El ministerio de Trabajo decretó conciliación obligatoria. Julio González, burócrata de Uocra de la región acató. Concluida la misma los obreros fueron en micros a la puerta de Atucha a las 6 de la mañana pero no los dejaron entrar. González los citó a una asamblea en el sindicato a las 15 horas. A esa hora sólo quedaban 400 obreros. González dijo que Gerardo Martínez había hablado con Macri y que prometía reactivar en breve Atucha II. Por eso aceptaba los despidos y que debían cobrar el fondo de desempleo. Final: miles de obreros en la calle por política de Macri. Y entrega de la lucha por parte de la burocracia de la Uocra.