
Escribe Pilar Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista y secretaria de la FUA
Desde que cerraron las listas nacionales para las elecciones legislativas, empezó un debate importante dentro de la juventud con un sector del peronismo referenciado en Juan Grabois, Itai Hagman y, también, Ofelia Fernández y Pedro Rosemblat (aunque no sean candidatos). Con doble discurso y mucho humo, dicen ser “la verdadera oposición” al gobierno ultraderechista de Javier Milei, pero en los hechos se quedan cortos.
La semana pasada, Ofelia tuiteó que el FIT-U sólo “sirvió para sacar un 2,4%”, en referencia al porcentaje que le faltó a Sergio Massa para ganarle a Milei en 2023. Este tuit, para nada inocente, refleja una política sistemática de este sector por invisibilizar la importancia del Frente de Izquierda Unidad y su rol protagónico en cada lucha que dieron la clase trabajadora, las y los jubilados y el movimiento estudiantil contra el gobierno.
Hay que recordar que quienes facilitaron que hoy gobierne Milei, son los mismos dirigentes del peronismo. Fueron ellos quienes garantizaron el armado de listas electorales y formaron parte del gobierno misógino de Alberto Fernández, que continuó con el FMI y reconoció la deuda ilegítima heredada de Macri. Fue Hagman (hoy cabeza de lista de Fuerza Patria) quien se ausentó en la comisión de Presupuesto, permitiendo así que avanzara la votación del acuerdo con el Fondo.
Durante estos dos años de oposición al gobierno, el peronismo mostró su verdadero rostro. En las universidades, las agrupaciones de Patria Grande jugaron un rol muy similar al de Franja Morada: desmovilizar y frenar las ocupaciones y llamando a “confiar en el Parlamento” para evitar que el movimiento estudiantil las y los desborde. Ni Grabois ni Hagman estuvieron a la cabeza de las luchas junto a las y los jubilados o en los conflictos de las y los trabajadores, como sí lo hizo el FIT-U. En el Congreso, el peronismo fue garante del ajuste, aportando ausencias o votos decisivos en provincias para aprobar leyes nefastas como la Ley Bases.
De cara a las elecciones del 26 de octubre, el peronismo solo busca hacer una buena elección para posicionarse mejor rumbo al 2027. Por eso, la salida no pasa por ahí. Hace falta un cambio radicalmente opuesto al gobierno de Milei: uno que plantee que no se puede pagar más al FMI y que esos recursos deben destinarse a jubilaciones, universidades y las necesidades urgentes de las y los trabajadores.
Necesitamos diputadas y diputados que defiendan esto incondicionalmente en las calles y en el Congreso. Bancas como la de Juan Carlos Giordano, que no sólo denuncia sino que actúa: se subió a la Flotilla Global Sumud para llevar ayuda humanitaria a Gaza. Para todo eso sirve el FIT-U: para ser una oposición real, consecuente y en las calles.

Escribe Pilar Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista y secretaria Federación Universitaria Argentina
En la sesión del 17 de septiembre logramos quórum contra el veto. El 2 de octubre la pelea sigue en el Senado y luego por su implementación.
La Tercera Marcha Federal, junto al Hospital Garrahan y otros sectores en lucha fue fundamental para golpear al gobierno de Javier Milei y tirar abajo el veto a la Ley de Presupuesto Universitario y a la Ley de Emergencia Pediátrica en la Cámara de Diputados. Fue con un gobierno debilitado tras los escándalos de corrupción, el descalabro de su plan económico y la paliza electoral en la provincia de Buenos Aires. A los pocos días de su derrota, el presidente ratificó su rumbo político y económico contra la educación y la salud pública enviando el veto a estas leyes que cuentan con un gran apoyo popular.
Ante el veto, la Federación Universitaria Argentina (FUA), la mesa sindical de gremios docentes y no docentes, y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), que agrupa a los rectores, convocaron a la Tercera Marcha Federal, después de meses de mantener planchada la lucha en defensa de las educación.
Desde la Juventud de Izquierda Socialista dimos una batalla importante, junto a sectores combativos de docentes y nodocentes, para lograr una marcha masiva y unitaria con todos los espacios dispuestos a enfrentar al gobierno. Propusimos impulsar asambleas interclaustros, ocupaciones de universidades, clases públicas, ruidazos y cortes, todas instancias fundamentales para que el movimiento estudiantil sea protagonista de esta lucha histórica.
Esta marcha ratificó la voluntad de salir a luchar, con convocatorias importantes en Córdoba, Rosario, Mar del Plata, Bahía Blanca y otras ciudades del país. La jornada culminó con una movilización masiva frente al Congreso, donde miles celebraron en las calles mientras se confirmaba que los vetos cayeran en Diputados.
Todavía falta el rechazo del Senado. Por eso, no podemos volver a la normalidad. Es necesario profundizar el plan de lucha, con asambleas y diferentes acciones, para preparar otra gran movilización junto al Garrahan el 2 de octubre, cuando el Senado sesione.
