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Y dónde está, que no se ve: La CGT y la movilización del 22 de agosto

Daer Acuña SchmidtAl cierre de esta edición estamos en las vísperas de la reunión de la directiva de la CGT del miércoles 16 de agosto que decidirá si se convoca a la marcha anunciada para el martes 22 contra el ajuste o si se levanta.

Los “gordos” –es decir, los líderes de los sindicatos de servicios más fuertes– siempre los primeros en frenar, están proponiendo levantar la marcha, teniendo en cuenta el resultado electoral en las PASO. Mientras que el moyanismo –con más peso en el transporte y afines– presiona no sólo por mantener la convocatoria, e incluso Juan Carlos Schmid, de Dragado y Balizamiento, propone acompañar con paro. Posición similar mantiene la Corriente Federal encabezada por la Asociación Bancaria, con su secretario general Sergio Palazzo. Los independientes –entre otros la Uocra y UPCN– están tratando de acercar a las partes en disputa.

Más allá de estas “peleas” que pueden terminar en la convocatoria o no a la marcha, la CGT, incluyendo todas sus alas, mantiene su tregua con el gobierno y las patronales de no hacer olas en medio del proceso electoral. Como resultado de este pacto opuesto a los intereses de los trabajadores, los caciques sindicales dejaron pasar las paritarias a la baja, la flexibilización incorporada a varios convenios como el del gremio petrolero de Neuquén, los cierres y despidos masivos en AGR-Clarín y PepsiCo, los nuevos despidos en Cresta Roja y tantos atropellos más contra los trabajadores sin mover un dedo.
La convocatoria a la marcha del 22 de agosto se hizo supuestamente para repudiar la represión en PepsiCo… un mes y medio después. Esta medida totalmente insuficiente para frenar el ajuste, en todo caso es un taparrabos para tratar de ocultar que el pacto de los burócratas sindicales con el gobierno y los patrones sigue plenamente vigente.Todo esto es una confirmación más de que es imprescindible terminar con estas direcciones traidoras y avanzar en la construcción de una nueva conducción democrática y combativa de los trabajadores. Para eso debemos seguir fortaleciendo el sindicalismo combativo, para enfrentar la profundización del ajuste con la reforma laboral que pretenden Macri, Triaca y las patronales y reclamando un verdadero plan de lucha para exigir la prohibición de despidos y suspensiones, el salario igual a la canasta familiar, el 82% móvil para los jubilados, e imponer los reclamos de la clase trabajadora para derrotar el ajuste.