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Sergio MassaUn candidato de los empresarios y la burocracia sindical
Los resultados electorales ratificaron lo que veníamos señalando: el gobierno retrocede y su electorado se dispersa. En ese escenario, muchos trabajadores apelaron a la candidatura de Massa para castigar al gobierno. Algunos, incluso, confiando en sus anuncios de campaña contra le re-reelección o por la modificación del piso del mínimo no imponible en el impuesto a las ganancias. Sin embargo, su candidatura no plantea ninguna alternativa para el pueblo trabajador. Por el contrario, expresa el intento de constituir una figura de recambio al interior del PJ. Massa es la apuesta de distintos sectores empresariales, banqueros, del PJ y burócratas sindicales que, olfateando el retroceso del kirchnerismo, empezaron a saltar de bando. Veamos. Con el voto de empresarios y burócratas Los apoyos recibidos por Massa son ilustrativos. De Mendiguren fue uno de los primeros empresarios en embarcarse en el proyecto del intendente de Tigre. Kirchnerista hasta hace unos meses, el ex titular de la Unión Industrial Argentina cambió de bando buscando una nueva figura de recambio que dé continuidad a las ganancias empresarias. “Massa se ha cansado en estos meses, incluso antes de largarse a competir, de visitar las casas de los empresarios más poderosos de la Argentina. Casi sin excepción”, ilustra La Nación (11/08), mostrando para quién pretende gobernar. De hecho, son varios los representantes del empresariado que empiezan a mirarlo con buenos ojos, como se evidenció en la reunión que realizó en plena campaña electoral en el hotel Alvear. “Allí estaban Jaime Campos (Asociación Empresaria Argentina), el jefe del Citibank para toda América latina, Juan Brouchu, Oscar Correa (Santander), Adrián Werthein (La Caja y Telecom) Alberto Grimoldi, Daniel Funes de Rioja (Copal), Cristiano Rattazzi (Fiat), Alfredo Chiaradía (Cilfa), Hugo Biolcati, Norberto Peruzzotti (Adeba), Federico Nicholson (Ledesma), Osvaldo Cornide (CAME), Guilermo Alchouron, Diego Guelar y Carlos Brown. A la hora del brindis, Antonio Estrany Gendre (Bridas) elogió ampliamente a Massa y le deseó mucha suerte” (Clarín, 08/08). Massa, además, se vanagloria de haber obtenido el apoyo de un arco diverso de sindicalistas. Es cierto. Miembros de las centrales oficialistas y opositoras integran sus listas. Pero más allá de la central que integren, se trata de burócratas como Héctor Daer (Sanidad), representante de la CGT oficial, o el opositor Barrionuevo. Incluso obtuvo el apoyo de viejos carcamanes como Oscar Lescano y Carlos West Ocampo y de miembros de la CTA Yasky como Fabián Alessandri. Es decir, los mismos que, encolumnados detrás del gobierno o no, en todos estos años han frenado las luchas, buscando siempre hacer pasar acuerdos salariales a la baja. Más de lo mismo Massa ni siquiera es “nuevo” en la política. Proviene de la derechista UCEDé de Alsogaray, hizo carrera en el menemismo, posteriormente en el duhaldismo y tuvo su paso por la gestión kirchnerista. Allí ofició como titular de la Anses, donde defendió la política de vaciamiento de los fondos jubilatorios para pagar deuda externa, lo que le valió un posterior ascenso como jefe de Gabinete. Además, incorporó en sus listas a gran parte del podrido aparato de los barones del conurbano que hasta hace poco venían acompañando al gobierno y a distintos sectores de oposición como el macrismo. El segundo en sus listas, Darío Giustozzi, es intendente de Almirante Brown y hasta hace sólo algunas semanas era un ferviente cristinista. Y en función de los resultados del domingo, es probable que más intendentes empiecen a abandonar el barco kirchnerista y encolumnarse detrás de su figura. Su gestión en Tigre, que intentan mostrar como un municipio “modelo”, muestra indicadores de desigualdad social, narcotráfico e inseguridad similar al del tantos otros municipios del conurbano. Por todo esto, el voto a Massa no es ninguna alternativa para los trabajadores y demás sectores populares. Sólo sirve para apuntalar una variante de recambio al servicio de los mismos que han venido engordando sus bolsillos a lo largo de la década kirchnerista. |
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