En medio de un descrédito político generalizado, el próximo 11 de abril se llevarán a cabo elecciones en Perú para elegir presidente, dos vicepresidentes y 130 congresistas. El Partido de los Trabajadores y Trabajadoras-Uníos, sección peruana de la UIT-CI, llama a repudiar esta farsa democrática y votar viciado, nulo o blanco. Reproducimos a continuación los párrafos principales de los artículos de Taylor Rojas del periódico de nuestro partido hermano.

Los resultados de las encuestas del 13 marzo, ofrecidos por el Instituto de Estudios Peruanos, demuestran una completa dispersión y una falta de alternativa clara para las elecciones del próximo 11 de abril. Le otorgan 13,9% a Yonhy Lescano (Acción Popular), 9,5% a López Aliaga (Renovación Popular), 7,2% a Keiko Fujimori (Fuerza Popular), 7% a Verónika Mendoza (Nuevo Perú), 6,8% a George Forsyth (Victoria Nacional) y 5,7% a Hernando de Soto (Avanza País). Por debajo se encuentran los candidatos que no pasarían el piso electoral. Hay un rechazo generalizado que se manifiesta en que 16,6% no votaría a ningún candidato y 11,4% no sabe a quién votar.

Las elecciones buscan cerrar la crisis a favor de los capitalistas

Los empresarios agrupados en la Confederación Nacional de Instituciones Empresariales Privadas (Confiep) buscan una salida institucional a la crisis política abierta con la caída de PPK (Pedro Pablo Kuczynski, ex presidente obligado a renunciar en 2018), para eso usan las elecciones y a sus candidatos. Cuentan con Hernando de Soto como su representante más fiel, pero también aceptarían sin problemas a Lescano o al derechista Rafael López Aliaga, ya que su objetivo es que el resultado del próximo 11 de abril haga pasar a segunda vuelta a dos representantes directos de sus intereses.

Pero la clase dominante sabe de la crisis, por lo que sectores como la Sociedad Nacional de Industrias se reúnen inclusive con los candidatos de la falsa izquierda, como Verónika Mendoza y Marco Arana (Frente Amplio), quienes, con sus programas apenas para administrar el capitalismo y maquillar el sistema, buscan evitar que las masas descontentas vayan a tumbar el sistema explotador transformándose en la pata izquierda de este régimen podrido.

Estas elecciones nos traen grandes bufones y la seguridad del continuismo capitalista. La derecha se juega a levantar a sus candidatos más leales del statu quo con Hernando de Soto y Rafael López Aliaga, ambos vinculados al fujimorismo. De Soto asesoró al dictador Alberto Fujimori, a Mohamed Suharto en Indonesia y a Hosni Mubarak en Egipto, todas dictaduras sangrientas contra el pueblo trabajador. López Aliaga, llamado el “Bolsonaro peruano” o Porky, es un gran empresario enriquecido por el monopolio ferroviario de Machu Picchu, un antivacuna que busca obligar a las niñas violadas a ser madres en hoteles cinco estrellas.

Pero si los experimentos de la derecha y sus favoritos no prenden, la Confiep tiene el resto del abanico que está en carrera. Yonhy Lescano, a pesar de radicalizar su voto y afirmar que es un candidato antiglobalización, es de Acción Popular, de Belaunde y Merino, mafias políticas que pondrán al país de rodillas ante los grandes empresarios, como siempre lo hicieron cuando gobernaron o legislaron.

Mendoza y la falsa izquierda se postulan como la pata progresista de este régimen podrido

 La pata izquierda de la mesa también se prepara para sostener este régimen de manera indirecta y ser, desde una perspectiva regulacionista, el bombero que pueda apagar el incendio de la inestabilidad política y un nuevo estallido social. Es por eso que Verónika Mendoza hace méritos y gestos para ponerse a disposición de los empresarios de la inversión privada con un tibio llamado a referendo por una nueva Constitución. Cuando Mendoza gira al centro, también lo hace Marco Arana, que se reúne con la Sociedad Nacional de Industria para ordenar su plan de gobierno y decirles a los empresarios “no voy a chocar con ustedes”.

En este lamentable escenario de la izquierda, Pedro Castillo de Perú Libre (PL), aparece como más radicalizado, y claramente es el que más incomoda al régimen, pues su lucha magisterial del año 2017 atrae el respeto de un sector de la vanguardia luchadora, por eso crece y se ubica con un 3,5% en las encuestas. Además, ha sido detenido en medio de sus actividades de campaña electoral, algo que repudiamos. Pero Castillo disputa para gobernar con la organización PL con un programa que no es más que un chaleco tramposo para el pueblo trabajador. Perú Libre, que con Cerrón Rojas gobernó Junín y otras regiones que nada cambiaron, está plagado de corruptos y llama a gobernar con los empresarios, propuesta que se aleja mucho del socialismo que pregonan [...]

Ninguna confianza en ninguno de los candidatos ni en el próximo gobierno. ¡Votá nulo o blanco!

Ante este escenario, estamos convencidos de que no hay ninguna alternativa para el pueblo trabajador. Gane quien gane, por ausencia de una alternativa electoral de lucha, consecuente y que plantee una ruptura de fondo con el sistema capitalista, el próximo gobierno aplicará el programa político de la Confiep y los empresarios con más ajuste contra el pueblo trabajador. Los veintiún candidatos a la presidencia solo son garantía de continuismo y de apoyo al empresariado [...]

Los trabajadores y el pueblo explotado necesitamos un programa alternativo a todas las variantes políticas que se presentan en esta elección que nos saque de la crisis social, política y económica en la que vivimos desde hace décadas. No hay espacio para reformas o medias tintas [...]

Desde el Partido de los Trabajadores y Trabajadoras-Uníos, llamamos a todo el pueblo trabajador, empleados, obreros, ambulantes, a las mujeres y a la juventud a mostrar todo nuestro rechazo contra la corrupta clase política y sus instituciones que sostienen un sistema lleno de desigualdades, donde los que pagamos las crisis somos los trabajadores.

El voto nulo o en blanco es un voto de protesta que va acompañado del llamado a construir una herramienta política que luche por sepultar el capitalismo explotador, depredador y opresor y que reivindique nuestro derecho a una vida digna y en equilibrio con la naturaleza, que construya una nueva sociedad sin explotados ni oprimidos, desde un gobierno de los trabajadores sin patrones ni burócratas.

¡El voto nulo es un voto digno ante la podredumbre del sistema! ¡No les regales tu voto a los ajustadores ni a la falsa izquierda! ¡Votá nulo para defender las luchas en curso! ¡Votá nulo o en blanco para que la crisis la paguen los capitalistas!