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Juntos por el Cambio: la otra interna electoral

Publicado en El Socialista N° 533
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Escribe Claudio Funes

Con la mira en las elecciones 2023, la mesa nacional de Juntos por el Cambio se reunió, el pasado miércoles 27 de abril, para limar asperezas entre la UCR y PRO. Necesitan aplacar su interna y avanzar en acuerdos frente a la crisis del gobierno peronista y el avance de Milei. Estuvieron presentes Mauricio Macri, Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal y Gerardo Morales, los “presidenciables”.

El encuentro fue un intento de abroquelar el espacio del macrismo de Juntos para enfrentar electoralmente al peronismo y a los “libertarios”. Por eso se acordó desestimar la posibilidad de una alianza con Javier Milei (alentada por Macri y Bullrich).

También se respaldó al jefe de la UCR, Gerardo Morales, ante las acusaciones sobre la existencia de un pacto entre el gobernador de Jujuy y Sergio Massa, por las designaciones en el Consejo de la Magistratura. Sin embargo, el propio Morales acusa que un sector de Juntos por el Cambio busca desgastar su figura en la carrera para 2023.

La interna está en plena ebullición y se ha recrudecido. Se postulaban como lo “nuevo y diferente” hace apenas unos años, y tras el gobierno ajustador de los CEOs macristas mostraron su verdadero rostro. Al punto de que muchos, incluso quienes los votaron contra Cristina, eligieron al Frente de Todos para sacarlos. Hoy dicen “reglamentar” sus discusiones para tapar que continúan con los mismos vicios del peronismo.

Patricia Bullrich se quejó de no ser consultada sobre la negativa de incorporar al facho Milei (situación que puede cambiar), pero redactó el comunicado que recalca: “Somos el cambio sin anarquía. Fuimos y somos, hace más de una década, el límite al kirchnerismo que necesita la Argentina y la alternativa de cambio profundo”.

En su disputa con los libertarios por la capitalización hacia la derecha del descontento y la desilusión con el gobierno del Frente de Todos, hablan nuevamente de “cambio profundo”. El mismo término que utilizó Macri, una semana atrás, en la Universidad de Georgetown para apuntar a las “reformas profundas”, un eufemismo para prometer un brutal ataque a los salarios y condiciones de vida de las y los trabajadores y sectores populares.

Macri precisó en Estados Unidos cómo lograrlo: “Tenés que invertir mucho tiempo en crear una narrativa muy fuerte que muestre que es para todos los ciudadanos del país. Esa es la batalla que tenemos que ganar”. Y Gerardo Morales se despegó: “Tengo la expectativa de que gane el candidato de la UCR. […] no creo que el radicalismo esté en condiciones de abrazar un plan neoliberal” (Perfil, 29/04/2022). ¡Un mentiroso! Es precisamente lo que hizo la UCR en 2015, junto con Macri y Cambiemos.

La posibilidad cierta de poder relevar, en 2023, al desgastado gobierno de Alberto y Cristina Fernández, fogonea estas peleas. Macri, Morales y todos los candidatos de Juntos por el Cambio, solo buscan apoyo para profundizar el sometimiento del país al gran capital y al imperialismo.

Junto a las grandes cámaras patronales (Unión Industrial Argentina -UIA-, Asociación Empresaria Argentina -AEA-), afirman que en la Argentina el problema son “los impuestos que nos abruman”, para beneficiar a los grandes empresarios y multinacionales que son también los mayores evasores.

Sus “reformas profundas y estructurales” no son otra cosa que la reforma laboral, previsional, baja de salarios y despidos de empleados estatales para cumplir a rajatabla con los pagos al FMI. Juntos por el Cambio no es solución para el pueblo trabajador y los sectores populares.

La salida es lo opuesto: un plan económico obrero y popular que deje de pagar la deuda externa y destine todo ese dinero a trabajo genuino, salud, vivienda y educación. Solo el FIT Unidad, del que Izquierda Socialista es parte, propone esta salida.