Alertamos que el radicalismo y el peronismo no están convocando a instancias de discusión ni organizando la lucha en las calles. Están en sintonía con la burocracia sindical de la CGT y las CTAs, que no convocaron a un paro general el 17 de septiembre y, pese a la debilidad del gobierno, siguen sin plantear un plan de lucha. Su objetivo es que la bronca popular se canalice exclusivamente por la vía electoral de cara a las elecciones de octubre, evitando que estalle una rebelión como las tomas universitarias del año pasado.
Debemos redoblar la lucha, no solo porque necesitamos que el veto sea rechazado por completo, sino también por lo que vendrá después. Esta semana quedó demostrado: cuando se cayó el veto a la Ley de Discapacidad, el gobierno declaró que “no había plata” para implementarla. Para el presidente y su gabinete corrupto y estafador, sólo hay recursos para “el 3% de Karina”, para reprimir a jubilados y para pagarle al FMI. Hay que lograr que el veto caiga y profundizar el plan de lucha para garantizar su implementación.
La pelea en defensa de la universidad pública seguirá hasta conquistar salarios dignos para docentes y no docentes, becas estudiantiles, un boleto educativo nacional y el presupuesto necesario para ciencia y tecnología. También contra todas las reformas que buscan mercantilizar nuestro futuro, como la Ley de Educación Superior y el Sistema de Créditos Universitarios. ¡Por una universidad al servicio de los trabajadores y el pueblo!
Luego de la derrota electoral del domingo, Javier Milei vetó la Ley de Financiamiento Universitario por segunda vez y la Emergencia pediátrica que afecta al Hospital Garrahan. En las próximas semanas la cámara de diputados insistirá en la confirmación de estas leyes y se está convocando a una nueva marcha federal educativa.
La diputada nacional de Izquierda Socialista FIT Unidad y docente de la UBA Mercedes de Mendieta dijo: “Milei es un provocador. Después de la paliza electoral del domingo pasado, vetó dos leyes que contaban con apoyo popular y fueron fruto de las luchas como la Ley de Financiamiento Universitario y de Emergencia Pediátrica para el Garrahan. No nos sorprende de un gobierno que desconoce la bronca popular por la corrupción, la represión y la motosierra que se expresó en las urnas bonaerenses este domingo. Dice que estas leyes no dicen cómo se financiarían, pero está claro que plata hay, se va en coimas y para la estafa de la deuda externa y el FMI”.
La dirigenta estudiantil secretaria de la FUA Pilar Barbas (JIS) agrego: “Las y los estudiantes venimos acompañando la lucha de la docencia y no docencia que vienen de semanas de paro. El veto decretado por Javier Milei ratifica el desprecio del Gobierno a nuestra Universidad pública. Desde hoy se están convocando Asamblea en todas las facultades. Hay que profundizar las medidas con clases públicas, asambleas interclaustros, cortes, y ocupaciones de las facultades para preparar una gran tercera marcha federal cuando se trate el veto en diputados”.
De Mendieta finalizó: “No olvidemos que este no es el primer veto para las universidades de Milei. En 2024 con dos movilizaciones históricas se logró la ley, pero el gobierno contó con cómplices en el Congreso Nacional para vetarla. Este año, el mismo día que la cámara de diputados avanzó en la media sanción de la confirmación de la emergencia en discapacidad, Milei logró el veto al aumento de las jubilaciones con el voto de 83 diputadas y diputados, no sólo de LLA y el PRO, sino también de UCR y bloques provinciales. Sólo podemos confiar en la fuerza de la movilización en las calles, tenemos que tomar el ejemplo del colectivo de discapacidad y sus familias que derrotaron el veto peleando y ganando el apoyo social. Exigimos la convocatoria a un plan de lucha nacional y que la CGT rompa el pacto con el gobierno. No podemos esperar a octubre, tenemos que derrotar el plan motosierra del gobierno, ahora es cuando”.
Contactos:
Mercedes De Mendieta: 11 6542-5363
X: @MechiDemen
IG: mechidemendieta
Pilar Barbas: 11 2642-5277
Prensa de Izquierda Socialista: 11 6054-0129

Escribe Pilar Barbas, dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista (JIS) y secretaria Federación Universitaria Argentina (FUA)
La Ley de Presupuesto Universitario logró la aprobación en ambas cámaras, pero Javier Milei ya adelantó que la vetará. Ante esta amenaza, la Tercera Marcha Federal se vuelve decisiva para defender el financiamiento de las universidades y presionar para que el veto sea rechazado.
El Gobierno nacional acaba de recibir un golpe en las elecciones de la provincia de Buenos Aires. Esa derrota lo deja políticamente debilitado y sin autoridad para vetar leyes que fueron aprobadas con amplia mayoría, como la de Financiamiento Universitario y la de Emergencia Pediátrica. Javier Milei y su ministro de Economía, Luis Caputo, deberían garantizar los aumentos de sueldos, becas y gastos de funcionamiento. Sin embargo, tras reconocer el resultado electoral, el hermano de “Karina 3%” anunció que van a “profundizar” su modelo de motosierra.
