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La trayectoria de Giordano

Escribe Martín Fú

Giordano, el Gringo, vuelve a tener notoriedad. Es víctima de un ataque burdo y siniestro del sionismo y sus voceros, acusado de ser “nazi y antisemita” por condenar una vez más desde su banca de Izquierda Socialista en el Congreso los bombardeos criminales de Israel y defender al pueblo palestino.

El Gringo nació en General Cabrera, Córdoba, en 1962. Hijo de una familia laboriosa y humilde, trabajó desde chico en varios oficios, en el campo, mientras estudiaba. Luego se fue a vivir a la ciudad de Córdoba. Ahí se ganó la vida vendiendo diarios, empezó a estudiar abogacía sorteando el cupo de ingreso y se recibió a los 22 años de abogado en la Universidad Nacional de Córdoba. Un militante del PST, en campaña por Malvinas, lo ganó para el morenismo. Entró a trabajar en los tribunales provinciales, pasando un estricto examen de ingreso, lo cual le permitió un sueldo para “vivir, mandarles a mis viejos y cotizar para el partido”, que en ese tiempo era el viejo MAS.

Fue delegado y dirigente opositor en el gremio. Lo detuvieron por hacer una campaña por “cárcel a Angeloz”, el ajustador y corrupto gobernador radical de entonces.

A fines de los ’90, ya en Buenos Aires, fue parte de las figuras públicas de nuestra corriente y director por varios años del semanario El Socialista. Varias veces candidato a diputado, en 2003 el PJ le robó la banca cuando ya se había anunciado en el escrutinio provisorio. Giordano fue impulsor de la unidad de la izquierda hasta que se conformó el Frente de Izquierda en 2011.

Es miembro del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia y fue abogado defensor del Pollo Sobrero, acusado falsamente de quemar trenes, una campaña injuriosa del kirchnerismo que terminó con la absolución.

Fue electo diputado dos veces, rotando las bancas del Frente de Izquierda Unidad en 2017 y ahora. Y como la clase obrera no conoce fronteras, el Gringo, como parte de una campaña de la UIT-CI, participó de una gira internacionalista disertando sobre el Frente de Izquierda y la unidad de los revolucionarios en Turquía, Túnez, Alemania, Barcelona, Girona y París, entre otros sitios. En Barcelona se solidarizó con los dirigentes que luchan por la independencia de Cataluña.

Le tocó asumir nuevamente como diputado en la sesión donde se votó el aborto legal, seguro y gratuito, pelea de la cual venía siendo parte como firmante del proyecto de la campaña nacional. Allí pronunció un discurso sobresaliente que empalmó con el enorme reclamo en las calles de la marea verde, de miles de mujeres y jóvenes rodeando el Congreso. Encabezó la campaña denunciando que “las vacunas están en Garín”. Hoy nuevamente es reconocido por denunciar con otro encendido discurso al Estado sionista de Israel, por el cual es atacado con una campaña difamatoria. Ya en 2017 había repudiado la visita a la Argentina del carnicero de Gaza, Benjamin Netanyahu. Miles de firmas solidarias le dieron su apoyo.

Giordano honra lo que deben ser las bancas obreras y socialistas. Por lo que juramos. Por los 30.000 y nuestros caídos del PST. En apoyo a las luchas, en la Argentina y el mundo. Todo como parte y en pos de seguir construyendo una alternativa política revolucionaria junto al FIT Unidad para alcanzar un gobierno de las trabajadoras y los trabajadores y el socialismo.