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Votá a la izquierda que se une

Publicado en El Socialista N° 513
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La campaña electoral entra en su tramo final. Lo que prima, y ya empieza a preocupar a los candidatos tanto del Frente de Todos como de Juntos por el Cambio, es la apatía. Abundan anécdotas de caminatas y presentaciones de esos candidatos que tienen que ser “arregladas” para que al menos no hagan un papelón en la foto frente a la indiferencia popular (y más de una vez algún insulto que lanza alguien al pasar).

No es casual que ninguno de estos candidatos patronales se entusiasme. El pueblo trabajador sigue preocupado por no poder llegar a fin de mes. Los salarios continúan perdiendo frente a la inflación, la media de los trabajadores gana menos que el valor de la canasta familiar (calculado en 106.361 pesos por la junta interna de ATE-Indec). El desempleo hace estragos en los barrios populares, donde millones siguen sin siquiera poder recuperar los ingresos que obtenían con changas antes de la pandemia. Y ni qué hablar de los jubilados, con haberes que los sumen en la indigencia.

A todo esto se le suma la indignación, que no se ha “apagado”, pese a que el gobierno de Alberto Fernández lo intente, generada por la difusión de las fotos del cumpleaños celebrado en la Quinta de Olivos en una Argentina donde las consecuencias del Covid-19, si bien ya no están en un pico, se encuentran lejos de haberse terminado. Por un lado, porque aún faltan millones de personas que no han recibido la segunda dosis de la vacuna. Y por otro porque acecha la variante Delta, con el riesgo de que esto genere una nueva ola de contagios. En este marco, resulta burda la maniobra del gobierno de anunciar en los días previos a las elecciones el fin del aislamiento y la autorización de público en eventos masivos, como el partido de la selección por las eliminatorias que se celebrará pocos días antes de las PASO.

La oposición patronal de Juntos por el Cambio tampoco “levanta” entusiasmo popular. Ahora reapareció Macri con la tarea de consolidar el voto firme “de derecha” de su coalición. Claro que está tan fresco el desastre de su gobierno que para más de un candidato de Juntos por el Cambio se transformó en una especie de “jarrón chino”, que no sabe uno dónde ponerlo porque molesta en todas partes.

Milei y Espert, por su parte, siguen a la pesca del voto de los indignados tanto con el Frente de Todos como con Juntos por el Cambio. Pero cada día les resulta más difícil esconder que su propuesta no tiene nada de nuevo, solo es una versión más derechista y reaccionaria del ajuste de siempre.

Lo que todos los candidatos callan es el escándalo que los 4.350 millones de dólares, que acaban de ingresar al país desde el FMI supuestamente como parte de un programa mundial del organismo para “atender la crisis de la pandemia”, serán utilizados en su totalidad para pagar los vencimientos al mismo Fondo Monetario. Mientras, se sigue negociando la firma del acuerdo con este organismo que solo nos traerá, como marca toda la experiencia histórica, nacional e internacional, más ajuste, miseria y entrega. Aquí sí que no hay “grieta”. “Todos” y “Juntos”, acompañados por los derechistas Milei y Espert, apoyan los pagos de deuda y el acuerdo con el Fondo. Una vez más, solo la izquierda se opone.

Frente a este panorama, no deberíamos sorprendernos de la desilusión de millones, e incluso del posible escenario de que muchos no concurran a votar. Compartimos con el pueblo trabajador que ninguno de estos candidatos ofrece una salida para las acuciantes preocupaciones de todos los días. Pero creemos que sí hay una alternativa política, la que enarbolamos desde el Frente de Izquierda Unidad.

Porque somos los que planteamos que hay que poner en marcha un programa de emergencia, donde lo primero es suspender los pagos de la deuda externa y romper el acuerdo con el FMI, para así poner todo ese dinero al servicio de atender las necesidades urgentes de salario, vivienda, educación, salud y trabajo. Porque somos los que estamos día a día apoyando todas y cada una de las luchas del pueblo trabajador. Somos los que nos oponemos a la megaminería contaminante, al acuerdo porcino. Somos quienes denunciamos que siguen los femicidios y exigimos más presupuesto para violencia de género. Somos quienes nos seguimos movilizando por la aparición con vida de Tehuel. Las diputadas y los diputados del Frente de Izquierda Unidad, los únicos que esta semana se manifestaron exigiendo apoyo a las mujeres afganas perseguidas.

Por todo eso, porque siempre fuimos los que hicimos resonar todas estas luchas en las paredes del Congreso, los que denunciamos todos y cada uno de los negociados, los que nos opusimos a los planes de ajuste, tiene que seguir habiendo una bancada del Frente de Izquierda Unidad en el Congreso. Para eso necesitamos tu voto. Porque además, tenemos que dar esta vez la pelea contra los que lamentablemente dividen la unidad de la izquierda, como el MST de Bodart, que terminan debilitando la construcción de una alternativa política ante los partidos tradicionales.

Por eso, lo decimos con todas las letras: el 12 de septiembre votá a la izquierda que se une. Ayudanos a conseguir votos y a defenderlos anotándote como fiscal, llevate boletas y volantes para repartir entre tus compañeras y compañeros de trabajo, estudio, familiares, amigos y vecinos. Sumate a la gran tarea: que la izquierda siga teniendo diputadas y diputados en el Congreso Nacional y en las legislaturas. Con Del Caño, Giordano y Schlotthauer en provincia de Buenos Aires, con Myriam Bregman, Mercedes Trimarchi, Pablo Almeida y Mercedes De Mendieta en CABA, con Liliana Olivero y Laura Vilches en Córdoba y con cada uno de las candidatas y candidatos de nuestras listas en todo el país.