Nov 06, 2024 Last Updated 8:42 PM, Nov 5, 2024

El 28 de marzo por la noche alguien entró a la casa de una de las referentes de la Asamblea de Campomar y le sacó una foto mientras dormía con su propio celular. Esta clara amenaza mafiosa despertó la alarma de las y los vecinos del barrio de Lanús, que se transformó en una movilización el 30 de marzo a la comisaría para acompañar a la vecina a hacer la denuncia, responsabilizando al gobierno de lo que pueda pasar.

Desde hace décadas hay instaladas dos graseras en dicho barrio cercano al Riachuelo. Estas plantas despiden un olor nauseabundo, llenan de grasa paredes y cañerías y enferman a la población que vive alrededor.

En este último tiempo avanzaron con la instalación de una tercera grasera mucho más grande y contaminante perteneciente al grupo Beltrán. Ésta cuenta con el apoyo de Acumar, dependiente del gobierno nacional, el OPDS (Organismo Provincial para el Desarrollo Sostenible), dependiente del gobierno de Kicillof, y del intendente macrista Grindetti.

Es por eso que vecinos y vecinas del barrio vienen organizándose para frenar la contaminación que está amenazando sus vidas. En el marco de eso se hicieron diversas acciones de lucha y visibilización. Evidentemente esto molesta, por lo que están recurriendo a amenazas mafiosas como a la vecina que le entraron en la casa mientras dormía.

Desde Izquierda Socialista y Ambiente en Lucha estamos acompañando esta pelea desde el principio. Nos hicimos presentes el día de la movilización a la comisaría con nuestro compañero Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo, poniéndonos a disposición y brindando todo nuestro apoyo y solidaridad.

Corresponsal

Escribe Nicolás Nuñez, referente de Ambiente en Lucha (Izquierda Socialista e Independientes)

Como ocurre desde hace quince años, el último sábado de marzo se llevó adelante en más de 190 países el apagón simbólico por “La hora del planeta”. La Torre Eiffel, la estatua del Cristo de Río de Janeiro, el Coliseo de Roma, y la Catedral de San Basilio en Moscú, entre tantos otros lugares icónicos, se envolvieron en la oscuridad durante una hora. En la Ciudad de Buenos Aires los elegidos fueron el Obelisco y el Planetario, y en La Plata lo propio hizo el Palacio Municipal.

Fue en 2007 y desde Australia que la World Wide Fund for Nature (WWF), Organización Mundial de Conservación, la ONG de preservación de especies más grandes del mundo, comenzó a impulsar esta iniciativa. Según definen sus promotores no se trata de una protesta contra la industria energética, ni nada por el estilo, sino simplemente de llamar la atención sobre la degradación ambiental en curso. Los gobiernos patronales y las empresas se suman para posar con preocupación. Lo único que pide la WWF para sumar la adhesión es una carta de compromisos ambientales de los municipios, cuando es sabido que firmar compromisos ambientales que después nadie cumple ni controla es uno de los deportes preferidos de los gobiernos capitalistas.

Este tipo de acciones tienen, en cierto sentido, el aspecto positivo de llevar a la agenda mediática la cuestión ambiental. Pero, por otro lado, siguen siendo el tipo de iniciativas que siembran expectativas en que la crisis ambiental pueda ser encarada en base a acciones individuales (apagar un rato la luz) y de la mano de los gobiernos patronales y multinacionales responsables de la situación en que estamos inmersos.

Recordemos: el último informe del Panel Intergubernamental sobre cambio climático señaló que la mitad de la humanidad vive en entornos altamente vulnerables al cambio climático. Ratificó que el calentamiento global está adelantando riesgos más altos de los previstos, incluyendo la extinción masiva de especies, y que está planteado superar el punto de no retorno del 1,5° de aumento de la temperatura global en 2030. Más que “horas” por el planeta, necesitamos una cada vez más potente y permanente lucha en las calles contra la catástrofe a las que nos lleva el capitalismo y sus gobiernos.

El martes 22 hubo convocatorias en diversos países como parte de la Jornada Mundial. En nuestro país miles se movilizaron en varias ciudades en el marco de las acciones preparadas desde la Red Plurinacional de la Marcha por el Agua para los Pueblos y la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones (BFS). Es una convocatoria unitaria donde, desde distintos puntos de vista, se lleva adelante una denuncia al sistema capitalista y el saqueo extractivista que promueven los distintos gobiernos, que tiene como una de sus principales víctimas el derecho al agua de las presentes y futuras generaciones.

