El gobierno provincial del peronista Raúl Jalil, quien ha sido un fiel aliado de Javier Milei, aplicando el ajuste contra el pueblo catamarqueño y con sus diputados dispuestos a votar las distintas leyes antiobreras en el Congreso, firmó el 16 de mayo el decreto 884/25, que prácticamente derogaba el estatuto docente de la provincia. Lo más destacado y brutal de este decreto fue la modificación de la reglamentación de la cobertura de cargos docentes, poniendo en peligro cientos de puestos de trabajo, quitando la estabilidad docente y dejando a miles de alumnos sin clases.
La respuesta de la docencia catamarqueña no se hizo esperar. De manera autoconvocada y junto a la comunidad educativa, se puso en pie de lucha, tomando las calles el sábado siguiente en una marcha multitudinaria, algo que no se veía desde las marchas por el crimen de María Soledad Morales en la década de 1990.
Durante esa tarde, miles de docentes, estudiantes y familias de la capital y del interior de la provincia se concentraron en la Plaza Central para decir ¡No al Decreto 884!, en una clara defensa de la educación pública.
Esta gran acción logró que el gobernador derogara el decreto a horas de la marcha, y que otros sectores estatales, junto a la docencia, salieran este último sábado a movilizarse reclamando un aumento salarial. La burocracia de Ctera no dijo ni una palabra sobre el conflicto, y la UDA había convocado a una marcha de antorchas para el 28 de mayo.
Desde nuestra agrupación nacional Docentes en Marcha, apoyamos la lucha de la docencia catamarqueña, así como la de la docencia de todo el país que se organiza y moviliza en defensa de la educación pública. Exigimos a Ctera, así como a la CGT, que nuclea a la UDA, AMET y CEA, que dejen de mirar para otro lado, rompan su tregua con el gobierno nacional y los gobernadores, y llamen a un paro general de 36 horas y a un plan de lucha para derrotar el ajuste de Milei, los gobernadores y el FMI.
Corresponsal