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Destitución, juicio y castigo a MilaniFinalmente, la presidenta debió suspender hasta diciembre el tratamiento en el senado del legajo del represor Milani, nombrado por ella jefe del ejército. ¿Por qué nombró por primera vez en ese cargo a un hombre de Inteligencia? ¿Por qué cae su tratamiento? El doble discurso oficial sobre el tema “derechos humanos” quedó en evidencia. Cristina quiso hacer pasar gato por liebre. Pero, al descubrirse la verdad, tuvo que maniobrar y pedir al Senado que pase los tratamientos del pliego de “todos los militares ascendidos, no sólo de Milani”, para diciembre. Y denunció “la utilización electoral que se está haciendo del tema” que, según ella, “pretenden separar las fuerzas armadas de su pueblo”. La verdad es otra. La designación de Milani cae no solo porque en el senado se complicaba su aceptación. Sino porque el pueblo argentino repudia y repudiará a todos aquellos represores que participaron del genocidio orquestado por la dictadura militar del 76 al 82. Porque, como gritamos cada vez que se descubre y se juzga a uno de ellos, “como a los nazis les va a pasar, a donde vayan los iremos a buscar”. Por eso es que los mismos que impulsaron y aprobaron leyes del perdón (los radicales el Punto Final y la Obediencia Debida, y los peronistas los indultos), ahora, en plena campaña electoral, deben oponerse a que un represor descubierto sea jefe del ejército. Los dirigentes kirchneristas no pudieron sostener la presión de los luchadores de derechos humanos no cooptados por las finanzas estatales, que salieron a denunciar que Milani estuvo en el Batallón 601 de inteligencia desde 1975 y, como dice la Asociación de ex detenidos-desaparecidos, “es responsable de haber decidido formar parte del aparato represivo contra el pueblo argentino”. Que estuvo en el feroz “Operativo Independencia” en Tucumán, siendo mano derecha del genocida Bussi y “un gran profesional muy respetado por él”, según declaró el mismísimo hijo del general fascista ya extinto. Milani, como mínimo, encubrió la desaparición de Alberto Ledo, colimba a su cargo, y mintió en un informe donde lo declaró “desertor”, aunque hace poco dijo que esa era una manera de encubrir las desapariciones. Fue integrante de los grupos de tareas que, ilegalmente, actuaron en La Rioja y secuestraron a Olivera padre e hijo, a Minué y a otros, hoy desaparecidos. Olivera lo denunció en 1984, mucho antes de esta supuesta “maniobra electoral” que Cristina quiere hacernos creer. Por este repudio general del pueblo es que Verbitsky del CELS y Estela de Carlotto, de Abuelas, tuvieron que retroceder de sus vergonzosas declaraciones que intentaron salvar a Milani, yendo en contra de toda la trayectoria de los organismos de derechos humanos. Conductas que no pudieron convencer a los honestos seguidores del kirchnerismo de encubrir a represores del genocidio. Muchos dijeron que “Cristina no estaba bien informada”. Es mentira. Hasta Verbitsky denunció que Inteligencia (¡el propio Milani!) le entregaba los informes a la presidenta, “pero que el CELS no los recibía”. La realidad es que Cristina, como en su momento Alfonsín o Menem, sigue con la política de tratar de “recomponer” la crisis de las fuerzas armadas, odiadas por el pueblo, sin que haya verdad ni justicia, para que vuelvan a servir para la represión interna. El kirchnerismo, ante la presión social y el Argentinazo, usó la táctica de bajar el cuadro de Videla, declaró a los derechos humanos “política de estado” y, obligado a anular las leyes de impunidad en el Congreso que reclamaron históricamente los organismos, se reabrieron los juicios contra los genocidas lográndose condenas para alguno de ellos. Pero, como lo muestra Milani, son miles los que actuaron y aun están en las fuerzas, libres e impunes. Y no es casualidad la vergonzosa “Ley Antiterrorista” impulsada por Cristina después de lograr el 54% en 2011. No es casual el “Proyecto X”. No es casual que, al nombrar a un hombre de inteligencia como jefe del ejército, Cristina haya dicho que de esa forma “se termina la etapa negra de las fuerzas armadas”, tratando de imponer un nuevo “punto final”, como denunció nuestra compañera e hija de desaparecidos Juliana García. Ahora hay que seguir la movilización social, como siempre, para imponer la inmediata destitución de Milani, su juicio y castigo. Exigiendo que Cristina abra los archivos de la dictadura para todo el pueblo. Que se anule la ley antiterrorista y se dé