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La Cámpora ¿Qué propone el kirchnerismo?


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

En la marcha estuvieron sus principales referentes: Máximo Kirchner, el “Cuervo” Larroque, Wado de Pedro, Mayra Mendoza, Luana Volcovich (PAMI), junto a Victoria Donda (Inadi), Verónica Magario (vicegobernadora de Kicillof) y Amado Boudou, quien asesora económicamente a La Cámpora. En algún punto del recorrido, también se sumó el gobernador bonaerense Axel Kicillof.

Larroque dijo que Alberto Fernández solo sacó el 4% cuando apoyó a Randazzo, y hubo otros dardos. En la marcha se cantó “Cristina presidenta”. ¿Qué hay detrás de este discurso? ¿Un verdadero plan alternativo al del peronismo oficialista encabezado por Alberto Fernández?

La Cámpora juega a dos puntas. Wado de Pedro marchó, pero apoyó el acuerdo con el FMI y se lleva muy bien con Alberto. Lo mismo Kicillof, quien no levantó la voz contra el acuerdo con el Fondo Monetario y se sacó fotos con Máximo Kirchner.

Tras la marcha muchos esperaban un portazo de los jóvenes K. Pero ante el rumor, el propio Larroque salió a aclarar “no nos podemos ir de algo que gestamos”. Es más, se sabe que la crítica al ministro Guzmán es porque el kirchnerismo pretende el Ministerio de Economía igual que el de Desarrollo Social, además de manejar La Cámpora las cajas del Anses, el PAMI, Aerolíneas y otras.

Veamos los conceptos que se vertieron en la marcha. Empecemos por uno que fue noticia. Máximo dijo que los porteños “votan a negacionistas de la dictadura”. Luce contradictorio el concepto viniendo de una familia que no ganó notoriedad precisamente por enfrentar a la dictadura, o presentar algún habeas corpus (nunca lo hizo) por las y los detenidos-desaparecidos, o cuestionar los indultos menemistas (que tampoco hizo). La reduccionista frase electoralista de Máximo se da de bruces precisamente porque el macrismo surgió del desastre del gobierno de Aníbal Ibarra, apoyado por el kirchnerismo. Y el peronismo le vino votando las leyes fundamentales al macrismo en la Ciudad de Buenos Aires durante todos estos años. Con ese concepto Máximo niega que millones de mujeres y jóvenes de la Ciudad (y del país) ganaron las calles con la marea verde logrando el aborto legal contra negacionistas y oscurantistas de PRO y del peronismo; o sublevándose en plena Capital contra el 2x1 de la Corte que quería avalar al genocidio; o que decenas de miles de trabajadores y jóvenes votaron al Frente de Izquierda Unidad que logró obtener por primera vez una banca en el Congreso nacional desde CABA.

Por otra parte, algunos comentaristas dicen que Máximo Kirchner “amenaza con agitar la calle”. ¿Agitar las calles para qué? La del 24M fue una demostración de fuerza para negociar espacios de poder dentro del gobierno.

¿Van a llamar desde el kirchnerismo y La Cámpora a ganar las calles para derrotar el tarifazo y terminar con el robo de las privatizaciones? ¿Para que se aumenten los salarios y jubilaciones al valor de la canasta familiar? ¿Para que se deje de pagar una deuda usurera que traerá más hambre y pobreza, como sucederá con los 4.117 millones de dólares que se pagarán este año y con vencimientos de 210.000 millones de dólares hasta el 2034? ¿Van a ganar las calles para que se apliquen precios máximos y se castigue a los monopolios formadores de precios?

Creer que ese sector puede hacer esto y enfrentar consecuentemente a su propio gobierno, diciendo que no todo está perdido dentro del peronismo porque hay un sector “progre” que se propone combatir los males sociales, es volver a recrear una ilusión que llevará a nuevas frustraciones.

Es evidente que, ante el crecimiento del hambre y de la pobreza, la pérdida de las elecciones del año pasado y el mayor ajuste que se viene, en miras a las elecciones de 2023, La Cámpora se reacomoda. Pero por ahora se limita a pedir injerencia en las decisiones de gobierno en busca de una mesa política de unidad. Su objetivo es mantener el 30% electoral del núcleo duro kirchnerista para jugar un rol de recambio ante el desgaste y ruptura que se sigue manifestando con el gobierno de Alberto Fernández, que Cristina puso de presidente y La Cámpora integra. Por eso no son una auténtica salida para el pueblo trabajador. De ahí que llamamos a sus seguidores a sumarse al Frente de Izquierda Unidad, para dar la pelea por cambios de fondo que el kirchnerismo nunca llevará a cabo.