La crisis en las universidades es cada vez más grave. Los salarios y presupuestos no alcanzan, lo que provoca renuncias masivas de docentes y no docentes, mientras crece la deserción estudiantil. Este deterioro fue lo que impulsó la lucha que obligó al Congreso a aprobar la Ley de Financiamiento Universitario. Aunque es insuficiente, esa ley permitiría recuperar parte de lo perdido desde la asunción de Milei.
Durante todo el año, los sectores combativos e independientes de estudiantes, docentes y no docentes presionamos para que las conducciones peronistas y radicales de gremios y federaciones salgan de su inmovilismo y convoquen a una Tercera Marcha Federal. Pero en lugar de eso, las autoridades universitarias ajustaron aún más los presupuestos, recortando horarios de cursada, virtualizando materias y empeorando las condiciones de trabajo.
Las últimas semanas demostraron que la movilización puede frenar los vetos presidenciales. El jueves pasado, el sector de discapacidad consiguió que se cayera el veto al presupuesto mediante la presión en las calles y sobre el Congreso. Ese triunfo es una señal clara: la misma estrategia puede aplicarse para defender la universidad pública y gratuita.
Por la presión de distintos sectores, la semana pasada el Consejo Interuniversitario Nacional, la mesa sindical y la Federación Universitaria Argentina anunciaron que movilizarán el día en que se trate el veto en Diputados. En este contexto de crisis política y debilidad del gobierno, podríamos estar construyendo acciones masivas para evitar que Milei lo firme o, si lo hace, preparar desde ahora la convocatoria a la Tercera Marcha Federal. Sin embargo, en lugar de organizar esta lucha, los rectores y las burocracias sindicales se dedican a atacar a quienes sostuvimos el plan de lucha durante todo el año.
Si Milei finalmente firma el veto, la respuesta debe ser inmediata: convocar a una Tercera Marcha Federal Educativa el mismo día en que Diputados lo trate. Junto con esa movilización, exigimos a las conducciones sindicales un paro nacional para garantizar una marcha masiva y en todo el país. Esa jornada tiene que unirse a la lucha del Garrahan, presionando a los diputados radicales y peronistas para que voten en contra del veto presidencial.
También reclamamos a los centros de estudiantes peronistas y radicales que convoquen a asambleas e instancias interclaustros para planificar un plan de lucha junto a docentes y no docentes. Llenemos las universidades de acciones: clases públicas, ruidazos y cortes de calles que visibilicen la construcción de la Tercera Marcha Federal. Esta movilización debe ser el inicio de una pelea sostenida en defensa de la universidad pública y gratuita, por la implementación del presupuesto aprobado y contra las reformas privatizadoras como el Sistema Argentino de Créditos Académicos Universitarios.

Escribe Pilar Barbas, estudiante de la Universidad Nacional de las Artes (UNA) y dirigenta de la Juventud de Izquierda Socialista
El miércoles 6 de agosto se consiguió que en la Cámara de Diputados se vote la derogación del Decreto 345/2025 que desmantela el Instituto Nacional del Teatro (INT). La pelea sigue en Senado.
La guerra de Javier Milei contra el INT es un ataque ideológico de este Gobierno que busca destruir nuestra cultura nacional. Por eso el decreto desmantela su directorio que tiene representación federal y le saca su autarquía para que pueda administrar sus recursos. Sin el INT, salas y proyectos de muchísimos rincones del país dejarán de existir.
La mentira atroz de que “no hay plata” del gobierno ultraderechista mientras le paga al FMI tampoco aplica, porque encima el Instituto se autofinancia. Claramente es un ataque más profundo, su ya iniciado desmantelamiento con el desarme de su directorio, es avanzar sobre la identidad que el INT significa.
Eso se vio reflejado en la exitosa audiencia pública organizada por el Encuentro Nacional de Teatro y Resistencia Activa (Entra) en el Congreso, junto a sindicatos de actores, directores y salas independientes, que contó con la participación de artistas de todo el territorio. Con discursos muy importantes de Julián Lucero, Ivo Hochman, Osqui Guzmán, Maruja Bustamante y Claudio Tolcachir, entre otros. De la cual fueron parte la diputada nacional Mercedes De Mendienta y el diputado nacional Juan Carlos Giordano, ambos de Izquieda Socialista, y otras y otros legisladores del Frente de Izquierda Unidad.
La pulseada ahora sigue en el Senado para conseguir que se caiga completamente el decreto. Más allá de lo que ocurra en ese recinto, la pelea en defensa del INT, del teatro nacional y de toda nuestra cultura será una de las grandes luchas que tendremos que dar contra este gobierno ultraderechista. Ante eso, el impulso a las grades acciones del Entra y la propuesta de continuar con la defensa de una red de articulación federal teatral, es un aliciente para las batallas que vienen. Seguiremos luchando en las calles y con nuestro arte para conseguir lo que reclamamos.