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Cepo al dólar/ La mentira del "combate a los especuladores"

Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

El gobierno acaba de imponer un impuestazo de 35% sobre el valor del dólar ahorro. El objetivo es limitar, o directamente impedir, la compra mensual de 200 dólares a que apelaban muchos trabajadores o sectores de clase media baja para no seguir perdiendo poder adquisitivo. Esta medida llevó a que el dólar alcance los 130 pesos, lo que significa una nueva devaluación, con la consiguiente consecuencia de suba de precios de los productos de primera necesidad (más inflación) y una nueva pérdida en los salarios, las jubilaciones y los planes sociales que acrecentarán la pobreza y la miseria.

A su vez, la disposición prohíbe directamente adquirir esos dólares a quienes son beneficiarios de programas sociales (IFE y AUH), tengan préstamos hipotecarios UVA y a cientos de miles de monotributistas, entre otros. El gobierno dice que esta medida va contra los especuladores. ¿Son especuladores quienes cobran una asignación por hijo o un miserable IFE de 5.000 pesos mensuales? Es una barbaridad. La única verdad es que es otro manotazo de ahogado para reservar los dólares y seguir pagando la deuda externa, cumplir con el FMI y subsidiar a las patronales. 

También está la restricción de la divisa para la cancelación del 60% de las deudas privadas de las grandes empresas, las que tendrán que usar dólares propios. Esto ya generó críticas del sector empresario, que se vale del Estado como garante para sus propios negocios. Es decir que plata hay, solo que este gobierno la usa para salvar a los capitalistas.

El gobierno justifica el nuevo cepo diciendo que es para “poner límite a la sangría de reservas internacionales”. Pero decir que un trabajador, un beneficiario de un plan social o un monotributista están provocando una “sangría” de dólares es una aberración absoluta. Como hemos dicho en un comunicado al conocerse la noticia, “la sangría se produce por los 4.500 millones de dólares que el gobierno pagó de deuda externa desde que asumió y la fuga de capitales que sigue permitiendo”. Los grandes ganadores son los bancos y los especuladores de verdad, como los bonistas que recibieron una mejora de pago de 15.000 millones de dólares, o el FMI, a quien se le va a pagar una deuda de 50.000 millones de dólares que el pueblo no vio.

Faltan dólares, ¿quién se los lleva?

Que el problema no es el “dólar ahorro” no solo lo decimos desde la izquierda, sino hasta funcionarios del propio gobierno. Un informe de Claudio Lozano (director del Banco Nación y miembro del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas) desmitifica la campaña de que “faltan dólares”, diciendo: “Si hay algo que no se puede decir hoy es que Argentina transita un momento de escasez de dólares. Quien no tiene dólares hoy es el Banco Central”. Y afirma: “Argentina tiene dólares, ya que terminó 2019 con un saldo comercial de unos 15.900 millones de dólares, y el de este año se proyecta cercano a los 17.000 millones. Pero ocurre que los dólares que la Argentina acumuló en 2019 se fueron en concepto de pagos de deuda y fuga de capitales” (Página/12, 18/9). Y agrega que por el denominado “dólar ahorro” solo salieron entre enero y julio de este año 1.826 millones de dólares, mientras que el saldo comercial favorable de Argentina es de 9.563 millones de dólares, pero solo ingresaron 2.865 millones de dólares menos por la no liquidación de los mismos dólares por parte de los exportadores. Es decir, se los quedaron ellos.

El texto asevera que “la otra gran causa del consumo de divisas ha sido el pago de deuda por intereses y capital, tanto pública como privada. Entre enero y julio se fueron 4.789 millones de dólares por intereses y se canceló capital por 4.276 millones. Es decir, 9.065 millones de dólares se los llevó el endeudamiento”. Conclusión, el problema no es el dólar ahorro, es la aspiradora de dólares por deuda pública y privada (9.065 millones de dólares) y la no liquidación de los exportadores (3.267 millones de dólares). Por estos conceptos se fueron 12.332 millones de dólares, por la “fuga del dólar ahorro” apenas 1.826 millones.

A esto tenemos que agregar la tremenda evasión de dólares en las maniobras del comercio exterior donde un puñado de monopolios transnacionales tienen el dominio absoluto de nuestras exportaciones, y las enormes bicicletas de los bancos, los grandes ganadores con este gobierno.

Que el gobierno use esta medida para decir que está atacando a los especuladores y que de esta manera privilegia “el trabajo y la producción” es una gran mentira, como parte de su acostumbrado doble discurso. Dice esto mientras sigue subsidiando a las patronales con el pago de la ATP (50% del salario por parte del Estado), el agronegocio y rebajando salarios.

Esta devaluación es un mayor ajuste para el pueblo trabajador. Desde Izquierda Socialista decimos que hay que castigar a los verdaderos especuladores, cortándoles el chorro del festival de dólares a los bancos, los exportadores, los bonistas de la deuda, los fondos de inversión, las multinacionales y el FMI. Y a todos los que se valen del gobierno y usan las maniobras que les permiten evadir, especular, fomentar devaluaciones y la fuga de capitales en una completa impunidad.

Decir que los problemas de la economía se generan porque “faltan dólares” es para tapar que los billetes verdes están, pero se los llevan ellos. Para evitarlo, es necesario nacionalizar la banca (para terminar con la actual especulación cambiaria y tomar el control de todo el dinero circulante en beneficio del pueblo trabajador) y el comercio exterior (para que sea el Estado quien decida y maneje las exportaciones y las importaciones) y de ese modo librarnos de que los dólares se los apropien multinacionales del sector, una parte esencial del mecanismo por el cual se llevan nuestras riquezas. Y, fundamentalmente, dejar de pagar una deuda usurera e ilegítima para que los dólares se queden en el país y se inviertan en un plan económico obrero y popular que reactive la economía.