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En medio de la pandemia, se largó la campaña electoral

Publicado en El Socialista N° 506
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Mientras seguimos transitando el pico de la segunda ola de la pandemia, la realidad política nos indica que ya ha empezado la campaña electoral. Todos los medios de comunicación hablan de las distintas internas y de cómo se conformarán las listas, tanto del gobernante peronismo del Frente de Todos como de la oposición patronal de Juntos por el Cambio.

El gobierno de Alberto Fernández ya está plenamente en campaña. Se centra en las vacunas, mostrando que “ahora sí” están llegando, tratando de disimular los más de 90.000 muertos generados por los retrasos y por nunca haber expropiado las cien millones de vacunas que ya se produjeron en Garín.

Otra cosa que tampoco puede esconder es la enorme crisis económica, con millones de nuevos pobres y desocupados y con una clase trabajadora a la que cada día le alcanza menos su salario y con paritarias que siguen a la baja. El Frente de Todos busca disimular esta realidad otorgando algunas concesiones, como la más que tardía devolución del impuesto a las ganancias que se le retuvo en los primeros meses del año a millones de trabajadores; el insuficiente bono con que se pretende maquillar que los jubilados sigan perdiendo frente a la inflación y cobrando jubilaciones de indigencia, o con unos pocos planes sociales de más, o alimentos para los comedores que no cubren ni de lejos las necesidades.

Su discurso busca justificar que el desastre económico y social es consecuencia de la pandemia, escondiendo que, desde que asumió, ya lleva pagados 7.100 millones de dólares de deuda externa, un monto con el que se hubiera podido duplicar la ayuda social.

Peor aún, en las últimas horas se anunció que en las próximas semanas se pagarán 430 millones de dólares en efectivo al Club de París para evitar el “default” con este organismo. ¿Qué dirán frente a esto los firmantes del peronismo kirchnerista de la Proclama del 25 de Mayo, que venían mostrándose como “distintos” y planteaban la necesidad de suspender los pagos de la deuda externa hasta el fin de la pandemia?

El gobierno de Alberto Fernández trata de disimular todo esto recurriendo al argumento de que “si estuviera gobernando Macri sería peor”. Esconde detrás de este planteo que, junto con Cambiemos, vienen compartiendo una política, más allá del doble discurso “progresista” del Frente de Todos: priorizar a los usureros internacionales y el acuerdo con el FMI por encima de las necesidades populares.

La oposición patronal de Juntos por el Cambio, mientras tanto, sigue metida en su interna. Los radicales buscan “subir su propio precio” con nuevas candidaturas, como la de Facundo Manes. PRO negocia meter en Cambiemos a los libertarios de Espert. Pero, más allá de estas idas y venidas, Juntos por el Cambio, donde gobierna, lleva adelante las mismas políticas antipopulares y de ajuste que el Frente de Todos, además maneja la pandemia priorizando los negocios y es totalmente desaprensivo respecto de los contagios del pueblo trabajador. Además, por supuesto, del hecho más importante, ya gobernó con los famosos CEOs al servicio directo de los grandes capitalistas y los especuladores internacionales. Esta es la realidad aunque busque disfrazarla hablando de “autocríticas” o de cambiarse de nombre. 

Como vemos, ambos, el gobierno del Frente de Todos y la oposición de Cambiemos, buscan polarizar la elección pero no tienen absolutamente ninguna respuesta frente a lo que más preocupa al pueblo trabajador, que la plata no alcanza y se profundiza la pobreza.                                                                                                                                                                                                                           

Ante esta realidad, nosotros decimos que hay una alternativa. La que viene postulando el Frente de Izquierda Unidad (FIT-U). La que se expresa en todas las luchas, donde se hace siempre presente y las apoya incondicionalmente. La que muestran sus diputados y legisladores en las bancas oponiéndose, en soledad, a los ajustes votados conjuntamente por el peronismo y Cambiemos.

Siempre postulando una salida de fondo. Para que haya plata para salarios y jubilaciones, trabajo, vacunas y un IFE de 40.000 pesos para el que lo necesite. Explicando que para esto la salida es dejar de pagar la deuda externa y decirle no al FMI, además de imponer un  impuesto especial a los grandes capitalistas, los banqueros y las multinacionales. Porque ahí está la plata para combatir la pandemia, el hambre y la pobreza.

En las elecciones que se vienen hay que enfrentar unidos a los candidatos del Frente de Todos y también de la oposición patronal de Juntos por el Cambio. Para dar esta pelea electoral ya tenemos una gran conquista, el Frente de Izquierda Unidad. A partir de allí, por supuesto, como siempre hicimos, tenemos que llamar a la vez a una mayor unidad de la izquierda.

Tenemos estos enormes desafíos en los meses que vienen. Por eso consideramos equivocado el planteo de Nicolás Del Caño y Myriam Bregman, del PTS, con quienes compartimos el FIT Unidad, que proponen que cada partido presente su propia lista en las primarias “si no hubiera un acuerdo”. ¡Pero en el FIT ya existe un acuerdo desde hace años! Proponer cambiarlo para ir a internas con listas separadas va en contra del FIT-U y tampoco favorece la unidad de toda la izquierda.

Desde Izquierda Socialista no estamos de acuerdo en ir a las PASO a pelearnos entre nosotros por los cargos. Sería dedicar la campaña electoral a la disputa interna en vez de enfrentar unidos a los candidatos patronales. Tiene que haber una lista única del FIT Unidad y de toda la izquierda, sin PASO. Sin hegemonismos de nadie.

Por eso reafirmamos que hay que mantener los acuerdos y equilibrios entre las distintas fuerzas del FIT-U, como la rotación de las bancas, que nos permitió avanzar en todos estos años. Porque el FIT nació derrotando unitariamente a las PASO. Ahora hagamos lo mismo y ampliémoslo al resto de la izquierda.

Ante los inmensos desafíos planteados, llamamos a defender al FIT-Unidad y a una mayor unidad de la izquierda, sin PASO.