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Murió Alberto Piccinini, dirigente histórico del Villazo

Publicado en El Socialista N° 501
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El 13 de mayo falleció Alberto Piccinini. Acompañamos la tristeza que esta pérdida genera entre miles de obreros y luchadores que en los primeros años de la década de 1970 protagonizaron jornadas de lucha contra la patronal y la burocracia sindical teniendo como una de sus referencias a este dirigente metalúrgico de Villa Constitución

Escribe Adolfo Santos

En 1970, el Secretariado Nacional de la UOM intervino la seccional de Villa Constitución, donde se destacaban las fábricas Acindar, Metcon y Marathon. Una maniobra habitual de la burocracia para impedir que nuevos activistas accedan a la conducción del gremio. Pero en 1972, un grupo de trabajadores de Acindar logró elegir un nuevo cuerpo de delegados y una comisión interna combativa. De ese grupo surgió la Lista Marrón, encabezada por Piccinini, que exigía elecciones para normalizar la seccional.

A los compañeros de Acindar se sumaron los de Metcon y Marathon. Apoyados por corrientes de izquierda, se posicionaron contra la burocracia sindical y el pacto social que el gobierno peronista quería imponer junto con la patronal. Impotente ante la resistencia de la base, la UOM, conducida por Lorenzo Miguel, separó a once miembros de la nueva comisión de delegados por “desacato a la conducción” y “para sanear a la misma de elementos marxistas”.

Fue el inicio de una lucha que se convirtió en una referencia para el movimiento obrero. Se desató una poderosa movilización conocida como el “Villazo” que, apoyada en una fuerte huelga y con la solidaridad de la población, acabó con la intervención burocrática y terminó conduciendo la seccional de la UOM. En marzo de 1974, Avanzada Socialista, el periódico del Partido Socialista de los Trabajadores (PST), antecesor de Izquierda Socialista, tituló en su tapa: “Villa Constitución derrotó a la burocracia”. Era el triunfo de una importante lucha de la que Alberto Piccinini fue su principal figura.

A partir de Villa, coordinar un frente de luchas

Para defender este triunfo, fue convocado un plenario en el club Riberas del Paraná, del cual participaron importantes delegaciones de la vanguardia obrera de todo el país y dirigentes como Tosco, Salamanca y Ongaro, entre otros, además de la JTP, vinculada a Montoneros. El objetivo era rodear de solidaridad la lucha de Villa Constitución, atacada por la burocracia, el gobierno peronista y la patronal de Acindar, una de las empresas que luego fue aliada y cómplice del golpe del ’76. El PST participó con todas sus fuerzas.

La UOM de Villa Constitución no era una excepción, sino la cabeza de un proceso generalizado de luchas que se extendía por el país, pariendo centenares de nuevos dirigentes. Por eso fuimos con la propuesta de construir una gran coordinadora de todas esas luchas para defenderlas, fortalecerlas y que triunfen. Lamentablemente, Piccinini y otros importantes dirigentes, influenciados por sectores guerrilleros y por políticas ultraizquierdistas, se negaron a asumir esa propuesta, limitando las resoluciones del plenario, centralmente, a la solidaridad con Villa Constitución. Una decisión equivocada que impidió fortalecer una alternativa de clase.

En marzo de 1975, bajo el gobierno de Isabel Perón, Villa Constitución sufrió un violento ataque. Más de tres mil integrantes de las fuerzas federales y parapoliciales de la Triple A, enviados por el gobierno peronista, invadieron la ciudad para perseguir, matar y detener a los activistas obreros con el pretexto de combatir un “foco subversivo”. Piccinini terminó preso junto con otros dirigentes y delegados y sufrió cinco años de cárcel.

De dirigente combativo de Villa Constitución a la conciliación de clases

La trayectoria de Piccinini durante sus años de dirigente sindical tuvo el sesgo clasista impuesto por la lucha contra la patronal y la burocracia. Sin embargo, la vuelta de la “democracia” en 1983 mostró un dirigente diferente. Volvió a conducir la UOM de Villa Constitución, pero comenzó a tejer alianzas con partidos patronales. En 1993 fue elegido convencional constituyente por el Frente Grande y luego, junto con la UCR, participó de la Alianza, donde fue electo diputado nacional.

Piccinini fue un gran luchador y siempre será recordado por su rol en el Villazo. Sin embargo, acabó abrazando una política de conciliación de clases. De sus expectativas en el alfonsinismo en los años ’80, pasó a integrarse a un proyecto burocrático, el de la CTA. De estas experiencias tenemos que sacar conclusiones. De la importancia de tener una posición política y sindical independiente de las patronales y que se plantee, siempre, la democracia obrera, o sea en las antípodas de cómo actúa la burocracia sindical. Es parte de las tareas que nos proponemos desde el Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC), así como avanzar en la construcción de una alternativa política para la clase trabajadora, como la que planteamos desde Izquierda Socialista y el FIT Unidad.