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Sigue la pelea por las reincoporaciones: Rebelión en la UTA Córdoba

concentracion frente a la sede de UTA en Cordoba

Fue una gran pelea, más allá del resultado, contra la patronal, la burocracia, el intendente Mestre (UCR) y el gobernador Schiaretti (PJ) que quieren imponer el techo salarial de Macri y avanzar sobre las conquistas de los trabajadores. Tuvo un gran impacto en el conjunto de la clase trabajadora. Es preciso analizarla y sacar todas las conclusiones para seguir desarrollando nuevas direcciones sindicales y fortalecer al sindicalismo combativo.

Escribe Liliana Olivero primera candidata a diputada nacional del FIT por Córdoba

El conflicto se inició por el repudio a la firma de la paritaria por Roberto Fernández de la UTA Nacional, con un miserable aumento de 8% hasta noviembre de este año y llegando en dos tramos más al 21% recién en 2018. Se exigía que el aumento se aplique al básico, por lo cual, por varios ítems relacionados, terminaría siendo un aumento del 11,5% más. Esto elevaba el aumento a un 32,5% al 2018. Los choferes desconocieron la conciliación obligatoria, empezaron el paro y marcharon a la sede de la UTA a exigir el fin de la intervención del gremio. El interventor designado por la UTA Central cerró con candado la puerta del edificio y se borró. Entonces, las mujeres que operan los trolebuses montaron una carpa en el acampe frente al gremio que duró nueve días. Fue una verdadera rebelión de las bases por salario y contra la burocracia sindical porteña y su interventor. Hace muchos años que no se veía una lucha tan fuerte. Fueron nueve días de paro de transporte en la ciudad.

La UTA Córdoba desde hace más de una década viene siendo conducida por distintos recambios burocráticos, en conflicto permanente con la UTA central, defendiendo en cada caso su propio feudo. Hay una base muy explosiva, que en los últimos años salió a numerosos paros espontáneos rebasando a sus conducciones. Las patronales y el gobierno incentivaron una campaña para dividir a los usuarios de los choferes y sus medidas de fuerza. A partir de esto, y a pedido de Schiaretti y Mestre, el burócrata de la UTA nacional, Fernández, impuso un interventor en la seccional.

Surgieron nuevos dirigentes

En marzo, sectores combativos ganaron las elecciones de los cuatro cuerpos de delegados. Estos sectores, donde conviven expresiones sindicales y políticas heterogéneas, fueron quienes dirigieron el conflicto. La lucha tuvo un gran apoyo de la base y una decidida vanguardia, que hizo el aguante frente a la UTA estoicamente hasta el último día. Las operadoras de trolebuses fueron su sector más organizado y combativo y crearon una comisión de mujeres. A la nueva dirección, al conducir esta rebelión, se le plantearon nuevos desafíos y, pese a su inexperiencia, se jugó a triunfar ante la traición de la burocracia sindical y los ataques de los gobiernos municipal y provincial, conducidos por la UCR y el PJ, quienes impusieron un Plan de Contingencia al octavo día con la infantería y la gendarmería dentro de los colectivos conducidos por carneros contratados sin experiencia.

La lucha continúa por las reincorporaciones

La patronal y los gobiernos se jugaron con todo a quebrar el conflicto, para evitar que se contagie al conjunto de la clase trabajadora el repudio a los acuerdos salariales a la baja y a la traición de las burocracias. Para ello, desplegó a la Gendarmería y un fuerte operativo policial, lanzando una feroz campaña en los medios para poner a la población contra los choferes. En este marco, el gobierno, la UTA nacional y el Ministerio de Trabajo maniobraron al convocar a una reunión con funcionarios de menor rango, en la que acordaron conceder la reincorporación de los despedidos hasta ese momento, el pago de los días caídos, el pago de aumentos adeudados y discutir la aplicación del incremento salarial en la sede del Ministerio de Trabajo de la Nación de Córdoba. Era casi todo lo reclamado. Los delegados en una masiva asamblea propusieron aceptar y se votó levantar el paro en la madrugada del octavo día.