Hace ya años que el lema “el agua vale más que el oro” se ha hecho carne en las luchas populares desde cada punto del país. El Chubutazo vino a poner un freno al intento de que Panamerican Silver y compañía se queden con el agua de la provincia. Las luchas contra el acuerdo porcino con China buscan evitar que provincias que ya están en estrés hídrico le entreguen el agua a las mega fábricas de cerdos. El Atlanticazo, que continúa su curso en toda la costa del Mar Argentino, sigue peleando por un Mar Libre de Petroleras. Los incendios brutales que sacudieron Corrientes demostraron, por un lado, la gravedad de las mayores sequías a las que nos lleva el calentamiento global y, por otro, el crimen político y ambiental de la plantación de especies exóticas que secan los territorios.

La convocatoria de este 22 tuvo, además, un fuerte eje en el rechazo al acuerdo con el FMI, dado que hay cada vez más conciencia dentro del movimiento de lucha ambientalista de que este pacto solo va a traer más y más políticas de depredación ambiental extractivista. Como venimos señalando desde Ambiente en Lucha (Izquierda Socialista e independientes), en nuestro país decirle no al extractivismo es decirle no al pago de la deuda externa.

Desde la BFS además, se vinculó este 22M con la Huelga Mundial por el Clima que se va a realizar en todo el planeta el próximo viernes 25. La convocatoria del movimiento Viernes por el Futuro es: “Los Pueblos, NO las ganancias”. Tomamos esa bandera también desde el sur para decir Agua para el pueblo, no para el saqueo de las multinacionales.

Escribe Nicolás Nuñez, referente de Ambiente en Lucha (Izquierda Socialista e independientes)

El impulso a la megaminería en Chubut y a las petroleras off shore en el Mar Argentino fueron un adelanto de lo que viene a profundizar de la mano del pacto de Fernández con el FMI.

El acuerdo del gobierno con el Fondo Monetario Internacional viene de la mano de un nuevo intento de poner un techo a los reclamos ambientales. De la mano de las vigilancias trimestrales del organismo, a partir de ahora lo que aparecerá cuando nos propongamos rechazar las iniciativas de saqueo extractivista que impulse el gobierno junto a las multinacionales, va a ser la frase: “si se cae tal proyecto, se cae el acuerdo con el Fondo y caemos en default”. Desde el vamos, en el anexo de políticas económicas adosadas al pacto que el ministro Martín Guzmán defendió en el Congreso, se encontraba la aprobación de las leyes de Hidrocarburos y agronegocio.

Ese documento de plan económico de Guzmán se propone la meta hacia 2030 de ampliar en 25 mil millones de dólares las exportaciones, para pagar los vencimientos que empezarán a apilarse pasado el plazo de los desembolsos que giraría el FMI. Al establecer cómo, Guzmán deja en claro que el camino para hacerlo está centrado en la mega minería, petroleras off shore, avance de la frontera agropecuaria y la extracción de litio. El proyecto enviado al Congreso habla de un “desarrollo productivo verde”, de “adaptación al cambio climático”, y otras frases típicas del doble discurso del Frente de Todos. Pero la única medida nueva anunciada es un “Sistema de Etiquetado Climático”, para evaluar proyectos de inversión productiva. Ahora, ¿quién etiquetaría? ¿El mismo gobierno que considera “ecofriendly” devastar el monte chaqueño para generar biocombustible?

El activismo socio ambiental tiene que tomar en cuenta que cuando pedimos poner un freno a actividades de saqueo, que el gobierno justifica en pos de juntar divisas para el pago de la deuda, tenemos también que rechazar su pago. Caso contrario, estaríamos diciendo “no la paguen con la naturaleza, paguenla con mayor explotación laboral o ajuste a les jubilades”. El reclamo por el no pago es la forma de vincular la lucha ambiental con la social. No como Jóvenes por el Clima y demás organizaciones, quienes justifican las petroleras off shore por su aporte de dólares para un supuesto “desarrollo” que jamás llega.

En el marco del Día Mundial del Agua se darán movilizaciones en todo el país convocadas desde la Red de Organización de la Marcha Plurinacional por el Agua para los Pueblos. En CABA, la Red confió a la Coordinadora Basta de Falsas Soluciones la organización de la movilización, que será el 22M  a las 16 horas desde Congreso hacia Casa Rosada. Las peleas contra la megaminería, por una Mar Libre de Petroleras, contra las políticas de desmonte y corrimiento de la frontera agropecuaria que profundizan las sequías, contra la contaminación de las cuencas por parte de la industria capitalista y demás luchas se unificarán en este día de movilización.

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