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Centralizar recursos para combatir la segunda ola

Publicado en El Socialista N° 499
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Escribe Reynaldo Saccone

La gravedad de la segunda ola pone en primer plano la crisis del sistema de salud: la saturación de camas, el desborde de los servicios, la escasez de personal y la falta de insumos. Los sistemas pre pagos y las obras sociales sindicales que no pueden dar respuesta a sus afiliados, lejos de ampliar sus prestaciones buscan recostarse en el Estado para mantener sus ganancias. Insumos críticos como el oxígeno y los medicamentos aumentan sideralmente sus precios. La intervención del Estado es cada vez más necesaria para centralizar todos los recursos públicos y privados al servicio de la lucha contra la pandemia.

Las salas de terapia intensiva (UTI) son un sector crítico. El pico de internación en UTI en la primera ola se alcanzó el 26/10/2020 y fue de 5119 pacientes. El pico en la segunda ola actual fue el 3/5/2021 que, superando a la anterior, llegó a 5369. Un estudio de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva muestra que las UTI tienen una ocupación de casi 90%, prácticamente a saturación. De cada diez internados, seis lo son por Covid-19 y de éstos, cinco están con respirador. En cuanto al equipamiento, solo uno de cada cinco UTI lo tienen completo. El resto tiene algún insumo faltante.

En los últimos días se añadió un nuevo problema: la falta de un insumo crítico, el oxígeno. El consumo de este vital recurso se triplicó en las últimas semanas sobre una base que ya venía elevada: el año pasado, la demanda de ese insumo se había duplicado. Esto obligó hace unos días a que el gobierno congelara su precio por noventa días (había aumentado un 1000%) y exigiera a las fábricas a producir al 100% de su capacidad.
No se trata solo de falta de camas de internación e insumos, también está el déficit de recursos humanos capacitados causado por la falta de nombramientos y el empleo precario. Toda esta situación muestra cuán necesario es centralizar en el Estado los recursos humanos y físicos de salud, los hospitales y camas, sean estatales o privados y la producción y distribución de insumos para fortalecer el sistema y poder volcarlo a la lucha contra la pandemia. Para lo cual es necesario financiarlo con un verdadero impuesto a las fortunas y el no pago de la deuda externa.