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Saccomanno y la Feria del Libro

Publicado en El Socialista N° 534
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Escribe Federico Novo Foti
 
El 28 de abril, tras dos años de ausencia debido a la pandemia, se inauguró la Feria del Libro con los clásicos discursos de los ministros de Cultura nacional, Tristán Bauer, de la CABA, Enrique Avogadro, y de empresarios editoriales. Pero el evento inaugural se vio sacudido por el discurso del escritor, historietista y guionista Guillermo Saccomanno. El autor apuntó contra las limitaciones que impone la búsqueda de ganancias de las empresas del sector en el acceso a la cultura, al distinguir que “esta es una feria de la industria y no de la cultura”. De igual manera denunció “la cultura de la plusvalía”, las terribles condiciones laborales “en las que el autor, que es el actor principal del libro, como creador, cobra apenas el 10% del precio de tapa de un ejemplar” o incluso debe costearse sus propias publicaciones. Asimismo, en un contexto de escasez y de inflación creciente que golpea a las editoriales pequeñas, puntualizó el carácter “oligopólico” y “sin ningún control del Estado” de la producción de papel. “La falta de papel se debe a la menor producción de las dos empresas productoras de papel para hacer libros. Una es Ledesma, propiedad de la familia Blaquier-Arrieta, una de las más ricas del país, apellidos vinculados con la última dictadura en crímenes de lesa humanidad, además relacionados a la Sociedad Rural, escenario en el que estamos hoy. La otra empresa es Celulosa Argentina. Su directivo es el terrateniente y miembro de la Unión Industrial José Urtubey, conectado con la causa Panamá Papers”. La intervención de Saccomanno, que provocó todo tipo de reacciones, denunció también la continuidad de “las políticas extractivas” de “expoliación y entrega de recursos”, cuyo resultado es que “nuestro país ha superado el 40% estadístico de pobreza y que la línea de hambre es impiadosa”. Señaló también “la situación siempre precaria de los docentes en el país, donde fue asesinado Carlos Fuentealba y en los últimos años otros maestros murieron por la explosión de las garrafas en escuelas convertidas en comederos”. Finalmente, Saccomanno se cuestionó: “corresponde preguntarse si un chico con hambre está en condiciones de asimilar conocimiento cuando no ha asimilado alimento”. Desde Izquierda Socialista y el FIT Unidad respondemos categóricamente que no. Por eso enfrentamos el acuerdo de ajuste, saqueo y sometimiento pactado por el gobierno y el FMI, y exigimos el no pago de la deuda externa para volcar esos recursos a resolver las urgentes necesidades populares, entre ellas, el desarrollo y acceso a la educación y a la cultura que hoy están vetadas para la amplia mayoría de la sociedad.