Print this page

Yasky, Baradel, Cristina… El kirchnerismo con la embajada yanqui


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad

Cristina Kirchner y sus dirigentes sindicales hacen campaña diciendo que el gobierno del Frente de Todos es víctima de “la derecha nacional e internacional”, pero se reunieron con el embajador yanqui. Un colosal doble discurso. Todo un símbolo de un giro por parte del peronismo kirchnerista en apoyo a los pactos políticos y económicos que nos atan al imperialismo norteamericano, en especial el acuerdo con el FMI.

Primero fue la propia vicepresidenta, luego sus dirigentes sindicales afines. Todos se reunieron con el embajador de Estados Unidos, Marc Stanley.

Roberto Baradel (Suteba) y Hugo Yasky (diputado kirchnerista y titular de la CTA de los Trabajadores) le pusieron la frutilla del postre. Le dieron de comer a Clarín, que sacó la foto de la visita en tapa, ante un Yasky que venía tildando al embajador norteamericano de “virrey” y ahora le fue a chupar las medias junto a Baradel, el burócrata de Suteba, en momentos en que la docencia bonaerense está de paro, convocado por la oposición Multicolor.

Ya antes Cristina Kirchner se había entrevistado con Stanley el pasado 28 de marzo en el Senado, sacándose una foto para difundir el evento. “Es la primera vez que la vicepresidenta sonríe al lado de un embajador de los Estados Unidos”, dijeron los medios. Esto provocó un gran impacto, ya que era común que con el embajador yanqui se reuniera la crema de los grandes empresarios y multinacionales (“el círculo rojo”) y representantes del macrismo de Juntos por el Cambio, no el kirchnerismo.

Cristina también se reunió posteriormente con la jefa del Comando Sur del ejército de Estados Unidos, Laura Richardson, acompañada por el mencionado Stanley. ¿Qué es el Comando Sur? Es una unidad del Pentágono con sede en Miami, que defiende los intereses de los Estados Unidos en la región y controla las bases yanquis en América Latina, brindando entrenamiento e inteligencia bajo las recomendaciones del Departamento de Estado.

Posteriormente también desfilaron por la embajada el titular de la CGT, Héctor Daer, y Pablo Moyano. Este último dijo que el embajador estadounidense “es más peronista que alguno de los nuestros”.

¿Argentina y Estados Unidos “en defensa” de los derechos laborales?

El embajador dijo de la reunión: “El rol de los sindicatos es crucial para proteger los derechos de los trabajadores y construir una economía sólida. Conversamos con @HugoYasky y @RobiBaradel sobre avances y desafíos de los sindicatos hoy, y del trabajo conjunto de Estados Unidos y Argentina en materia de derechos laborales”. ¿Desde cuándo los gobiernos de Estados Unidos y de Argentina “protegen los derechos de los trabajadores”? Ambos gobiernos, y los dirigentes sindicales vendidos que los apoyan, están al servicio de resguardar las ganancias de las patronales y en contra de los trabajadores.

La ONG Oxfam acaba de revelar que “en Estados Unidos se ha visto a milmillonarios viajar al espacio, cuando gran parte de la población mundial se enfrentaba al aumento de la pobreza. Elon Musk, dueño de Tesla y ahora Twitter, ha recibido miles de millones de dólares en subvenciones públicas, mientras infringe la legislación laboral y socava los esfuerzos de las y los trabajadores para organizarse sindicalmente. El mismo comportamiento reaccionario se observa en Jeff Bezos, dueño de Amazon, quien compite con Musk por ser el hombre más rico del mundo” (Página12, 25/9).

El embajador yanqui defiende a Musk y Amazon, no a sus trabajadores. Lo mismo pasa con el Frente de Todos, que gobierna para las mineras, petroleras y automotrices, mientras los dirigentes sindicales de la CGT y de la CTA Yasky le dan la espalda a los trabajadores que reclaman, como a los obreros del Sutna o a la docencia sublevada en varias provincias.

Es lamentable que Baradel y Yasky le fueran a lavar la cara al embajador yanqui hablando de “derechos laborales”. Este funcionario estadounidense representa a la misma potencia imperialista que planificó el golpe militar del ‘76, liquidando mediante un genocidio a una generación de luchadoras y luchadores para imponer un plan económico de sometimiento que se mantiene al día de hoy con una deuda externa usurera y fraudulenta.

Liberémonos del FMI con una Argentina socialista

Muchos recordarán que el viejo peronismo enarboló la consigna “Braden o Perón” para ganar las elecciones en 1946. De esa forma mostraba que el entonces embajador yanqui, Spruille Braden, era sinónimo de sometimiento y dependencia. Hoy, para el peronismo en general y el kirchnerismo en particular, esto cambió. El imperialismo yanqui ya no sería tan malo, sino que se ha transformado en aliado del gobierno. Lo mismo pasaría con el FMI.

Recordemos que el peronismo de los años ‘90 reinició las “relaciones carnales” con Estados Unidos, como lo dijo el presidente peronista de entonces, Carlos Saúl Menem. Y con el peronismo de hoy, Argentina sigue sometida al FMI, del cual Estados Unidos es su accionista mayor.

Muchos seguidores del kirchnerismo venían diciendo que todo pasa por culpa de Alberto y de Massa. Pero las fotos de Cristina, Yasky y Baradel con el embajador yanqui son la clara revelación de que el kirchnerismo es quien está de acuerdo con el actual ajuste y el mayor sometimiento a la principal potencia imperialista, aunque nunca lo va a reconocer. A esto hay que sumarle el viaje de Sergio Massa a Estados Unidos; la reunión de Alberto Fernández con la titular del FMI y la actual gira del kirchnerista Wado De Pedro y los gobernadores a Estados Unidos, para seguir proponiendo a Argentina como tierra de saqueo para las multinacionales, en especial las del litio y la energía.

Llamamos a reflexionar a los seguidores del kirchnerismo y a los jóvenes que se movilizan con La Cámpora al grito de “Patria sí, colonia no”. Y los invitamos a luchar por un gobierno de los trabajadores y una Argentina socialista para liberarnos definitivamente del FMI y de los dictados de las multinacionales y bancos imperialistas. Esto no se va a lograr con un peronismo que no va más, sino postulando el programa del Frente de Izquierda Unidad, al cual desde Izquierda Socialista llamamos a fortalecer.