Print this page

El “banderazo” del 9 de julio y las excusas del gobierno

Publicado en El Socialista N° 468
Tags

Escribe Diego Martínez

Con la excusa del 9 de julio se llevó adelante el “banderazo por la independencia”. Mediante convocatorias minoritarias, sectores reaccionarios se concentraron en el Obelisco, en el barrio de Belgrano, en Olivos y en algunas ciudades de Mendoza, Santa Fe y Córdoba. Los manifestantes marcharon en “defensa de la propiedad privada”, “contra el comunismo”, “contra la cuarentena” y en “favor de la libertad de prensa”, y en el Obelisco porteño atacaron un móvil de C5N al grito de “van a empezar a tener miedo hijos de puta”, así como también a distintos periodistas que quisieron frenar la agresión, uno de los cuales sufrió graves lesiones en medio de estos hechos repudiables.

Aunque se dijo que fue “autoconvocada”, en el Obelisco estuvieron presentes personajes de la derecha más rancia como José Luis Espert y dirigentes de PRO que habían fogoneado el banderazo. El polémico Fernando Iglesias, quien quiso justificar los ataques a los periodistas y se tuvo que retractar, difundió enérgicamente la convocatoria por las redes sociales, Patricia Bullrich celebró la manifestación una vez finalizada y Macri tuiteó “¡Libres!” junto a imágenes de la marcha. La convocatoria fue acompañada por la consigna #Macrivuelve en las redes sociales y se difundió junto a un video de una entrevista a Macri en la que hablaba en defensa de la propiedad privada.

El macrismo alentó el “banderazo” para quebrar aún más la ya flexibilizada cuarentena al servicio de sus empresarios amigos e insistir en su “defensa de la propiedad privada”, a pesar de que el propio gobierno ya había dado marcha atrás con la expropiación de Vicentin. 

¿La derecha frena al gobierno?

La política de Macri y PRO es repudiable. Parece no haberles bastado haber aplicado un ajuste brutal contra los trabajadores al servicio de las multinacionales y sus empresarios locales amigos durante cuatro años y van por más. Ahora, las expresiones como el “banderazo” del 9 de julio son minoritarias. Pero el gobierno las aprovecha y usa para agitar que “se viene la derecha” y que por eso hay que apoyar al Frente de Todos a como dé lugar. Utiliza este argumento para encubrir el hecho de que no resuelve los grandes problemas sociales que hay en el país. Pero si no  los soluciona no es por el “avance de la derecha”, sino porque sigue privilegiando beneficiar a los grandes empresarios, que son la “verdadera” derecha. Aunque lo quiera encubrir con un discurso progresista, el gobierno está llevando adelante un plan de ajuste junto con las multinacionales, los grandes empresarios y con la complicidad de la burocracia sindical.

Como muestra, recordemos que en el mismo momento en que se realizaba el “banderazo” Alberto Fernández se reunía en la Quinta de Olivos con el presidente de la Sociedad Rural, los popes de la UIA, la Bolsa de Comercio, la Asociación de Bancos y Eduardo Eurnekian. En ese encuentro Fernández llamó a dejar atrás el odio y la división y a encolumnarse detrás de la unidad nacional. Ya teniendo casi finiquitado el acuerdo con los bonistas busca prepararse para pactar con el FMI avanzando en un ajuste que ya está en curso con el recorte a las jubilaciones, el aguinaldo en cuotas, la rebaja de los salarios y los despidos y las suspensiones que no cesan. Ese es el “pacto social” que prepara el gobierno junto con las patronales y la burocracia sindical.

El gobierno nos quiere engañar, podemos enfrentar a los de arriba

Es evidente que el gobierno no tiene la intención de tomar medidas que afecten los intereses de los grandes empresarios que se enriquecieron durante todos estos años a costa de la miseria del pueblo trabajador. Dijo que no se iba a arrodillar ante el FMI y los bonistas y que iba a pagar recién dentro de tres años, cuando el país salga de la crisis y tenga crecimiento económico, pero acordó empezar a pagar el año próximo con la crisis económica del coronavirus aún a cuestas y abonando 15.000 millones de dólares más que lo propuesto en la oferta inicial. Ahora también dice que lo de Vicentin fue una “equivocación” y que es “muy respetuoso de la propiedad privada” (Clarín,13/7). La política del gobierno es seguir beneficiando a los grandes empresarios.

Frente a esta realidad, el peronismo kirchnerista intenta confundir a honestos trabajadores que aún tienen expectativas en su gobierno y creen que Fernández puede tomar medidas distintas de las de Macri y mejorar su nivel de vida. Para camuflar su política de ajuste dicen que la relación de fuerzas “no da” para tomar decisiones que irritan demasiado a los empresarios y que lo “inteligente” es acordar con ellos. Esto implica, en lo concreto, más ajuste para el pueblo trabajador y nuevos beneficios para los empresarios.

Llamamos a los trabajadores a reflexionar sobre todo esto. Para nosotros la conclusión es que la salida es construir juntos una alternativa distinta de la de PRO, la UCR, el peronismo y la centroizquierda, hoy diluida en el gobierno. Desde Izquierda Socialista en el Frente de Izquierda Unidad luchamos por cambios de fondo, medidas que realmente afecten los intereses de los grandes capitalistas y beneficien al pueblo trabajador para tener una vida digna. Por un gobierno de los trabajadores que termine con el hambre y la explotación.