gobierno acordó con ATE y la CTA el pago de una cifra fija miserable de $480 vigente hasta junio de este año, dejando a ATEN, que lo rechazó por insuficiente, reclamando en soledad un incremento superior. En enero, el gobernador Sapag impuso por decreto el aumento de los $ 480 a los docentes y anunció una consulta popular sobre la educación como “servicio esencial”, para que se prohíban las huelgas de los trabajadores de la educación y refrendar el decreto 735/10. Sigue los pasos de Sobisch, su protegido y maestro, y actúa en acuerdo con Cristina Kirchner vía el Pacto Fiscal y el saqueo del gas y el petróleo, acuerdo que se manifestó con el escandaloso voto de la diputada Comelli, del MPN, a favor de la reciente reforma judicial aprobada en el Congreso.
En febrero, la dureza del gobierno sumada al aislamiento de la CTA y Ctera contra ATEN configuraban una relación de fuerzas poco favorable para embarcarnos en un paro indeterminado como preanunciaban desde algunas agrupaciones. Pero, irresponsablemente, las agrupaciones del FURA decían a coro, en las asambleas, que el gobierno estaba débil y el paro “largo y duro” lo iba a derrotar. Fue así que propusieron un paro de 72 horas indeterminado. En cambio, desde la agrupación Fucsia, luego de recorrer decenas de escuelas donde se manifestaban muchas dudas sobre la modalidad de paro a iniciar, propusimos un plan de lucha progresivo para garantizar masividad y tener diálogo con la comunidad desde la escuela en medio de las medidas, dos condiciones básicas para enfrentar con más posibilidades al gobierno. La moción del FURA triunfó en esta asamblea y comenzó el paro indeterminado
El FURA no escuchó a la base
A diez días de comenzado el paro indeterminado, lamentablemente, nuestro pronóstico se fue confirmando y la adhesión decayó notablemente. Esto llevó a que el FURA deje de escuchar a la base que estaba en las escuelas y los tildara de rompehuelgas. Las asambleas de Capital, muy inferiores a las de otros planes de lucha, nunca superaron los 600 asistentes, con una presencia dominante de activistas y compañeros de agrupaciones, que confiaron en la caracterización y propuesta del FURA.
Esta política de aislamiento llevó a que desde la tercera semana convivieran claramente dos planes de lucha: uno de los activistas y un sector minoritario de la base que aplicamos los paros continuos, y otro del sector mayoritario de la base que trabajaba y solo paraba 24 horas por semana o solo asistía a las marchas. Eso generó un divorcio entre el activismo, incluida la conducción, y la base con profundas divisiones en las escuelas. Ante esta grave situación, desde la Fucsia propusimos cambiar la modalidad de paro, para recuperar masividad en la medida de fuerza, hacer asambleas fuera del horario de trabajo y consultar a los 20.000 docentes en sus escuelas en la jornada institucional obligatoria del 11 de marzo. Pero todas las agrupaciones del FURA rechazaron nuestra propuesta e hicieron campañas por abajo contra nuestra agrupación. Así, se perdió la oportunidad de recuperar el protagonismo de la base en la lucha. Ya no había retorno posible en el paro indeterminado, porque la vanguardia lo había tomado en sus manos, fogoneada por las conducciones provincial y seccionales del FURA.
Y como los descuentos hicieron mucho daño en el bolsillo propusimos, y se votó en Capital, que se planifique un fondo de huelga nacional con un aporte de $10 por docente de todo país que, a su vez, ayudara también a nacionalizar el conflicto. Lamentablemente, el FURA no lo impulsó, así como tampoco aceptó convocar a la oposición nacional y a las provincias que estaban en lucha a coordinar un plan común exigiendo respuesta también al gobierno nacional y embretar a Ctera, que una vez más traicionó.
