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El gobierno sigue atacando a la libertad de expresiónEl único objetivo fue y es fortalecer el megamonopolio de medios oficialista, al servicio del proyecto reeleccionista del kirchnerismo. Así deben ser leídos los pasos que dio el gobierno en los últimos días, cuando diputados oficialistas presentaron proyectos para quedarse con Papel Prensa o cuando incluso se rumoreó que se podría intervenir al Grupo Clarín. Ahora se le suman los intentos desesperados de Cristina de “bajarle el rating” al programa de Lanata, llegando al absurdo de pasar el horario del partido central de fútbol a las 21:30 horas, sin importarle los problemas (que incluyen, incluso, serios riesgos a la seguridad) para decenas de miles de espectadores. Nosotros, la izquierda, no tenemos nada que ver con el Grupo Clarín ni con Papel Prensa: conocemos perfectamente su “currículum” y sus políticas antiobreras con sus propios trabajadores. Pero no nos confundimos: acá no hay ninguna disputa por la “pluralidad de voces”. En el año 2009, con la aprobación de la Ley de Medios, el gobierno se lanzó a una cruzada contra todos los que no se sometían al discurso oficial. Lo disfrazó detrás de una campaña contra Clarín, después que este grupo fue su socio privilegiado hasta marzo de 2008. Pero al gobierno sólo le importa que se escuche su propaganda monocorde. Por eso, Canal 7, Radio Nacional, la agencia oficial Télam y también los medios hoy manejados por sus empresarios amigos (como Canal 9, C5N o Crónica) o por multinacionales que le deben favores (Canal 11 en manos de Telefónica de España) han silenciado toda lucha de los trabajadores o la expresión de la izquierda. Ahora Macri y De la Sota salieron demagógicamente en defensa de la libertad de prensa. ¡Hipócritas! ¿Qué “libertad de expresión” garantizó Macri a los trabajadores del Borda cuando los reprimió salvajemente, atacando incluso a los periodistas que estaban cubriendo la noticia? ¿Qué “libertad de expresión” le garantiza De la Sota a los trabajadores despedidos de Volkswagen? Incluso Macri se da el lujo de “colar” en su decreto de necesidad y urgencia un artículo que restringe el ejercicio del derecho a huelga de trabajadores de prensa y gráficos. Claramente, no es de la mano de estos políticos patronales que vamos a defender el derecho a que se escuche la voz de la clase trabajadora y la izquierda. Una verdadera libertad de expresión sólo existirá cuando se garantice un acceso igualitario a todos los medios de comunicación (proveyendo de papel, espacios en medios audiovisuales, etcétera) para todas las expresiones políticas y sociales, en especial para los trabajadores y la izquierda. Y cuando efectivamente se democratice el acceso a la información, brindando un servicio de Triple Play (televisión, telefonía e internet) universal y con precios populares, terminando con el monopolio y las superganancias de las telefónicas, reestatizándolas. Ahí sí se podrá decir que existe realmente “pluralidad de voces”. |
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