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La deuda del kirchnerismo le da más ventajas legales a los buitres que la macrista

Publicado en El Socialista N° 468
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Escribe Guido Poletti

Ante cualquier conflicto jurídico, la mayoría de la deuda externa argentina se decide en los tribunales de países imperialistas. Mayormente, en Nueva York que, como sabemos, siempre termina fallando a favor de los pulpos acreedores. 

En la actual renegociación de la deuda hay dos grupos de bonos. Y la realidad es que los que vienen de la época del peronismo kirchnerista (canjes 2005 y 2010) tienen condiciones más favorables para los acreedores que los que se emitieron durante la presidencia de Macri. 

Pasamos a explicarlo. Los bonos “kirchneristas” tienen una cláusula que establece que, en caso de renegociación, para que esta sea aprobada se requiere la aceptación del 85% del total de la deuda en cuestión y del 66% de cada bono a renegociar. Obviamente, como estos números son muy elevados, resulta fácil que uno o varios fondos buitres compren una parte de esos bonos y así impidan que se alcancen esos porcentajes. Esto los avala inmediatamente para “ir a juicio” en los tribunales de Nueva York y exigir el pago del ciento por ciento de la deuda más intereses punitorios.

Los bonos emitidos durante la presidencia de Macri establecen que, en caso de renegociación, bastará que el 66% del total y el 50% de cada bono acuerden una propuesta para que pase a ser aprobada. De hecho, el país deudor (la Argentina, en nuestro caso) está en mejores condiciones frente a los buitres en estos bonos que en los anteriores. Dejémoslo claro, en ambos casos se dirimen en los tribunales yanquis y en los dos las cartas legales están “marcadas” a favor de los buitres. Digamos simplemente que si los bonos emitidos por Macri son “Guatemala”, los de la era kirchnerista eran “Guatepeor”.

Todo esto ya estaba claro para los especialistas, pero ahora se hizo público masivamente a partir de una declaración firmada por Joseph Stiglitz junto a otros setenta economistas e intelectuales. El premio Nobel de Economía y amigo del ministro Guzmán, defendiendo la actual negociación, acusa a fondos como BlackRock de pretender “reemplazar las CAC -cláusulas de acción colectiva- con arreglos más antiguos, que podrían conducir  nuevamente a la depredación de los fondos buitres” (Proyect Syndicate, 9/7).

Sucede que esos “arreglos más antiguos” son los que habían negociado Néstor y Cristina Kirchner en 2005 y 2010. 

Es evidente entonces que no “nos habíamos desendeudado”, como decía el viejo doble discurso K. Ni tampoco “le habíamos doblado el brazo a los acreedores”. Tanto es así, que hasta las condiciones legales de dicha deuda terminaron resultando más favorables a los buitres que las de Macri.