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Peligroso simulacro de regreso a clases presenciales

Publicado en El Socialista N° 492
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Escribe Guillermo Sánchez Porta

Como veníamos alertando, la reunión del Consejo Federal de Educación (CFE, integrado por los ministros de Educación de todas las provincias) demostró que no había “grieta” en la política educativa. No eran sólo Larreta, Acuña y Cambiemos “los malos” que querían imponer una presencialidad absurda y peligrosa para la salud. Hoy, también Trotta y los gobernadores peronistas, kirchneristas y de los partidos provinciales como el MPN, Kicillof, Alicia Kirchner, Schiaretti, Perotti, todos, apoyaron y aprobaron implementar en todo el país, el mismo “protocolo” que Larreta y Acuña en CABA. A la reunión se sumó y la cerró Alberto Fernández. Dijo que “la pandemia no terminó, pero o seguimos paralizados o tratamos de reacomodar nuestra vida con el virus”

Para esto, el CFE tuvo que resolver desconocer el semáforo epidemiológico que se utiliza en todos los países para definir el aislamiento sanitario y si hay condiciones de volver a clases presenciales. Si se respetara, sólo en Formosa, La Pampa y en una decena de ciudades se podría autorizar.  

Fernández agregó: "esta vez, es volver llenos de cuidados, preservando la distancia de docentes y alumnos, y priorizando a la salud de los docentes, a quienes debemos vacunar lo antes posible". Con ese fuerte apoyo político, Larreta decidió arrancar las clases presenciales en CABA, con la mayoría de las escuelas sin condiciones de cumplir los “protocolos sanitarios” aprobados por ellos mismos. Y lo mismo piensan hacer Kicillof y todos los gobernadores el 1º de marzo.  

Fernández y el CFE dejaron en claro que su prioridad es que no quede ningún trabajador licenciado de trabajar por tener que cuidar a sus hijos. Y que empezará una situación caótica y mentirosa de la “vuelta a clases”. Presionando a directivos y amenazando a los docentes que son conscientes del incumplimiento del protocolo, las escuelas terminaron inventando sus propias reglas. De “burbujas” de 30 pibes por aula, las escuelas definen hacer dos o tres “burbujas” de 8/10, que sólo van un par de días a la semana. Las cooperadoras escolares deben comprar lavandina, alcohol y pilas para termómetros. Se indica a los docentes que realicen diferentes tareas y con cualquier grupo. 

En CABA, con sólo un tercio de alumnos volviendo, los transportes públicos se colmaron y convirtieron en lugar privilegiado del Covid, como alertaron los docentes de Ademys. Los problemas de infraestructura, baños, agua, siguen intactos. Y, en una semana ya se han comprobado decenas de casos de Covid-19 en las escuelas. ¡Y todavía faltan los contagios que empiecen por la presencialidad! Tan absurdo es todo, que miles de familias deciden, con buen tino, no mandar a sus hijos aún. 

Los docentes y estudiantes de CABA se han convertido en el “conejillo de indias” de esta peligrosa y criminal política educativa nacional. El protocolo de Larreta, Acuña y Trotta es impracticable. Y, en muchas escuelas directivos y docentes hicieron lo imposible para cumplir con algún tipo de presencialidad exponiéndose al peligro de una explosión de contagios. La firmeza de Ademys y miles de docentes y padres exigiendo un protocolo seguro, logró evitar que la irresponsabilidad gubernamental fuera mayor. 

Sin dudas, en las próximas semanas se irán sumando los grupos y escuelas que deberán cerrar por contagios y por la falta de condiciones sanitarias en todo el país. Ese será el costo del “simulacro” del regreso a la presencialidad de Fernández, Trotta y todos los gobernadores. 

Llamamos a las familias trabajadoras a organizarse y apoyar a los docentes que se ponen al frente del reclamo por un regreso seguro a la presencialidad, ya que las escuelas se abren con recursos, no con discursos.