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Biden y la liberación de las patentes

Escribe Reynaldo Saccone, ex presidente de la Cicop

La semana pasada, el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, anunció que su país impulsaría la suspensión transitoria de patentes que garantizan el monopolio de las vacunas en manos de un puñado de multinacionales. Lo hizo obligado por la crisis creada por la incapacidad del capitalismo para garantizar la producción y la distribución de vacunas para toda la población mundial. Pero también debido a la fuerza de un importante movimiento internacional en contra de las patentes. Como tantas disposiciones de los gobiernos patronales, para que no quede en letra muerta y sea ejecutada, será necesario continuar y ampliar la movilización y la lucha.   

Crisis de producción y distribución

La aparición cada vez más frecuente de mutaciones y el empeoramiento de la pandemia en India que, a un ritmo de más de 100.000 contagios diarios, llegó a acumular 15% de los contagios mundiales, encendió las luces rojas. Los sectores más lúcidos del imperialismo, como el premio Nobel de Economía Joseph Stiglitz, alertan que, con este ritmo de producción, recién a fines de 2022 y comienzos de 2023 se lograría la cobertura en las regiones más pobladas del planeta como África, Medio Oriente, India, China y el sudeste asiático. Lo que da suficiente tiempo para que se sigan produciendo millones de muertes y desarrollando nuevas cepas potencialmente resistentes.

Al mismo tiempo, se hace sentir la crisis de distribución. Estas empresas farmacéuticas no centran sus políticas en el acceso global, sino en las ventas en mercados rentables. Es así que una minoría de los países más ricos se llevan más de los dos tercios de la producción global.

Clamor mundial por la liberación de las patentes

Si bien la escasez de vacunas y la distribución desigual generaron esta crisis, sin el crecimiento continuo del clamor mundial por la liberación de las patentes no se hubiera producido el cambio de posición de Biden. El reclamo pegó un salto cuando, en octubre del año pasado, más de cien países encabezados por India y Sudáfrica presentaron formalmente en la Organización Mundial de Comercio una solicitud en ese sentido.

Más de cincuenta organizaciones, como Médicos sin Fronteras, Oxfam, Amnesty International y muchas otras en numerosos países formaron parte de esta corriente mundial, de hecho, en la que también estamos Izquierda Socialista y los partidos nucleados en la Unidad Internacional de Trabajadores y Trabajadoras-Cuarta Internacional. Por nuestra parte, junto al Frente de Izquierda Unidad hemos realizado distintas actividades con personalidades de la salud pública, derechos humanos, políticos, sindicales por la liberación de patentes.

En los Estados Unidos las presiones sobre Biden para la suspensión de las patentes se multiplicaron. Más de cien miembros del Congreso y diez senadores demócratas, incluidos Bernie Sanders y Elizabeth Warren, se pronunciaron por la liberación. También lo hicieron premios Nobel, ex jefes de Estado, líderes religiosos como el papa Francisco y reconocidos artistas. Todas manifestaciones que reflejan en la superficie un clamor profundo.

La lucha por la liberación de las patentes no ha terminado 

Hay que seguirla, en primer lugar, para que no quede en letra muerta y, en segundo lugar, para ampliarla a todos los insumos necesarios para las vacunas. Por ejemplo, la mandataria alemana Ángela Merkel ha adelantado su oposición, lo mismo que las principales multinacionales. La campaña internacional, entonces, debe continuar para poder concretar esta liberación y para ampliar la producción, no solo de vacunas sino también de los demás insumos necesarios. La fabricación en la Argentina de vacunas, lo mismo que en Sudáfrica y Brasil, demuestra que no son los países imperialistas los únicos que pueden hacerlo.

En la fábrica Insud, de Garín, se hacen millones de dosis desde hace cuatro meses y no se vacunó con ellas a ningún habitante de este país. El gobierno debe incautar esa producción, obligar a la empresa a completar la elaboración y a disponer su utilización inmediata. De esta manera estaremos logrando la liberación de las patentes ayudando, concretamente, a combatir la pandemia.