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#8M - Repudio masivo a la violencia machista


Escribe Mercedes Trimarchi, diputada provincial (m.c.) Izquierda Socialista/FIT Unidad

La jornada internacional por el día de las mujeres trabajadoras se sintió fuerte en las calles y en las redes sociales de varias ciudades del mundo. Incluso en aquellas donde días previos los gobiernos habían declarado que no se podían hacer movilizaciones por la pandemia, como ocurrió en Madrid o Venezuela. Pero a pesar de las restricciones, las mujeres y disidencias se organizaron igual desafiando estos mandatos y poniendo como eje central la lucha contra las violencias de este sistema capitalista y patriarcal.

En Chile, medio millón de mujeres y disidencias se convocaron en la plaza Dignidad (ex plaza Italia) contra la violencia machista, por el derecho al aborto y para que se vaya Piñera. Los carabineros reprimieron la movilización y se llevaron varias detenidas. En la ciudad de México también la movilización terminó con la represión policial en la plaza del Zócalo, que se colmó reclamando justicia frente a los femicidios, contra el acoso sexual y contra la candidatura de Félix Salgado Macedonio, aspirante a gobernador del estado de Guerrero por el partido del presidente AMLO, que tiene cinco acusaciones de violación.

En la Argentina las movilizaciones fueron multitudinarias. A pesar de la pandemia, las plazas de todo el país se colmaron contra los femicidios, transtravesticidios y por los derechos de las trabajadoras contra la discriminación laboral y por el reconocimiento con remuneración de las tareas de cuidado. Decenas de miles en Buenos Aires coparon la zona del Congreso (ver recuadro). En la ciudad de Córdoba se movilizaron unas 15.000 personas y 12.000 en Neuquén. No es casual que hayan sido movilizaciones tan numerosas, la bronca contra los crímenes de odio crece día a día y el reclamo por mayor presupuesto para que se cumpla el #NiUnaMenos está más vigente que nunca.

El “consejo federal” de Alberto Fernández no es una respuesta a nuestros reclamos

El presidente eligió el 8M para firmar un “acuerdo federal para una Argentina unida contra la violencia de género” al que suscribieron los gobernadores. A este show montado en el Museo del Bicentenario, el presidente y su ministra Gómez Alcorta lo denominaron “respuesta” a los reclamos de las mujeres. Una verdadera tomadura de pelo.

El “Consejo Federal para la Prevención y el Abordaje de Femicidios, Travesticidios y Transfemicidios” invita a los miembros firmantes a adherir al Sistema Único de Registro de Denuncias por Violencia de Género (URGE) y al Sistema Integrado de Casos de Violencia por Motivos de Género (Sigvg), a la vez que invita a capacitar a las fuerzas policiales (otra vez). Es decir, más organismos burocráticos y más cursos a los policías que son los responsables del 20% de los femicidios del país. Pero no dice nada de los policías que tienen denuncias por violencia de género y que siguen portando sus armas reglamentarias, que en el caso de la bonaerense de Berni-Kicillof son seis mil efectivos.

Por eso, desde Isadora e Izquierda Socialista sostenemos que nuevos ministerios o pactos federales no son la respuesta que necesitamos frente a los femicidios y crímenes de odio que se cuentan de a uno por día en nuestro país. Por eso nos movilizamos el pasado 8M, por políticas efectivas para erradicar la violencia de género con presupuesto acorde para combatirla sobre la base del no pago de la deuda externa.