por tierra con el Proyecto X. Que se invierta la carga de la prueba para los militares que participaron del genocidio (siendo declarados culpables y vayan a cárcel común de por vida, salvo que demuestren que nada tuvieron que ver con las desapariciones de personas y los campos de concentración, como se hizo en el Juicio de Nüremberg a los nazis). Es decir, para terminar con la impunidad y los represores de ayer y de hoy. Propuestas que desde Izquierda Socialista en el FIT seguiremos impulsando y defendiendo. La Rioja le dijo NO a MilaniEscribe: Carolina Goycochea El jueves 18, en la plaza 25 de Mayo, Izquierda Socialista se hizo presente, como lo viene haciendo desde hace 30 años los 24 de marzo y cada vez que este gobierno viola los derechos humanos, para exigir la destitución inmediata y cárcel al genocida jefe del ejercito, Cesar Milani. Junto a las Madres de Plaza de Mayo, los familiares del conscripto desaparecido Alberto Ledo y con la presencia de partidos políticos y ex-presos denunciamos que, una vez más, queda desenmascarada la política del gobierno de Cristina de Kirchner con respecto a los derechos humanos, designando como jefe del ejercito al responsable de la desaparición de Ledo, Minué y otros compañeros más que estuvieron a su cargo en el Batallón de Ingenieros 141 de La Rioja. Esta información consta en el Nunca Mas Riojano, en la declaración que hace Alfredo Olivera en 1984. Junto a Horacio Pavón como candidatos a diputados nacionales del Frente de Izquierda participamos de la marcha junto a nuestro partido, con las pancartas que exigían la destitución inmediata de Milani (reflejada en medios nacionales), dejando en claro que “como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar”. Repudio
“Los oficiales de inteligancia torturaban”En una declaración, la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos, integrantes de Memoria, Verdad y Justicia, señaló: “Nuevamente desde el gobierno nacional y de aquellos sectores que lo apoyan se vuelve a victimizar a los sobrevivientes del genocidio llevado adelante por la última dictadura cívico-militar. Ante las denuncias de que el propuesto como jefe del ejército por la presidenta Cristina Fernández, General César Milani, participara del aparato represivo dictatorial, plantean que no hay pruebas directas contra él. No alcanzan las denuncias que desde 1984 en la CONADEP-La Rioja hay contra él. No alcanzan las denuncias de la familia de Alberto Ledo y de sus compañeros. No alcanzan las denuncias del conscripto Olivera que lo interrogó- torturó. No alcanza su propia foja de servicio que lo ubica en el año 1976 en el Área de Operaciones Antiterrorista en Tucumán como oficial de Inteligencia. Nos piden más testigos directos de que haya secuestrado, torturado, asesinado, desaparecido. Y nosotros respondemos: los que podrían decirlo no lo pueden hacer ya que están DESAPARECIDOS. Y los sobrevivientes estábamos encapuchados cuando nos torturaban y torturaban a nuestros compañeros. Pero hay cosas que sí sabemos y venimos denunciando en los juicios contra los genocidas y que son prueba suficiente para condenarlos. Y una de esas verdades es que los oficiales de Inteligencia eran los responsables de los interrogatorios y de las torturas. Por lo que afirmamos que si César Milani fue trasladado al Área de Operaciones Antiterrorista en Tucumán como oficial de Inteligencia, su función era obtener información de y sobre todos aquellos que se oponían a la dictadura en Tucumán para luego secuestrarlos, siendo su principal herramienta informativa la tortura de quienes secuestraban. Que si Alberto Ledo estaba bajo sus órdenes, como oficial de Inteligencia, César Milani es responsable de su desaparición. Y al mantener la postura de que Alberto Ledo desertó, lo sigue desapareciendo. Que si Alfredo Ramón Olivera denunció ya en 1984 ante la CONADEP que el teniente César Milani participó del secuestro de su padre y de su propia privación ilegítima de la libertad y torturas, César Milani debe ser procesado y condenado por esos hechos. Que si César Milani decidió desde 1975 llevar adelante su carrera militar en el área de inteligencia, es responsable de haber decidido formar parte del aparato represivo contra el pueblo argentino”. Por todo ello exigen a los senadores rechazar el pliego de ascenso de Milani al grado superior, promover su baja inmediata y denunciarlo judicialmente. Y finalizan diciendo “No perdonamos, no nos reconciliamos”. |
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