Sin embargo, a las pocas horas, las patronales y Mestre, con la complicidad de Roberto Fernández (UTA Nacional) desconocieron el acta, e incluso la misma reunión realizada. Al mediodía del día siguiente, los delegados viendo la imposibilidad de seguir sosteniendo el paro, lo levantaron exigiendo la reincorporación de los despedidos y el pago de los días caídos. La combatividad de los choferes conmovió a los trabajadores de Córdoba y el conjunto del país. Fue un ejemplo de pelea en medio de la tregua de la burocracia sindical.


marcha de los choferes¿Qué hacía falta para triunfar?

Queremos reflexionar sobre esta gran experiencia. No se ganó este primer round de la pelea por la traición de la burocracia nacional de la UTA de Roberto Fernández que siempre estuvo contra el conflicto y actuó para quebrarlo, incluso sacando declaraciones vergonzosas en contra de los compañeros. El miércoles 14 se realizaba en la legislatura la votación de la ley antihuelga del PJ y Cambiemos, afuera distintos sectores gremiales se oponían. Mientras tanto, en un camping de la UTA 250 choferes y operadoras de trolebuses, la mayoría despedidos, fueron reunidos por el Secretario del Interior de la UTA Nacional Jorge Kiener, quien prometía una posible reincorporación a cambio de la renuncia de los delegados gremiales, en caso de no aceptar les sugirió juntar firmas para hacerlos renunciar. De no concretarse amenazó con pedir ante la justicia el desafuero de los delegados. Un chantaje miserable.

También jugó la inacción de las CGTs y CTAs de Córdoba, que ante semejante conflicto no convocaron al paro provincial, a pesar de que todas apoyaban de palabra, haciendo primar los intereses y rivalidades interburocráticas.

Sigue siendo necesario exigir a las CGTs y las CTAs cordobesas que rompan su tregua y convoquen al paro provincial. Cuestión que ya estuvo planteada durante el conflicto por sectores de base de los choferes, del sindicalismo combativo y de la izquierda, y mucho más ahora que el gobierno provincial logró que la legislatura votara la declaración del transporte como servicio esencial, limitando el derecho de huelga.


sobrero solidarizandose con los choferesEl “Pollo” Sobrero en Córdoba

Rubén “Pollo” Sobrero envió un video de los ferroviarios del Sarmiento y el sindicalismo combativo solidarizándose con la lucha de los choferes cordobeses y poniéndose a su disposición. A partir de eso se dio una enorme repercusión en Córdoba, que también se reflejó en medios nacionales. El gobierno quiso utilizar esto para usarlo como parte de la campaña de que se trataba de “reclamos políticos”.

Cuando se anunció la llegada de Rubén “Pollo” Sobrero a Córdoba, cuya presencia era reclamada por los dirigentes del conflicto, los medios adeptos al gobierno decían que lo hacía para “alterar la paz social”. Pero el intento de demonizarlo no prendió. Su presencia como parte del sindicalismo combativo sirvió para dar una connotación nacional a la lucha, por eso las expectativas y el conmovedor recibimiento de los trabajadores. Habló en todos los actos que se realizaron, hizo innumerables entrevistas en los medios y hasta una numerosa reunión con activistas sindicales en el local de Izquierda Socialista, y muchas otras con diversos grupos de trabajadores que se habían acercado al acampe frente a la UTA. Todo quedó reflejado en cientos de fotos y abrazos de agradecimiento. En todo momento y lugar manifestó que venía a dar su apoyo al conflicto y en su discurso de despedida ante una gran asamblea, se comprometió a impulsar una acción en Buenos Aires con otros dirigentes y gremios, además de los ferroviarios, frente a la Casa de Córdoba, acción que posteriormente se concretó. La visita de Sobrero mostró la importancia de seguir profundizando la coordinación nacional del sindicalismo combativo para dar la solidaridad y ganar las luchas que se avecinan.