El FURA tampoco escuchó a la vanguardia
En las asambleas previas a Semana Santa empezó un cambio en la política del FURA, proponiendo medidas light, dándole la espalda a los cientos de activistas que ellos habían alentado. Desde las asambleas rechazamos esa política paralizante del FURA y se votaron acciones con mayor firmeza frente a la intransigencia del gobierno. Se hicieron dos cortes del puente interprovincial y dos cortes en el puente el Carancho sobre la ruta 22, muy cercano al lugar donde el MPN había fusilado a Carlos Fuentalba en 2007.
Con estas acciones se lograron dos reuniones con el gobierno para discutir sobre el ISSN, el pase a planta de los auxiliares, los días descontados, las obras en escuelas y ¡nada de salario! Surge un primer acta que no solucionaba nada, pero que llevó a que agrupaciones del FURA -la Índigo del PSTU, la Marrón del PO y otras- propusieran levantar la huelga, pero los derrotamos. Un segundo acta cambiaba la redacción, pero tampoco ofrecía nada. Sin embargo, la conducción propuso aceptarla, o sea, el FURA pasó del paro por tiempo indeterminado a proponer levantar sin lograr nada. La asamblea de Capital volvió a votar contra el FURA rechazando el acta y continuar las medidas de fuerza. Pero la conducción estaba empecinada en concluir la lucha y así lo impusieron en el plenario de secretarios generales de seccionales donde decidieron “políticamente” levantar el paro en acuerdo con la Celeste del FUS, tergiversando la voluntad de las asambleas: 7.108 votos querían continuar la lucha y 4.700 querían levantar el paro. Así, con mucha pena y nada de gloria, debutó el FURA en una huelga, llevando a una derrota que no se olvidará.
Ahora, más que nunca, necesitamos recuperar la unidad en cada escuela, elegir delegados y junto a los activistas docentes que estuvimos unidos hasta el final hay que dar pasos concretos en recuperar la democracia real en ATEN y los planes de lucha coherentes. Retomando las asambleas para debatir colectivamente cómo respondemos a las mesas del gobierno y al ataque con los cierres de grados.
El FURA y sus agrupaciones no pasaron la prueba
En octubre del año pasado, el FURA ganó el sindicato provincial y la mayoría de las seccionales con un frente de catorce agrupaciones integrado por la Naranja-Azul de Daniel Huth (radicales y justicialistas), que contaba con la mayoría de los cargos, la Rosa (centristas antipartido), la Marrón (PO), la Índigo (PSTU), la Negra (PTS), la Colorada (Convergencia Socialista) y otras. Con la Fucsia salimos en segundo lugar en la seccional Capital, respaldo que nos dio la representatividad que usamos en la huelga para presentar propuestas alternativas.
El conflicto se podía ganar, pero con otra política, como propusimos desde el principio desde la Fucsia y la Minoria de ATEN Capital, donde hacíamos prevalecer la masividad de la medida basado en la consulta y el respeto a la voluntad de las bases. El FURA pudo imponer su política apoyado en la expectativa despertada en la base por el triunfo electoral contra la Celeste. Así, la estrategia del conflicto estuvo atada a la política del FURA, que fue aventurera e irresponsable desde el comienzo, y totalmente derrotista al final, cuando abandonó a la vanguardia. Ni la base, ni los activistas fueron responsables de esta derrota.
Destacamos el rol del activismo, heroico, luchador, con iniciativas y autoorganización de la que fuimos parte con la Fucsia. En cambio, las agrupaciones vinculadas al PO, PTS, PSTU y CS fueron puntales fundamentales de la política del FURA, terminando enfrentados a la base y a la vanguardia. Así como cuando se conformó el FURA aceptaron la hegemonía de la agrupación de Huth, durante el conflicto se sumaron a la aventura y terminaron siendo corresponsables de la derrota, abucheados cada vez que hablaban en las últimas asambleas y repudiados en la marcha final. Aunque el último día quisieron separarse de Huth, ya era tarde y poco creíble. Si quieren dar un paso en serio, deberían romper con el FURA y unirse a la oposición.
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