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Acto de Cristina / ¿El peronismo es “lo nuevo”?


Escribe Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo Izquierda Socialista/FIT Unidad
 
“Ella es la fuerza de la esperanza”. Así fue recibida la vicepresidenta en el estadio de La Plata. En “modo electoral” y desligándose de los males generados por su propio gobierno (que integra y defiende) hizo definiciones que acá analizamos. Renovó el elogio al ministro ajustador Sergio Massa y predijo que el peronismo es “lo nuevo”.
 
Cristina salió otra vez al ruedo público después del atentado. Su objetivo es parar la pérdida de la base social del peronismo, y en particular la del kirchnerismo. “Lo nuestro es mantener el 30%”, dicen desde La Cámpora; porcentaje que se está diluyendo, ya que franjas de trabajadores y jóvenes dicen que Cristina es parte del problema, no de la solución. Y esto ocurre en el corazón del conurbano bonaerense donde gobierna Kicillof.

Lo más comentado de su discurso fue que habló otra vez como una comentarista de la realidad, no como una vicepresidenta, donde su sector maneja las cajas del PAMI, encabeza el Anses, tiene gobernadores e intendentes. Por eso lo raro fue pedir “que vuelva Cristina”, cuando ya regresó hace tres años y es parte de un gobierno que solo genera miseria y entrega.

Esta vez no embistió directamente contra Alberto Fernández y hasta propuso un “acuerdo democrático” con la oposición macrista. “Tenemos que tirar todos para el mismo lado” dijo, mostrándole a Juntos por el Cambio que Massa está aplicando el ajuste que reclama esa centroderecha para cumplir las metas con el FMI. El día posterior al acto, en una reunión reservada entre Cristina, Kicillof e intendentes de Buenos Aires se dijo por lo bajo “nos harían falta más ministros como este”.

Cristina apeló a su consabido doble discurso. Intentó mostrar que en sus tres mandatos del peronismo kirchnerista (2003/2015) “se vivía mejor”. Cristina mostró un gráfico con la suba salarial en los gobiernos peronistas, para encubrir el robo salarial actual.

¿Cristina dijo algo de una suma fija salarial, como se esperaba? Nada. ¿Dijo algo sobre las jubilaciones de miseria? Nada. Precisamente porque votó el cambio de la movilidad, donde el 80% de las y los jubilados perciben una mínima de indigencia, mientras ella tiene un ingreso de más de 4 millones de pesos mensuales por dos jubilaciones de privilegio, ¿qué dijo de la inflación del 100%? Culpó a los jueces, no a los formadores de precios ni a su gobierno que aplica tarifazos y aumenta los combustibles. También señaló que le gustaría que la gente “coma en su casas”, no en los merenderos, una frase de muy mal gusto en un país donde los alimentos son inalcanzables.

Cristina también reivindicó a Vaca Muerta (tierra de saqueo de Chevron y otras multinacionales), pidió por la defensa del litio (cuando se lo están llevando en pala las multinacionales yanquis, canadienses, australianas y japonesas desde el menemismo) y del agua (robada por la megaminería que creció exponencialmente en los años ‘90 y los doce años kirchneristas). Y si hay algo que cayó muy mal fue que para combatir a la inseguridad, propuso desplegar miles de Gendarmes al mejor estilo Patricia Bullrich (ver "Cristina propone más gendarmes").

El peronismo es lo viejo

Ante encuestas que dicen que una gran parte del pueblo trabajador cuestiona a los viejos políticos patronales y quiere “algo nuevo”, Cristina volvió con la idea de que el peronismo es “lo nuevo”, porque salvó al país de las crisis. Pero después de treinta y nueve años que pasaron desde la caída de la dictadura, el peronismo gobernó veintisiete años. Y a tres años del gobierno peronista del Frente de Todos solo se puede ver indigencia, desigualdad social, inflación, bajos salarios y una entrega colosal al FMI mediante el pacto para pagar la deuda contraída por Macri.

Qué lejos quedó la consigna “Braden o Perón” del viejo peronismo del ‘45, cuando se enfrentó limitadamente la penetración yanqui. Cristina no lo puede recordar, porque recientemente visitó al embajador yanqui.

Cuando se habla del peronismo, hay una parte muy sesgada en su discurso. La vuelta de Perón en los años ‘70, de la cual se cumplieron cincuenta años (ver "Hace cincuenta años volvía Perón a la Argentina"), no fue para ninguna liberación nacional, sino para aplicar el ajuste mediante el Rodrigazo, donde hubo una feroz represión con Isabelita y López Rega con la Triple A.

Más cerca en el tiempo, Cristina se despega siempre del peronismo de los años ‘90 (a quien llama “neoliberalismo”). Por suerte circularon por las redes las fotos de Néstor y Cristina con el presidente entreguista Carlos Saúl Menem. En ese gobierno se remataron las empresas del Estado, la deuda externa creció al doble y se indultó a los genocidas. Cristina queda en falsa escuadra cuando dice que el macrismo quiere privatizar Aerolíneas, porque quien la privatizó fue el peronismo de esos años (igual que los ferrocarriles) y hoy no está en manos de sus trabajadores, sino de La Cámpora. O cuando habla de YPF, tapando que el peronismo kirchnerista estuvo a favor de rematarla en esos años, aportando el voto decisivo de un diputado santacruceño.

Le contestamos a Cristina que lo nuevo vendrá con un gobierno de las y los trabajadores, de los que nunca gobernaron, de la unidad de la izquierda, para imponer otra sociedad, una Argentina socialista por la cual luchamos desde Izquierda Socialista. También le decimos que lo único nuevo es el Frente de Izquierda Unidad, para pelear por las transformaciones que hacen falta contra todos los gobiernos que defienden a este sistema capitalista explotador.