El macrismo querrá usar la excusa de la “herencia recibida” para descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores. Tendremos que salir a pelear para impedírselo, oponiendo un programa económico obrero y popular
Escribe: José Castillo
Escribe Juan Carlos Giordano
Diputado nacional electo Frente de Izquierda/Izquierda Socialista
Si bien las encuestas dieron que el ganador fue Macri, hubo muchos que por twits o llamados a las radios, dijeron: "Repitieron lo que ya venían diciendo"; "A mí no me cambio nada". Otros fueron más allá: "me decepcionaron".
Scioli y Macri hablaron de "cambiarle la vida a los argentinos", pero no dieron ninguna pista de qué y cómo lo van a hacer. Más bien, se cuidaron de no develar el verdadero plan que sus economistas están preparando: un mayor ajuste para después de las elecciones.
La confederación de sindicatos del sector privado de Grecia, GSEE, convocó a una huelga general de 24 horas para el próximo 12 de noviembre en protesta contra las medidas acordadas con los acreedores, que prevén la “liberalización” del mercado laboral a cambio de los fondos del tercer rescate. Esto es parte del primer paquete pactado por el gobierno de Alexis Tsipras con el denominado “cuarteto” de acreedores (le cambiaron el odiado nombre de “Troyka”): Comisión Europea, Banco Central Europeo, Mecanismo Europeo de Estabilidad y Fondo Monetario Internacional.
Lo dicen los empresarios y los voceros del imperialismo: “el diagnóstico de los problemas a atacar es casi idéntico”, “las diferencias de propuestas son ínfimas” (La Nación, suplemento económico 8/11). Mientras en la campaña electoral Scioli y Macri tratan de diferenciarse, sus economistas diseñan un programa de ajuste casi idéntico
Escribe: José Castillo
El debate sobre qué hacer en el balotaje cruza toda la realidad nacional. Discusiones entre compañeros de trabajo, en colegios, bares, familias o entre amigos. No es para menos. Se decidirá quién va a ser el futuro presidente del país, entre Scioli y Macri. Y hay una campaña oficial tendiente a demonizar a quienes van a votar por Macri, y en menor medida a quienes llamamos a votar en blanco o nulo.